El Ministerio de Fomento acaba de aceptar la dimisión como director de Seguridad en la Circulación de Renfe de Antonio Lanchares, imputado en la causa judicial por el accidente del tren Alvia en Santiago que el 24 de julio de 2013 dejó 80 muertos y 144 heridos en la curva de Angrois. El juez considera que Lanchares y su homólogo en Adif, Andrés Cortabitarte, redujeron la seguridad de los Alvia en la curva de Angrois sin evaluar como debían el riesgo que allí existía de un descarrilamiento por despiste como el que sufrió el maquinista del tren, Francisco José Garzón, también imputado.
Víctimas del accidente venían reclamando desde hace años el cese de Lanchares y así se lo pidieron en persona el pasado martes al nuevo ministro de Fomento, el socialista José Luis Ábalos, que se comprometió a estudiarlo. Según confirman a este diario fuentes del ministerio, tras ese encuentro Lanchares, cuya continuidad ya estaba siendo cuestionada por el actual equipo de Fomento y Renfe, presentó su dimisión y le ha sido aceptada, al contrario que pasó hace unos meses, cuando tras su imputación hizo lo mismo pero el entonces equipo directivo de Renfe, del PP, lo mantuvo en el cargo.
Lanchares fue quien en junio de 2012, un año y un mes antes del siniestro, pidió a su homólogo de Adif, Andrés Cortabitarte, permiso para desconectar el sistema de control constante de la velocidad propio del AVE (ERTMS) a bordo de los trenes Alvia en la línea entre Ourense y Santiago porque daba fallos. La avería, que Adif siempre defendió que se producía en los trenes y no en sus vías, debía estar reparada en un mes, pero no fue así y los Alvia siguieron circulando sin ERTMS hasta que un año y un mes después uno de ellos descarriló en Angrois por exceso de velocidad. Tras ese siniestro, Adif instaló otras medidas de seguridad convencionales, pero el ERTMS no fue reparado y puesto en servicio nuevamente a bordo de los Alvia de Renfe hasta otro año y un mes después, en agosto de 2014. En total, bajo la dirección de Lanchares el ERTMS permaneció desactivado a bordo de los Alvia dos años y dos meses.
Así como Cortabitarte había dejado de ser director de Seguridad de Adif poco antes de que se produjese el accidente y hoy ocupa puestos de rango inferior -pero igualmente de libre designación-, Lanchares lleva ocupando ese puesto en Renfe desde hace más de una década. Su imputación en la causa judicial se produjo en octubre de 2017, derivada de la declaración ante el juez tres meses antes del entonces principal investigado, Cortabitarte, que desvió la responsabilidad a subordinados suyos y a otros departamentos como Renfe, lo que acabó provocando la actual imputación de otras cinco personas además de él mismo y del maquinista. En su auto, el juez destaca que “no podemos obviar” que Lanchares fue quien solicitó la desconexión del sistema de seguridad en los Alvia “sin que conste que, con carácter previo, se realizara una previa evaluación del riesgo que podría representar para la seguridad en la circulación tal desconexión que, si bien en principio se preveía temporal, a la postre se mantuvo durante casi un año y estaba vigente a la fecha del accidente”.
Tras su imputación, y antes de su declaración ante el juzgado, Renfe, entonces controlada por el PP, elogió y avaló a Lanchares, al que mantuvo en su puesto incluso después de que este amagase con dimitir. En su comparecencia ante el juez en noviembre del pasado año el imputado argumentó que ni Adif ni sus subordinados lo avisaron del riesgo existente en Angrois. También dijo que la decisión de desconectar el sistema de seguridad a bordo de los Alvia “nunca” podía ser considerada como un cambio significativo que obligase a realizar un análisis específico del riesgo que suponía. Sin embargo, la Agencia Ferroviaria Europea presentó el pasado junio un informe en el juzgado en el que dice expresamente que esa desconexión sí debía ser considerada un cambio “significativo y con un impacto en la seguridad, cuyos riesgos se deben evaluar sistemáticamente” y señalaba que ese análisis debía ser realizado tanto por Adif como por Renfe. El pasado martes víctimas de Angrois pusieron ante el ministro ese hecho como ejemplo del desconocimiento de Lanchares de la normativa de seguridad europea que a su juicio lo inhabilitaba para seguir en el cargo.
Mucho antes de su imputación, en octubre de 2014 Lanchares compareció en el Congreso en la subcomisión de evaluación del sistema ferroviario español en general que se creó tras el accidente de Angrois. Las sesiones eran la puerta cerrada, pero las intervenciones fueron recogidas en actas. Según ese documento, en su intervención Lanchares desvió al fabricante la responsabilidad de la demora en la reparación del ERTMS. Pero finalizó su intervención asumiendo su “fracaso”: “Vaya desde aquí mi lamento y mi condolencia con las víctimas. Como responsable de seguridad me siento, digamos, fracasado y lamento el accidente”, dijo de entonces Lanchares en el Congreso.