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Cuando Feijóo defendía que “si un candidato a una comunidad tiene más escaños, debe tener un plus para formar gobierno”

“Si un candidato a la presidencia de una comunidad autónoma tiene más escaños, más votos, más porcentaje de apoyo electoral, debe tener un plus para formar gobierno”. La frase, que de aplicarse a las elección andaluzas de este domingo primaría las posibilidades de la socialista Susana Díaz de repetir en la presidencia de la Junta por ser la candidata más votada frente a la suma de escaños de las derechas que podría elegir al popular Juan Manuel Moreno, es de Alberto Núñez Feijóo. La pronunció el presidente gallego el pasado 8 de febrero, pero no es anecdótica ya que son constantes sus apelaciones a “que gobierne la lista más votada” e incluso criticando la falta de ética de las coaliciones cuando en ellas no participa la formación ganadora de unos comicios.

Por el contrario, en sus primeras declaraciones este lunes tras las elecciones andaluzas, la visión del presidente gallego ya es distinta. Según su visión, este domingo con su voto los andaluces, a pesar de elegir como primera fuerza al PSOE, “le dijeron a la izquierda que no quieren que siga gobernando y hay una opción clarísima para que haya un gobierno distinto”, opción que sólo pasaría por que no gobierne la lista más votada. Feijóo también considera que la aparición de Vox es “producto de ese disparate” que según él es el Gobierno central inestable de Pedro Sánchez. Vox “es un producto, en mi opinión, básicamente de la izquierda”, asegura

Feijóo, único presidente de una comunidad autónoma que viene gobernando con mayoría absoluta, que él identifica con estabilidad, viene quejándose hace años del sistema parlamentarista que rige las administraciones estatal, autonómicas y locales y que da sus presidencias al candidato que obtenga más apoyos de los partidos representados en sus respectivas cámaras, lo que hace que éste no siempre sea el más votado por la ciudadanía. Esa circunstancia facilitaría ahora la conformación de un gobierno de derechas en Andalucía a pesar de que la socialista Díaz fue la más votada, pero no es el modelo que le gusta a Feijóo, más preocupado en estos años de las coaliciones de grupos de izquierdas que impiden que el PP gobierne numerosos ayuntamientos gallegos a pesar de ser la fuerza más votada si no obtiene la mayoría absoluta, amenaza que siempre ha pendido sobre él mismo en sucesivos comicios autonómicos. Por eso, es recurrente su defensa de una reforma del sistema electoral que prime al partido más votado, lo que en la situación actual beneficiaría en Andalucía a los socialistas.

Ya en la campaña de las autonómicas andaluzas de 2015 Feijóo se había quejado de lo ocurrido en los anteriores comicios de 2012, en los que el PP había sido el partido más votado en Andalucía pero el PSOE había revalidado la presidencia de la Junta tras un pacto con Izquierda Unida. Eso hizo que según él su partido se convirtiese en el “más democrático” al pasar “tres años en la oposición” a pesar de ser la fuerza con más votos. Tras los comicios autonómicos y municipales de aquel año, Feijóo llegó a asegurar que “las coaliciones están en el ADN del PP”, pero que esos acuerdos “no tienen tanto de democrático y nada de ético” si en ellos no participa la fuerza más votada.

A comienzos de este año, cuando Podemos y Ciudadanos lanzaron diversas propuestas de reforma de las leyes electorales, Feijóo volvió a recordar sus tesis. Fue en una rueda de prensa tras la reunión semanal del Gobierno gallego del 8 de febrero, al preguntársele por esas propuestas, cuando Feijóo hizo una de las exposiciones más detalladas de sus tesis asegurando que la reforma electoral sí es “una asignatura pendiente en España” pero “para facilitar que gobierne la lista más votada”.

“Es conocida mi opinión de que sí creo que es bueno modificar la ley electoral, es una ley electoral que ha venido funcionando en los últimos 40 años pero que lamentablemente los consensos que la inspiraban fueron rotos como consecuencia de que en España dejamos de tener como costumbre dejar gobernar al que gana y gobernar una coalición de partidos que pierden”, comenzó Feijóo, destacando que ese principio debiera ser de aplicación casi directa en el caso de las elecciones municipales pero extendiéndolo también a otros comicios. “Bajo ese principio creo que hay que hacer un ajuste en la ley electoral en lo que se refiere a comunidades autónomas y administración general del Estado dándole un plus a los partidos políticos que obtienen más representación, más escaños”, dijo, ya que “facilitar que gobierne el que gane las elecciones es un principio que debería inspirar cualquier ley electoral”, poniendo incluso como ejemplo el caso de Grecia, que otorga ese plus de escaños a la formación más votada.

Y fue a continuación cuando dijo la frase de que “si un candidato a la presidencia de una comunidad autónoma tiene más escaños, más votos, más porcentaje de apoyo electoral, debe tener un plus para formar gobierno”, cuestiones todas que se producirían con Susana Díaz en el caso de Andalucía, ya que “eso facilita la gobernabilidad de nuestro país y eso facilita una vez más el respeto a las instituciones y a los resultados políticos”.

Esa defensa de que gobierne el candidato de la formación más votada en las urnas y contra los acuerdos de “perdedores” se acrecentó en Feijóo tras la moción de censura con la que en junio Pedro Sánchez apartó a Mariano Rajoy del Gobierno central a pesar de contar el PSOE con cincuenta diputados menos que el PP. Pero las reiteradas apelaciones de Feijóo a la necesidad de que gobierne la fuerza más votada se verían confrontadas en Andalucía con otra de las tesis del presidente gallego, la de que la Transición no se podrá dar por completada allí hasta que el PSOE deje el gobierno autonómico.