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El PP pierde por primera vez Vilalba, el pueblo de Manuel Fraga, donde llegó a alcanzar el 82% de los votos

Vilalba (Lugo), la villa natal de Manuel Fraga, dejará de estar gobernada por primera vez por la derecha. Allí donde la Alianza Popular liderada por el exministro franquista llegó a obtener en 1983 el 81,9% de los votos, y donde ya en 1995, con Fraga consolidado en la Xunta, el PP aún superaba el 75%, los populares acaban de caer ahora al 38,9% de los votos, sobrepasados por primera vez por el PSdeG, con el 43,4%. Los socialistas, con 8 concejales, sólo necesitan que no se produzca un improbable pacto de los 7 ediles del PP con los 2 de Vilalba Aberta, la marea local.

La caída de los populares en Vilalba, donde Fraga sigue presente a través de un polémico busto colocado en 1970 en el centro de la alameda, se concreta ahora en la pérdida de la alcaldía pero se inició en las pasadas municipales y el PP no pudo evitarlo ni con la maniobra con la que hace dos años el histórico Agustín Baamonde volvió a la alcaldía. Baamonde había sido alcalde de Vilalba entre 1990 y 2005, coincidiendo con los años de Fraga en la Xunta. En 2003 aún obtuvo el 62% de los votos, pero dos años después fue elegido diputado autonómico y dejó la alcaldía en manos de su segundo, Gerardo Criado. Éste obtuvo tres mayorías absolutas más, pero en la última, la de 2015, bajó hasta el 47% de los votos, con un sólo concejal de diferencia con la oposición, lo que despertó todas las alarmas en el partido.

A mitad del último mandato y temiéndose lo peor el PP decidió recuperar para la alcaldía a Baamonde, que había seguido ocupando puestos inferiores en las listas, y retiró a Criado en el Senado. El propio Feijóo hizo campaña en Vilalba presentando a Fraga como ejemplo de “cordialidad” frente al “sectarismo” de otras formaciones y declarando heredero de ese modelo a Baamonde. La operación no ha funcionado y el trabajo de fondo realizado en los últimos años por el PSdeG encabezado por la médica Elba Veleiro acaba de hacer que los populares pierdan otros 8 puntos, el concejal que aún les daba la mayoría absoluta y, con él, la alcaldía.

Que algo estaba comenzando a cambiar en Vilalba también lo sospechaba hace año y medio el hasta ahora alcalde, Baamonde. En noviembre de 2017, un año después de volver a la alcaldía, el busto de Fraga en la alameda volvió a desaparecer. No era la primera vez, siempre acababa apareciendo en el río. Pero en ese momento el propio Baamonde temía que no iba a ser igual. Ya no era “una gamberrada”, decía, sino “un trabajo quirúrgico, profesional”. “Esta vez, es una opinión personal, no aparece”, pronosticaba.

Año y medio después, tras gastar el Ayuntamiento 7.200 euros en un nuevo busto atornillado a su pedestal, ante el que Ciudadanos reivindicó la figura de Fraga en la campaña de las elecciones generales de hace un mes, las municipales acaban de confirmar que muchas cosas estaban cambiando en Vilalba.