La presidenta de la Diputación de Pontevedra, Carmela Silva, ha criticado la prohibición de manifestaciones feministas que impiden que en Madrid se pueda celebrar el 8M en la calle, mientras esas protestas se están celebrando en el resto del territorio sin impedimentos, con medidas de protección y distancia social. “El feminismo es inquebrantable y no vamos a dar ni un paso atrás”, ha aseverado la dirigente socialista, frente a la decisión que ha llevado a su propia formación a limitar la protesta en la capital.
Carmela Silva ha advertido de que “el mundo, o es igualitario o no habrá futuro”. Durante un acto celebrado frente al Pazo Provincial y en el que se repartieron máscaras de 'Violencia Zero' y camelias blancas en homenaje a las pioneras del sufragismo, Silva ha defendido que “la acción política más potente que existe es la igualdad”. “Estamos hartas de discursos”, ha dicho, antes de reclamar pasar a los hechos porque “la igualdad se defiende en el Boletín Oficial del Estado (BOE) y en el Diario Oficial de Galicia (DOG)”.
También ha criticado que se trate de “criminalizar” el movimiento feminista prohibiendo manifestaciones. “Ayer en Madrid se concentraron cientos de hombres y nadie echó las manos a la cabeza”. Y ha llamado la atención sobre el hecho de que en España se celebren cómo media seis manifestaciones al día, “¿y las culpables somos nosotras?”, ha preguntado. “Cuando nosotras somos quienes se concentran nos criminalizan”, instando a las mujeres a seguir “juntas, fuertes, empoderadas”.
Finalmente, Carmela Silva ha indicado que “este año no puede haber grandes manifestaciones porque si alguien entiende la importancia de cuidar la salud son las mujeres”. “Pero que nadie se confunda: somos más reivindicativas que nunca. No vamos a callar. Nadie nos va a detener”, ha recalcado.
Las palabras de la dirigente socialista llegan unas horas después de que el Tribunal Constitucional haya decidido mantener la prohibición para las manifestaciones en Madrid que propuso el socialista José Manuel Franco, como Delegado del Gobierno en aquella comunidad. Galicia, con más de 80 actos convocados con motivo del 8M, es uno de los territorios en los que no se han frenado la protestas desde las instituciones. Mientras la Xunta pide públicamente la prohibición general de este tipo de actos reivindicativos, cuando se le ha preguntado al Gobierno de Feijóo su opinión sobre los riesgos sanitarios de las mismas no han planteado objecciones.