Seis meses después del inicio de la pandemia en Galicia, el PP comienza a recular en su cerrazón y abre la puerta a publicar algunos datos por municipios sobre la evolución de la pandemia en Galicia. El primero en abrir una pequeña grieta en la opacidad de la Xunta fue el conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, que el pasado viernes avanzó que su departamento está trabajando en un sistema de información para los ayuntamientos que “no se descarta” que sea accesible también para la ciudadanía. Un paso minúsculo que ratificó ayer el encargado de defender la “transparencia” de la comunicación de la Xunta en el Parlamento gallego. El portavoz del grupo popular, Pedro Puy, se definió como “partidario” de publicar datos por ayuntamientos si los “técnicos avalan que es positivo”.
Este cambio sucede poco más de una semana después de que el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, defendiese que es “peligrosísimo” dar cifras de contagios por municipios con el argumento de que “hay personas con nombre y apellidos detrás que conviene proteger ante estigmas en localidades pequeñas”. Esta afirmación se contradice con la praxis del resto de comunidades del Estado que, con la excepción de Extremadura, facilitan estos datos y otros muchos indicadores de la evolución del virus. Pero también lo hace con la misma práctica del Gobierno gallego que sí desvela algunas cifras, de manera discrecional, en comparecencias públicas de sus altos cargos o de su presidente en el que se facilitan datos no solo a nivel municipal sino incluso por barrios.
La difusión de los datos que la Xunta atesora en informes de la Dirección Xeral de Saúde Pública, pero que mantiene ocultos a la ciudadanía, se produce también a través de los autos de los jueces que deben ratificar las medidas que toma el Gobierno de Feijóo sobre los territorios más afectados por la COVID-19. O también a través de un medio de comunicación privado que ha publicado en el último mes más información desagregada -por municipios, por edad o de fallecimientos en residencias de mayores- que el Ejecutivo gallego desde el inicio de la pandemia, convirtiendo a la prensa en única vía de conocimiento de unos datos de interés general para la población. La Consellería de Sanidade indica que poco más de una treintena de personas acceden a esa información de la Xunta, desde datos por ayuntamientos, incidencias acumulada de casos, ocupación hospitalaria, casos por área sanitaria o edad, entre otros, que en 15 autonomías la ciudadanía puede consultar online de manera desagregada y descargable, así como consultar series históricas completas que permiten analizar el comportamiento de la COVID-19 según diferentes variables.
El Colexio Profesional de Xornalistas de Galicia llamó la atención la pasada semanas sobre esta situación y recordó a la Xunta que “tiene el deber de divulgar todos los datos sobre la pandemia de manera accesible para toda la ciudadanía”. Aunque la concesión del PP a su cerrazón informativa se refiere a los datos por municipios, una información que también reclama la Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp), son numerosos los indicadores que la Xunta no facilita como recuerda el Colexio de Xornalistas: “Se reclama conocer los casos nuevos diarios, el tipo de test por el que fueron obtenidos o la incidencia acumulada en los diferentes municipios y disponer de esa información en formatos de datos abiertos y reutilizables, insertados en series históricas completas, que permitan un seguimiento de la incidencia de la COVID-19 como lo que se está haciendo en la mayoría de las comunidades”. Otros datos, como la ocupación hospitalaria, los nuevos ingresos o la tasa de positividad solo se pueden conocer en los partes que de lunes a viernes facilita el Ministerio de Sanidad. Y para saber cómo se realiza el rastreo de los contactos de las personas con COVID-19 en Galicia, la comunidad que menos relaciones entre positivos detecta, hay que acudir a los informes semanales del Instituto Carlos III.
Con todo, una de las máximas del Alberto Núñez Feijóo durante la pandemia ha sido reclamar cifras fiables al Gobierno central. “Necesitamos datos reales para tomar decisiones, para cruzar información homogénea de las comunidades. Porque lo merecen los fallecidos, sus familias, los trabajadores sanitarios y porque es imprescindible para planificar la respuesta de las próximas semanas”, aseguraba el 19 de abril el presidente de la Xunta. Su nuevo responsable de Sanidade, Julio García Comesaña, asegura, frente a las críticas de los alcaldes y alcaldesas, que el Gobierno gallego facilita información a los ayuntamientos cuando entra en unos niveles de COVID que aconsejan intensificar las restricciones. “Seguimos manteniendo la conveniencia de no dar los datos de positivos por municipios porque en los pequeños es una información muy sensible y que tenemos que manejar con cautela”, afirmó el pasado viernes. A pesar de ello, la consellería está preparando un “sistema de información que, sin dar datos de positivos por ayuntamiento, permita tener una fotografía de donde están”.
Esta es la única variable que la Xunta se ha abierto a trasladar, seis meses después de la pandemia, a la administración local a falta de que el Gobierno gallego decida si es una información que pueda tener la ciudadanía.