Los servicios mínimos en la huelga de médicos gallegos convocada por la Confederación Española de Sindicatos Médicos (CESM) serán del 100% en las áreas de urgencias, según la orden de la Consellería de Sanidade publicada este lunes en el Diario Oficial de Galicia (DOG). La protesta, que se inicia en cuestión de horas, a las 00:00 del 11 de abril, tiene carácter indefinido e incluye a todo el personal licenciado sanitario, también a los residentes en formación (los MIR). El motivo de la convocatoria es lo que CESM define como “deterioro galopante” de la sanidad pública gallega.
La Xunta ha fijado los servicios mínimos que considera “totalmente imprescindibles” para mantener la cobertura del servicio esencial de asistencia sanitaria en un nivel “apropiado”. Establece que deberá estar el 100% cubierto en la atención urgente -en hospitales y en los puntos de atención conrtinuada (PAC)- y permanente y en las emergencias del 061. También señala que se tienen que atender todas las guardias y los quirófanos para cuestiones urgentes y las salas de parto.
Las unidades de reanimación, de cuidados intensivos, de diálisis o de tratamientos oncológicos también se incluyen en los servicios mínimos del 100%. En las áreas de hospitalización, los servicios mínimos establecidos buscan “garantizar” la atención urgente de los pacientes, expone la Consellería de Sanidade en la orden.
En atención primaria tendrá que haber al menos un efectivo en los centros de cuatro o menos médicos de familia, mientras que en los que tienen entre cinco y ocho deberán estar presentes dos. Los centros con entre nueve y doce profesionales deberán contar con tres y los que tengan más, con cuatro.
El sindicato ha vuelto a llamar a los facultativos del Servizo Galego de Saúde (Sergas) a que se sumen a la huelga en defensa de “la dignidad de los profesionales y la seguridad de los pacientes”. Las condiciones de trabajo, sostiene, han empeorado en los últimos años y los anuncios de la Xunta son “muchas medidas de gran impacto publicitario, pero de escasa repercusión o utilidad para profesionales y pacientes”.
La organización asegura que el deterioro en la calidad asistencial ha sido “imparable” y que esto se debe “en la mayor parte” a cuestiones laborales y de “mala gestión” de los responsables de la política sanitaria que a problemas económicos. Hay, insisten, una “vulneración de derechos” de los médicos y un “agravio y discriminación” con respecto a los de otras comunidades.
“Se trata de disponer del merecido tiempo de descanso que corresponde, del tiempo necesario para atender bien a los pacientes, porque una consulta o un quirófano son sitios donde se atiende a personas, no son cadenas de montaje”, traslada CESM en un comunicado. Entre las reclamaciones están la jornada de 35 horas semanales, la equiparación del precio de la hora de guardia al resto de comunidades, extender el complemento específico y actualizar los módulos de atención continuada.