La portada de mañana
Acceder
Sánchez rearma la mayoría de Gobierno el día que Feijóo pide una moción de censura
Miguel esprinta para reabrir su inmobiliaria en Catarroja, Nacho cierra su panadería
Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

La Xunta financia con 25.000 euros campañas de defensa de la figura del cazador y cursos cinegéticos

La Xunta de Galicia, a través de la Consellería de Medio Ambiente, colabora cada año con la actividad de la Federación Galega de Caza, a través de un convenio por el que le hace una aportación económica. El referido a 2021, formalizado en julio, concede 25.000 euros para inciativas de formación y campañas para “defender la figura del cazador” o para prevenir los accidentes que cada cierto tiempo saltan a las noticias y terminan con heridos e incluso fallecidos en los montes gallegos.

La Consellería justifica el acuerdo con la ley gallega de caza, que defiende un ejercicio “más responsable, más sostenible y más ético” de la actividad. El texto legal, añade, pone “especial empeño” en que las condiciones sean “de máxima seguridad para las personas y los bienes” para que las salidas al monte se desarrollen “sin sobresaltos”. El Gobierno gallego reserva 16.000 euros de su presupuesto para la realización de cursos, entre mayo y octubre de este año, sobre asuntos de actualidad relacionados con la actividad cinegética, su seguridad y su gestión. En el caso de que sean online, la duración será de 16 horas. En la modalidad presencial, se limitará a cuatro horas.

Los 9.000 euros restantes del convenio tienen como fin poner en marcha campañas de “divulgación y fomento de la actividad cinegética, poner en valor la caza, defender la figura del cazador y prevenir la siniestralidad”. Los medios que el Gobierno gallego y la Federación Galega de Caza prevén para este objetivo son la publicidad, jornadas informativas y distribución de material con estos mensajes. La elección de esta federación para conceder este apoyo económico se debe a que es la entidad “más representativa” de los cazadores gallegos y a que está declarada de utilidad pública, de acuerdo con el convenio.

El Gobierno gallego estuvo atento a las demandas de los cazadores en las restricciones aplicadas en diferentes fases de la pandemia de la COVID-19. En noviembre de 2020, en plena segunda ola de contagios, la Xunta publicó una circular con la que daba vía libre a los cazadores, federados o no, para que circulasen por toda la comunidad y se reuniesen en grupos de no convivientes, en un momento en el que estaba en vigor la prohibición de moverse entre ayuntamientos y de hacer reuniones con personas con las que no se compartía techo en buena parte del territorio gallego. El permiso era para abatir, en concreto, ejemplares de dos especies: el lobo y el jabalí.

Dos meses después, en enero de 2021, cuando la tercera ola dejaba cifras máximas de contagios y muertes a cauda de la COVID-19, el Gobierno gallego decidió cerrar espacios públicos como las bibliotecas y los museos para frenar la transmisión. Sin embargo, mantuvo la actividad en las iglesias y permitió que los cazadores pudiesen seguir con las batidas. También en este caso, los disparos debían tener como objetivo a lobos y jabalíes. El Gobierno gallego argumentó en todas estas ocasiones la preocupación derivada de los ataques al ganado y los destrozos en terrenos agrícolas, además de los accidentes tráfico en los que se veían implicados. La inquietud no se ha reducido con el paso de los meses y en agosto la Xunta decidió permitir la caza de jabalíes sin límite de ejemplares en el 68% del territorio gallego.