Bolígrafos, viseras, lanyards –correas para colgar del cuello objetos o tarjetas identificativas– y chalecos de seguridad para cazadores. A estos objetos, un anuncio en la TVG para promover la buena imagen de la actividad cinegética y a cursos formativos va a destinar la Xunta de Galicia 25.000 euros este año. El convenio anual, que la Consellería de Medio Ambiente y la Federación Galega de Caza acaban de renovar, tiene como objetivo “el fomento” de una actividad “sostenible” en la comunidad a través de iniciativas de “promoción y divulgación”.
Estos fondos no son los únicos que recibe la Federación Galega de Caza de la administración autonómica. Otro acuerdo con la Vicepresidencia Segunda e Consellería de Presidencia, Xustiza e Deportes le aporta otros casi 34.000 euros para “fomentar el deporte y la actividad física saludable” en Galicia y colaborar en “el desarrollo del sistema deportivo gallego”.
El acuerdo con el departamento de Medio Ambiente repite la estructura de otros años y también la cuantía total de fondos públicos que la Xunta reserva para estas campañas en apoyo de la caza. El presupuesto se divide en dos apartados. El primero de ellos reserva 15.000 euros para la formación de los cazadores. Las áreas temáticas abarcan la gestión de una sociedad de caza y los primeros auxilios y la prevención de la siniestralidad en una práctica que deja con frecuencia titulares de heridos o fallecidos por tiros accidentales.
Este año se incluye una novedad en la formación dirigida a evitar problemas de salud por el consumo de los animales que cazan. El curso lleva por título “Enfermedades de la fauna cinegética, salud alimentaria y gestión de los residuos: manipulación y seguridad en el consumo de la carne de caza y gestión de los residuos no comestibles”. Todas las acciones formativas serán a través del campus virtual de la federación.
En el apartado de los fondos para mejorar la imagen del colectivo, para el que se entregan 10.000 euros, el convenio incluye un listado pormenorizado del material que se va a adquirir: 1.500 viseras de seguridad (que van a costar 5.182,56 euros), 1.000 chalecos de seguridad (2.081,2 euros), 1.000 lanyards (casi 774,4 euros), 1.000 bolígrafos (363 euros) y 1.000 libros de seguridad en la caza (cero euros). Todo el material, excluidos los libros, será de color naranja, el que se utiliza entre los cazadores para hacerse visibles los unos para los otros y tratar de evitar disparos entre ellos. Y deberá llevar el logotipo de la consellería serigrafiado. El reparto será en las ferias, jornadas cinegéticas o deportivas en las que participe la federación de cazadores y también en su sede.
También está previsto que la federación costee un anuncio publicitario de 20 segundos en la Televisión de Galicia por 1.098,84 euros. El plan es difundirlo en los días previos a la apertura de la temporada de caza menor –normalmente empieza en octubre– para hacer “un llamamiento a la prudencia”. La pieza también se incluirá en las redes sociales de la federación. El convenio reserva otros 500 euros para que el gabinete de comunicación de la organización de cazadores publicite las campañas de divulgación y fomento de esta actividad.
“Los valores medioambientales asociados a la caza”
El acuerdo no figura en la plataforma de convenios de la Xunta, creada como uno de los requisitos de las leyes de transparencia. Fuentes de la Consellería de Medio Ambiente confirman que todavía no se ha subido, pero está firmado. En el documento figuran, con fecha del 11 de abril, las firmas digitales tanto de la conselleira, Ángeles Vázquez, como del nuevo presidente de la Federación Galega de Caza, Luis Eusebio Fidalgo. El texto aclara que su vigencia empieza al día siguiente de la rúbrica y se prolongará hasta el 30 de noviembre de este año.
El convenio establece unas obligaciones para la federación de cazadores. Deben presentar una memoria de las actividades financiadas y no difundir información sobre las mismas sin autorización de la Consellería de Medio Ambiente. También le requiere colaboración para “potenciar y difundir la protección de la fauna cinegética” y del entorno natural, además de “su aprovechamiento sostenible” y la “divulgación y fomento de los valores medioambientales asociados a la práctica de la caza, tales como el cuidado y el respeto a la naturaleza”.