En la tarde de este lunes, 24 horas después de que se iniciase la polémica por el folleto que recomendaba el coito interrumpido como un método anticonceptivo válido y fiable, el documento ha sido retirado de la web del Servizo Galego de Saúde (Sergas), en la que ahora se puede leer “Texto en revisión”. El folleto puede consultarse en este enlace, colgado en la web de Praza Pública.
La Xunta da marcha atrás a pesar de que sólo una horas antes, el lunes por la mañana, el director general de Asistencia Sanitaria del Sergas, Jorge Aboal, justificaba la presencia de este y otros polémicos métodos entre los anticonceptivos recomendados, afirmando que se debía a la decisión de “expertos ginecólogos”. Alegaba, además, que el folleto no era una “recomendación”, sino simplemente “una guía descriptiva”. “No se recomiendan, se dice los que hay”, señalaba, olvidando que el documento aseguraba que la “eficacia” de la marcha atrás era “del 73 al 96%” si se usaba “correcta y sistemáticamente”.
Aboal aprovechaba también para echarle la culpa al Gobierno de coalición PSOE-BNG (2005-2009), que abandonó la Xunta hace más de nueve años, señalando que el folleto fue publicado por primera vez en 2008, aunque posteriormente fue “actualizado” en 2010 por un “grupo de expertos”. Desde entonces, la publicación ha sido reimpresa al menos en otra ocasión, en 2015.
En sus declaraciones el director general del Sergas destacaba que la decisión de retirar el folleto -como le exigían todos los grupos de la oposición- era responsabilidad del “comité de expertos”. Sin embargo, casi al mismo tiempo el portavoz parlamentario del PPdeG, Pedro Puy, desautorizaba tácitamente a Aboal, señalando que la demanda de la oposición le parecía “razonable”. Pocas horas después el folleto desaparecía de la web del Sergas sin más explicaciones al respecto que el ya comentado mensaje de texto en revisión
Durante toda la jornada del lunes, tanto En Marea como PSdeG-PSOE y BNG habían exigido de la Xunta una rectificación por la presencia de la marcha atrás en esta guía “cuando está demostrado que no es eficaz ni como método anticonceptivo, ni como método para evitar contagios de enfermedades de transmisión sexual y, al mismo tiempo, condiciona negativamente las relaciones sexuales”, en palabras de Montse Prado (BNG). La formación también recordó que según una encuesta llevada a cabo por la propia Xunta entre más de 6.000 madres gallegas, entre 2015 y 2016 un 20% de los embarazos fueron no planificados.