Diez planes imprescindibles para disfrutar si es tu primera vez en Madrid
De los mercadillos callejeros y navideños a una estación fantasma con mucha historia, pasando por los churros con chocolate más típicos o un impresionante Belén
Madrid se llena de visitantes en el puente de diciembre y en torno a las vacaciones de Navidad, una época muy propicia para el turismo urbano. Para muchos de ellos esta será la primera vez en la capital, donde las opciones de ocio se agolpan casi tanto como los viandantes por el centro de la ciudad o en la cola de Doña Manolita.
Para poner un poco de orden en este caos cultural, en Hoy Se Sale hemos elaborado una guía con diez planes básicos con los que disfrutar y descubrir Madrid de maneras muy distintas. Diez opciones para descubrir las múltiples caras de una ciudad ecléctica y diversa.
Mercados que salen a la calle
El Mercado Navideño de la Plaza Mayor ofrece por estas fechas una de las estampas más festivas de la ciudad. El lugar ideal para figuras o adornos navideños, pero también algún recuerdo de la ciudad, está abierto desde el 25 de noviembre y hasta el 31 de diciembre de 10.00 a 21.00 (viernes, sábados y vísperas de festivos hasta las 22.00).
El Mercado de Artesanía de Madrid, por su parte, se celebra en el paseo de Recoletos, entre Cibeles y Colón, de 11.00 a 21.00 hasta el 30 de diciembre. Un espacio en el que encontrar joyas ocultas, literal y figuradamente: grabados, cerámica, telas decoradas, marroquinería, juguetes, sombreros...
Y por supuesto no nos olvidamos de El Rastro, el gran mercadillo de la ciudad, que todos los domingos y festivos toma el barrio de Embajadores desde la Plaza del Cascarro (cerca del metro La Latina, L5) y hasta la Puerta de Toledo (L5).
Churros con chocolate
De entre las posibilidades gastronómicas de Madrid, pocas hay más apropiadas para el frío otoñal que unos churros (o porras) con chocolate. Y de entre los sitios donde degustarlos, San Ginés es el que tiene más solera. Aunque tiene varias sedes en la ciudad, la más famosa es la que se encuentra ubicada en el número 5 del Pasadizo homónimo. Es decir, en pleno centro, entre Sol y la Plaza Mayor.
Además de degustar un desayuno o una merienda calentita de primera calidad, San Ginés es un establecimiento que merece la pena visitar por sí mismo. Un café de estilo clásico cuyas paredes están repletas de ilustres personalidades fotografiadas: deportistas, políticos, artistas, intérpretes... Nadie se resiste al encanto de San Ginés.
Dónde: Pasadizo de San Ginés, 5. Metro: Sol (Líneas 1, 2 y 3)
Cuándo: Lunes y martes de 08.00 a 23.30, miércoles a domingo abierto 24 horas
La de San Ginés es la más conocida por madrileños y turistas, pero hay una que le gana en edad, la churrería Madrid 1883. Son muchos los que dicen que estos son los mejores churros de la ciudad, y es que detrás hay una tradición de varias generaciones que les avala. El local se encuentra en el barrio de Malasaña, del que no se ha movido desde su apertura y donde sus actuales dueños pretenden seguir haciendo churros y porras como las de siempre, “crujientes por fuera y tiernos por dentro”.
La más antigua de la capital abrió su segunda sede hace unos meses en el centro comercial Oasiz de Torrejón de Ardoz y también se han lanzado al mundo del delivery. Madrid 1883 mantiene el sabor tradicional adaptándose a los tiempos. Quién puede resistirse a un desayuno en un sitio en el que se definen como “un lugar para que mayores y niños, hipsters y millennials vayan a mojar el churro”.
Dónde: Calle del Espíritu Santo, 8. Metro: Tribunal (Líneas 1 y 10)
Para los también quieren llevarse algo caliente al estómago y no son tan golosos, el centro de Madrid esta repleto de restaurantes en los que degustar el típico cocido madrileño. Pueden ser dos, tres y hasta cuatro vuelcos de este plato castizo, que empieza con sopa, sigue con garbanzos, patata y verdura y termina con una buena ración de carne. El Malacatín es uno de los más famosos de la capital, con una tradición de más de 120 años y un reto: si te lo comes todo, no pagas.
Dónde: Calle de la Ruda, 5. Metro: La Latina (Línea 5)
Cuándo: De 11.00 a 23.00 de miércoles a sábado y de 11.00 a 18.00 de domingo a martes
La Bola es otro restaurante de “los de siempre” en el que disfrutar de un buen cocido. Cuatro generaciones han pasado por este restaurante y el secreto de su receta sigue siendo el mismo, unos garbanzos frescos y una cocción a fuego lento, con la consiguen que su carne se deshaga y su caldo tenga un sabor inigualable.
Dónde: Calle de la Bola, 5. Metro: Ópera (Líneas 2 y 5)
Cuándo: De jueves a sábado de 12.00 a 20.30 y de domingo a martes de 13.30 a 16.00
El restaurante La Clave es otro lugar en el que el cocido es el rey. En 2019 fue elegido por El Club de Amigos del Cocido como uno de los mejores de la capital y es que tiene algo diferente a los demás, es el único que sirve este plato en cuatro vuelcos. Croqueta de pringá para abrir boca y después sopa, garbanzos y carne, sin olvidar la guindilla y la cebolleta. Si esto no era suficiente, la bebida recomendada para acompañar su cocido no es ni agua, ni vino, es champán. Una forma distinta de comer este plato tradicional.
Dónde: Calle de Velázquez, 22. Metro: Velázquez (Línea 4)
Cuándo: Miércoles y jueves de 12.00 a 20.00, viernes y sábado de 12.00 a 24.00, domingo y martes de 12.00 a 17.00, lunes cerrado
Ante un Sol deslucido por obras, que no obstante estará abierto al tránsito a partir del puente de diciembre, la Plaza de España se ha convertido en uno de los principales centros neurálgicos de Madrid. Estrenó nueva apariencia el 22 de noviembre de 2021, tras un largo proceso de renovación. Una estética más moderna y en la que, al contrario que otras zonas similares renovadas en la ciudad (la propia Sol), la presencia del arbolado es importante. Aquí se celebra, por cierto, otro mercado callejero: la Navideña (desde el 25 de noviembre y hasta el 8 de enero).
Eso sí, pronto se comprobó que Plaza de España también es una gran ejemplo del lado más hostil de Madrid. Su diáfano espacio ha sido tomado por la iniciativa privada, ocasionando importantes molestias en los alrededores. El propio encendido navideño se convirtió en un acto caótico ante la multitud de gente y la falta de previsión. Por suerte no todos los días son así, pero en cualquier caso Plaza de España es la mejor muestra del eterno choque entre ocio y convivencia en el que la capital vive sumida.
Cómo llegar: Metro Plaza de España (Líneas 1, 2, 3 y 10)
Museos más allá del Paisaje de la Luz
Madrid es más que el centro, y su cultura rebasa El Prado, el Reina Sofía, el Thyssen y lo que ha venido a llamarse el Paisaje de la Luz (en el entorno del Paseo del Prado y El Retiro). Algunos museos permiten conocer la historia y la evolución de la ciudad. El caso más obvio es el Museo de Historia de Madrid, en Tribunal (L1 y L10), pero tampoco hay que dejar pasar espacios más especializados como el Museo del Ferrocarril, junto a la estación de Delicias (L3).
Otros están dedicados a artistas concretos, como el Museo Sorolla (ubicado entre las estaciones de Iglesia, Rubén Darío y Gregorio Marañón). Incluso a disciplinas específicas, caso del Museo del Traje cerca de Ciudad Universitaria (L6). Como última recomendación museística, los amantes del arte contemporáneo que vengan a Madrid con tiempo y ganas de huir de la ciudad pueden desplazarse a Móstoles para descubrir toda una joya oculta: el Museo CA2M Centro de Arte Dos de Mayo. La estación más cercana es Pradillo (L12).
Un Belén en la otra cara del Ayuntamiento
A muchos visitantes les sorprenderá descubrir que el Palacio de Cibeles, la sede del Ayuntamiento de Madrid, dedica desde 2011 un importante espacio a la actividad cultural. CentroCentro alberga exposiciones de todo tipo, actualmente sobre contracultura catalana o la obra del arquitecto Antonio Gaudí. Otro aliciente son sus privilegiadas vistas de la ciudad.
Pero además, este recinto alberga el Belén municipal hasta el próximo 5 de enero. Creado por José Luis Mayo, cuenta con 200 figuras únicas de estilo hebreo y aproximadamente 20 edificaciones que destacan por su realismo y atención al detalle, acompañadas de una fiel recreación paisajística. Está en perfecto estado gracias a su reciente restauración, realizada por los artesanos y técnicos dedicados a su conservación. Además, su disposición rectangular permite rodearlo y observar en detalle las escenas que integran el Nacimiento.
Dónde: CentroCentro (Plaza de Cibeles, 1A). Metro: Banco de España (Línea 2)
Cuándo: Martes a domingos de 10.00 a 20.00 (turnos de 10 minutos, último a las 19.40) hasta el 5 de enero
Cuánto: Acceso gratuito previa retirada de invitación en taquilla (planta 2) o reserva digital (coste de gestión 0,50€)
Madrid y su cultura no se entienden sin la vida musical de la ciudad. Espacios que han sido testigos de los grandes hitos de la noche madrileña, muchos de ellos vinculados a la Movida. La Sala El Sol, en Gran Vía (L1), es un gran ejemplo. Inaugurada en 1979, hoy sigue apostando por grupos emergentes y todo tipo de estilos.
Los amantes de la mejor música electrónica del momento (y mucho más) tienen su meca desde 1989 en la céntrica Sala Siroco, cerca de Noviciado (L2). Y a escasos metros se ubica el colorido Café La Palma: grandes actuaciones musicales en directo con el indie y el pop como géneros protagonistas desde 1995.
En Malasaña, la Vía Láctea sigue dando que hablar más de cuatro décadas después de su apertura. Desde 1979, cada fin de semana, una cola de jóvenes esperando su apertura da la vuelta a la calle Velarde. La Vía Láctea es mucho más que un bar de copas, es uno de los templos musicales del barrio más alternativo de Madrid. Un lugar de culto para los enamorados de la “Movida” en el que escuchar buena música y disfrutar de un ambiente muy diferente al del resto de locales de la capital justo al lado de Tribunal (L1 y L10).
Viaje al pasado a través de una estación fantasma
El metro de Madrid ofrece a quienes visitan la capital algo más que una forma de moverse por ella. Hay una parada en la que no se detienen los trenes, pero sí pueden hacerlo los visitantes: Chamberí. Una auténtica reliquia inaugurada en 1919 que conserva el estado en el que fue clausurada allá por 1966. En esta estación-fantasma, situada en el cruce entre la Plaza de Chamberí y la calle de Santa Engracia, Metro organiza visitas guiadas que permiten saber más sobre la historia del servicio y su funcionamiento hace décadas.
Este viaje al pasado se completa al llegar al andén (no en vano se la conoce como Andén 0). Además de una estética preciosista (atención a los azulejos), ojo a los afiches publicitarios que ocupan las paredes. Anuncios muy sesenteros en una estación donde, en lugar de movernos a través del espacio de Madrid, lo hacemos a través de su tiempo.
Dónde: Plaza de Chamberí, s/n. Metro: Quevedo / Bilbao / Iglesia
Cuándo: Viernes de 16.00 a 20.00, sábados de 10.00 a 14.00 y de 16.00 a 20.00, domingos de 10.00 a 14.00
Cuánto: Entrada gratuita previa reserva (o mediante espera en el horario de apertura de la estación)
En el corazón de Madrid se encuentra la residencia oficial de los reyes, el Palacio Real. El edificio cuenta con más de 300 estancias es considerado el más grande de Europa Occidental y uno de los más grandes del mundo. Sus más de 135.000 metros cuadrados han sido testigos directos de siglos de historia de España. De todos los espacios que alberga, es imprescindible visitar el cuarto del rey Carlos III, la Real Armería, la galería de pintura y la Real Cocina.
El palacio ofrece visitas guiadas con las que descubrir todos los secretos de la residencia real, aunque también existe la posibilidad de recorrerlo libremente. La entrada es gratuita de lunes a jueves de 16.00 a 18.00. El resto de horas y días la entrada general cuesta 12 euros. Además, el palacio acoge todos los miércoles y sábados el cambio de la Guardia Real y el primer miércoles de cada mes el relevo solemne, algo que sin duda es curioso de ver.
Al lado del palacio se encuentra la Catedral de la Almudena, otro lugar de referencia en la capital. Bajo esta iglesia se esconde una cripta de estilo neorrománico con más de 400 columnas, en la que se encuentran enterradas numerosas figuras de la nobleza española. También se puede visitar el museo de la catedral, en el que además de admirar objetos de valor religioso e histórico, se puede acceder a su cúpula, que se encuentra a más de 70 metros de altura. La entrada a la catedral y a la cripta es gratuita, aunque se pide un donativo simbólico de 1 euro para poder mantener en buen estado el edificio, acceder al museo tiene un coste de siete euros.
Un atardecer con las mejores vistas
Para terminar un día de turismo de la mejor manera es casi una obligación ver caer el sol sobre la ciudad. Romantizar Madrid y sus vistas desde las alturas se ha convertido en uno de los planes más recurrentes y decenas de terrazas del centro de la capital han aprovechado para ofrecer un enclave privilegiado donde hacer las fotos más instagrameables por unos cuantos euros. Desde la Casa Campo al Parque de las Siete Tetas en Vallecas, merece la pena subir a los puntos más altos de Madrid para contemplar la ciudad, y más ahora que está iluminada.
Una de las azoteas más famosas es la del Hotel Riu de Plaza España. Su pasarela de cristal (no apta para personas con miedo a las alturas) se ha convertido en el elemento más fotografiado de la terraza, que forma parte del restaurante 360º Rooftop Bar. La entrada ronda los diez euros los fines de semana y festivos.
En Gran Vía también existe la posibilidad de “tocar el cielo” de forma gratuita. El Jardín de Diana, en Gran Vía 31, ofrece unas vistas increíbles justo al lado de la famosa estatua de Diana Cazadora. En el número 80, Dear Hotel también ofrece la posibilidad de ver todo Madrid de forma gratuita, al igual que Le Tavernier en la calle de Mesonero Romanos, 13. Gratis, en plena Gran Vía, vistas privilegiadas... ¿Dónde está el truco? En el precio de sus consumiciones. Aunque no hay que pagar entrada para acceder, tomar una cerveza o un refresco en una de estas terrazas puede salir por más de cinco euros.
Si lo tuyo no son las alturas, pero también quieres disfrutar del mejor atardecer de Madrid, el Templo de Debod es tu sitio. A pocos minutos andando desde Plaza España se encuentra este templo de origen egipcio que data del siglo II a.C. Hace unos años, las tonalidades cálidas del atardecer se reflejaban en el agua que rodeaba el monumento, ahora se encuentra seco y algo descuidado, pero sentarse en sus alrededores a admirar como los últimos rayos de sol se cuelan entre sus arcos sigue siendo mágico.