Madrid descubre el arte y la sociedad de la República de Weimar con una ambiciosa exposición

Pocas etapas trascendentales para la historia reciente de Europa son tan desconocidas para el gran público como la República de Weimar en Alemania.Tenemos ahora en Madrid una gran exposición que revisa la sociedad, la cultura, el arte, el pensamiento o la ciencia que eclosionaron durante los catorce años que duró el régimen, que quedó emparedado entre las dos guerras mundiales.

La muestra puede verse en el Caixaforum hasta el próximo mes de febrero y se llama Tiempos inciertos. Alemania entre guerras. Se divide en tres partes –tiempos, dicen los organizadores–, El mundo de ayer, Una nueva Alemania: la República de Weimar y Un presente incierto.

Stefan Zweig fue quien acuñó el concepto mundo de ayer, que viene a dejar claro que los años de entreguerras representan un nudo en el que se disolvieron certezas y nació el mundo del que aún somos pasajeros. El tiempo dedicado a la República de Weimar, nacida de la constitución firmada en dicha ciudad, nos habla de las tensiones entre el proyecto de raíz ilustrada y las tendencias nacionalistas alimentadas por la derrota alemana en la Gran Guerra. Y la ciencia, donde se reflejan las incertidumbres que también sufre la sociedad. El tiempo del principio de incertidumbre de Heisenberg.

La exposición nos enseña más de 90 obras que incluyen firmas como las de George Grosz, El Lisitski, Kurt Schwitters, Jeanne Mammen o Vasili Kandinski. Tienen un peso importante las piezas audiovisuales y fotográficas de Walter Ruttman, August Sander, Leni Riefenstahl o Marianne Breslauer.

Los años de Weimar son los del del expresionismo, el dadaísmo, el constructivismo y otros movimientos de vanguardia o con aspiraciones utópicas. Es la Europa del teatro social de Bertolt Brecht o el dodecafonismo de Schönberg. Pero también es el sistema que llevaba en su vientre la semilla de su final. El 30 de enero de 1933, Hitler es nombrado canciller de la República de Weimar.

Tiempos inciertos tiene vocación de interrogar al pasado desde el presente, ¿resuenan las contradicciones que se desanudaron antes de los años treinta en el siglo XXI? Las exposiciones no dan respuestas pero ayudan a buscarlas.