Con cambios de localización a menos de 48 horas de los conciertos y la incertidumbre de los usuarios, que no paraban de preguntar por redes e incluso intentar revender entradas frente a cualquier posibilidad, finalmente la organización del Madrid Puro Reaggeton enviaba su comunicado de prensa de la denegación de licencia.
La noticia la recibían “con sorpresa, estupor e indefensión”, según anunciaban ante el anuncio de la Comunidad de Madrid, y con la propia denuncia de Facua al impedir la entrada de refrescos y comida a un festival de 10 horas de duración. El cambio de ubicación buscaba la celebración de un evento más seguro, con mejores accesos, mejor conexión en transporte público y más espacio, aunque gran parte del público tendría que asistir a este festival desde las gradas (anuncio que fueron descubriendo sobre la marcha, ante la falta de comunicación del evento por sus mensajes) y sin dos escenarios simultáneos, como iba a ser al principio.
Un total de más de 35.000 personas terminaron quedándose en las puertas del evento con sus entradas compradas, con la miel en los labios al perder la oportunidad de presenciar la despedida de la leyenda de la música latina Daddy Yankee.
“La organización ha presentado un completo plan de seguridad y emergencias para la buena marcha del evento dentro de los límites del recinto, pero la Comunidad aduce que se ha entregado fuera de plazo”, algo que se remarcaba con la petición de este traslado en el día 11 de julio, a cuatro días del evento (15 y 16 de julio), según las fuentes de la CAM y del Ayuntamiento.
“Si los plazos se han excedido por parte de la promotora, se ha debido exclusivamente a que la Administración ha solicitado más y más documentación, y el equipo del festival ha necesitado tiempo para satisfacer estas peticiones. Además, el anuncio nos llega por sorpresa cuando el festival está listo para abrir puertas mañana a las 16.15 horas, con el escenario montado, el equipo de sonido instalado y el personal de seguridad ultimando los preparativos de la bienvenida a nuestro público. Hay más de 100 periodistas nacionales e internacionales acreditados”, añadían en el comunicado.
El festival cuenta con el certificado de interés cultural del Ayuntamiento de Madrid y ya había abonado la tasa de celebración de eventos a la Comunidad de Madrid y, según confirmaban, cuentan con un historial limpio de incidentes relacionados con la seguridad, por lo que han denunciado el rechazo de la Administración autonómica por una “clara falta de voluntad” para que el evento tenga lugar.
A primera hora de mañana de este 15 de julio se disponían a presentar a petición de la Comunidad de Madrid un nuevo plan de seguridad “mejorado y ampliado”, dejando la duda abierta ante la celebración o cancelación del evento. Hasta el momento, hay luz roja ante la denegación de su licencia y por la ausencia de condiciones de seguridad necesarias “al no ser el Wanda Metropolitano un espacio multiusos”, según señalan desde la CAM, frente al desaconsejo de la policía municipal madrileña.
Protesta de asistentes y devolución de entradas
Una “incógnita” y “noticia lamentable” que recalcan varios de los asistentes al evento, y cuyas opiniones no dejan de cargar las redes (de Twitter, porque en Instagram habían desactivado los comentarios):
Lo normal es pedir los permisos con un mes de antelación en este tipo de eventos. La organización presentó la solicitud el día 11 de julio, la Administración recibió el 12. La Policía emitió sus informes (vinculantes) ayer y la Comunidad ha resuelto hoy. Todo exprés.
— Marta Espartero (@martaespartero) July 14, 2022
Y sobre todo si se trata de un PLAN DE SEGURIDAD porque luego pasa como en otros festivales que muere gente y luego nos lamentamos. Hay que prevenir antes que curar.
— Iʀᴇɴᴇ ✨ (@_iamirene_) July 14, 2022
Asimismo, ante el desconcierto del público, no han tardado en abrir una cuenta en Instagram bajo el nombre de “Madridreggaetonenfurecido”, donde se comprometen con la ayuda a los procedimientos legales para la devolución de entradas. Cabe destacar que la legislatura aprueba que, en caso de que la empresa organizadora del evento cancela, se consta de 60 días para proponer alternativas al reembolso, según el Ministerio de Consumo.
Si las opciones ofrecidas no interesan, se constará del derecho a la reintegración el precio de la entrada por 14 días: “La devolución de estas sumas deberá efectuarse sin demoras indebidas y, en cualquier caso, antes de que hayan transcurrido 14 días naturales desde la fecha en que haya sido informado de la decisión de desistimiento del contrato por el consumidor y usuario”.