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Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

Los jugadores españoles de póquer online esconden sus ases en mangas extranjeras

Hombres con traje, bigote, sombreros modelo gánster y rostros enigmáticos. Una nebulosa de humo envuelve el tapete verde sobre el que apuestan con fichas de colores. Para bien o para mal, este es la instantánea del póquer que habita en nuestro imaginario colectivo.

En los últimos años y gracias a internet, el retrato de los protagonistas del póquer es otro. Son jóvenes, el casino se ha trasladado a su habitación, su tapete es virtual y han sustituido los cigarrillos por el ratón del ordenador. Y no se trata solo de un entretenimiento. En la Unión Europea, las ganancias del juego online ascendieron a 85.000 millones de euros en 2011 con 6,8 millones de jugadores.

JUGADORES POR EL MUNDO

El malagueño Vicente Delgado, más conocido por su seudónimo en la red, Codelsa, es uno de los españoles que ha decidido convertir el póquer online en su forma de vida. A sus 23 años ha ganado el torneo High Roller del WCOOP (World Championship of Online Poker), que se disputó hace unos meses. El premio, medio millón de euros. Solo en 2014, nos confiesa que sus ganancias ascienden ya a más de un millón de euros. Sí, puedes poner cara de póquer.

Vicente decidió abandonar los estudios en su primer año de carrera (comenzó Derecho y ADE). Cambió los libros por las barajas de su pantalla, y aunque reconoce que su madre se puso a llorar y su padre se echó las manos a la cabeza, finalmente aceptaron su decisión. “Yo siempre había sacado buenas notas, era un empollón, y mi propuesta tampoco era mala: no me iba a meter a las drogas, solo iba a jugar al póquer”, nos cuenta.

Codelsa juega 10 horas al día, 4 o 5 días a la semana, principalmente en mesas de 'cash', en las que es capaz de disputar simultáneamente 30 partidas. El resto del tiempo lo dedica a estudiar o a hacer de 'coach' de otros jugadores. Asegura que si eres un buen jugador de 'cash', puedes ganar 400.000 euros al año.

Pero esta joven promesa no vive en España. Ha vivido en Portugal y este año ha emigrado a Reino Unido. No es el único: Simón Muñoz, consejero delegado de Poker Red y miembro de la Junta de la Asociación Española de Juego Digital, calcula que el 95% de los jugadores profesionales se han marchado. “Los 200 más famosos se han ido”, nos cuenta.

¿Qué motiva a estos españoles a exiliarse voluntariamente, teniendo en cuenta que sus herramientas de trabajo son un ordenador y un cerebro privilegiado para ejecutar estrategias? Paradójicamente, ha sido la propia regulación española, la polémica Ley 13/2011 de regulación del juego, la que ha provocado que estos jugadores decidan gastar sus elevados ingresos en otros países. Su destino favorito, el Reino Unido.

LAS MANOS SE JUEGAN EN EL MERCADO NEGRO

La ley de 2011 sirvió para regular el juego en España: todos los operadores tendrían que obtener licencia y estaban obligados a redirigir sus páginas web del '.com' al '.es'. Se optó por un modelo de compartimentación de jugadores, lo que en el mundo del póquer se conoce como liquidez cerrada.

“Al cerrarse el mercado, el número de jugadores es demasiado limitado, ya que aquí no se juega contra la casa mediante cartas o ruletas digitales, sino contra otros jugadores” nos explica Emilio Domínguez gerente de EducaPoker. Los españoles solo pueden jugar contra españoles.

“Legalmente, el volumen que puede ganar un jugador español es irrisorio. Lo máximo son torneos de 100.000 euros que se celebran cada 6 meses, mientras que el WCOOP, el torneo más grande del mundo, tiene un premio de más de 10 millones de dólares (unos 8 millones de euros)”, nos explica Simón Muñoz.

¿Qué han hecho los jugadores? Los profesionales, marcharse. Los aficionados, jugar en el mercado negro. Cambian su IP mediante un sistema VPN y simulan que están en otro país para poder seguir compitiendo con jugadores extranjeros. “La única sanción a la que se enfrentan es que el operador de juego les cierre la cuenta evitando que jueguen en el futuro, lo que te deja sin herramienta de trabajo”, nos explica Simón Muñoz, que añade que aún no conoce ningún caso de cierre de cuentas.

En otros países la regulación es más favorable, especialmente en Reino Unido. Allí acaba de entrar en vigor una ley que regula a los operadores, pero que continúa dejando operar en mercados internacionales. “El modelo de liquidez abierta está implementado en países nórdicos y anglosajones con enorme éxito”, nos dice Emilio Domínguez.

Raúl Mestre es otra de las grandes figuras del póquer online español que vive en Londres. En 2005, este aficionado a Warcraft, el ajedrez o las cartas Magic se picó con el póquer después de que unos amigos le hablaran de las nuevas páginas estadounidenses que ofrecían este juego. Abandonó sus estudios en Químicas para ser profesional. Fundador de la web EducaPoker y autor de 'Poker online: los secretos del mejor jugador', Mestre no quiere detallarnos sus beneficios anuales, pero sí nos señala que un buen profesional puede ganar entre 20 y 30.000 dólares al mes (entre 16.000 y 24.000 euros) con el póquer online en el '.com'.

“La regulación española me ha echado a patadas”, nos dice Mestre. “A mí me gusta tener todo legal y hacer las cosas bien. Además, en el mundillo del póquer soy un personaje conocido, por lo que no voy a jugar en las mesas '.com' desde España. No me voy a arriesgar a que el operador me quite la cuenta, porque me convertiría en un camionero sin camión” nos explica.

EL PRECIO DE LAS JUGADAS

Los operadores del juego pagan un 25% de impuestos sobre ingresos netos en España. En Reino Unido, un 15%. Además, en España las ganancias del juego tributan como ganancia patrimonial en el IRPF.

Al entrar en vigor la Ley de regulación del juego, los jugadores no podían compensar sus pérdidas, aunque en 2012 se modificó esta situación. “Se permitió que las pérdidas del mismo año también computen, con el límite de las ganancias obtenidas ese año. Antes era una barbaridad”, nos explica Antonio Paredes, miembro del sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda Gestha.

Tras esta modificación, este técnico de Hacienda cree que la tributación sí es justa. “Va en concordancia con el resto de personas que ganan un sueldo, tiene sentido que se tribute de forma similar. No veo injusta la tributación en el impuesto sobre la renta, quizá lo que veo demasiado alto es el impuesto de los operadores de juego”.

Mientras, en Reino Unido, las ganancias de los jugadores están exentas de tributación. “El razonamiento es que por cada ganador hay muchos perdedores, por lo que no tiene sentido complicarle la vida al jugador haciéndole tributar”, nos explica Emilio Domínguez.

¿Hasta qué punto es esta la razón para el éxodo de jugadores españoles? Fernando Martín, socio de Loyra Abogados, opina que “los jugadores se van sobre todo por el tema tributario, porque no quieren pagar impuestos en España”.

Vicente Delgado argumenta que, “si tuviera que pagar un 50% de los impuestos a Hacienda, no podría progresar. No podría competir con alguien de otro país que no está pagando esos impuestos”. El discurso de este jugador huye de victimismos: “Me he tenido que ir de España igual que otros españoles”.

Aunque todos los jugadores consultados para este reportaje reclaman que se adopte el modelo británico a la hora de tributar, algunos aseguran que regresarían a España solo con que se les abriera el mercado '.com'. Mestre está entre ellos. “Yo personalmente volvería aunque tuviera que tributar mucho más. Depende de cómo valores tu calidad de vida respecto al coste. Yo soy una persona muy familiar y me gustaría pasar más tiempo en España”.

Leo Margets es otra reputada jugadora española, tanto en torneos en vivo como 'online'. También asegura que ella regresaría. “En España se vive mucho mejor, así que si abrieran el mercado al '.com' no sería solo yo la que volviera, sino todos los jugadores que se fueron a raíz de la regulación. No conozco a ningún jugador que se haya ido por gusto”, nos explica.

La regulación habría favorecido la concentración de operadores: solo los grandes, los que ya operaban antes de la regulación y operan también en el '.com', han conseguido sacar tajada. “PokerStars y 888 Póker copan el 90% del mercado español”, nos explica Simón Muñoz.

Desde la Dirección General de Ordenación del Juego nos han explicado que no hay datos oficiales sobre el volumen del juego anterior a la regulación. Según los datos del sector, el póquer 'online' movía antes de la aprobación de la ley 120 millones de euros, 60 tras la regulación. Según los datos de la Dirección del Juego, el GGR ('Gross Gaming Revenue') o el margen de juego, supuso 67 millones de euros en el año 2013.

Se hayan marchado por la liquidez, por la tributación o por ambos factores, lo que es evidente es que estos jugadores no están gastando su dinero en España. “Si expulsas de tu país a decenas de jugadores con un poder adquisitivo alto, significa que personas que podrían vivir en España no van a tus restaurantes, ni compran ropa ni coches en tus tiendas”, sentencia Mestre.

EL PÓQUER, MUCHO MÁS QUE UN SIMPLE JUEGO DE AZAR

En 2010, la Asociación Internacional de Deportes Mentales (IMSA por sus siglas en inglés), reconoció el póquer como un deporte mental, igual que el ajedrez o las damas. Leo Margets, por el contrario, cree que no es un deporte: “Le falta el elemento físico”. Aunque reconoce que el póquer puede ser para la mayoría de la población un simple entretenimiento, “eso no quita que cualquier persona que quiera convertirlo en su profesión pueda intentarlo”.

Margets defiende por ello porque los jugadores se puedan deducir todos los gastos derivados de su actividad, “es impensable si hablamos de un autónomo desarrollando cualquier actividad profesional”. Antonio Paredes, técnico de Hacienda, no ve esta consideración tan necesaria. Nos explica que si el póquer se considerara como una actividad profesional “únicamente supondría un mayor margen para la deducción de sus gastos”.

Raúl Mestre también cree que el póquer debería ser considerado, al menos socialmente, como una actividad profesional. “Si hay cientos de personas que nos ganamos la vida jugando al póquer, para nosotros es una profesión”.

Ahora, cree que es una profesión con sus peculiaridades. “Creer que voy a poder jugar al póquer online con 50 años es como pretender ser futbolista profesional a los 50”, nos explica. Mestre no liga su futuro al juego: “Quiero pensar que simplemente invirtiendo ese dinero podría vivir sin la necesidad de trabajar, que no es lo mismo que no trabajar, sino dedicarme a lo que le apetece”.

Sorprendentemente, a Mestre jugar al póquer no le parece tan apasionante. Lo considera un trabajo más, una rutina. A este jugador le interesa más transmitir a otros sus conocimientos; por eso fundó EducaPoker, una escuela en la que se defiende que el póquer se puede aprender, debido a su componente racional y matemático.

Jorge Ufano es otro los jugadores españoles que creen que el póquer se debería incluir como actividad profesional. También decidió marcharse, en concreto a Bristol. Y tampoco quiere dedicar su vida al póquer online. En los últimos años, lo ha combinado con su trabajo como 'trader' de bolsa.

Se marchó a Reino Unido por las mayores facilidades operativas y fiscales de las dos actividades a las que se dedica. Para él, el juego y la Bolsa tienen mucho en común. “En el mundo de los torneos de póquer, la varianza de los resultados está infravalorada”, nos cuenta el creador de Póker Cursos, una web en la que los conocimientos de Wall Street y Las Vegas se fusionan.

“Nunca he jugado a ningún tipo de juego de cartas, aunque sí a algún juego de rol, y es cierto que siempre se me dieron bien las matemáticas”, nos explica Vicente Delgado. Codelsa también asocia matemáticas y juego, aunque añade el factor psicológico. “Lo más importante es el 'metajuego', saber qué está pensando el rival y saber lo que el rival piensa que piensas sobre él”, nos explica, criticando además que se minusvalore la importancia mental del póquer.

Lo consideremos un juego de azar, un entretenimiento, un deporte mental o una profesión similar a la de los prestigiosos brókeres, lo cierto es que decenas de jugadores españoles de las barajas 'online' han optado por exiliarse de forma voluntaria. Y en España poco vemos de los réditos de sus jugadas de picas, corazones, rombos y tréboles. Otra fuga de cerebros (y billetes).

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Las imágenes de este reportaje por orden de aparición son propiedad de Lee Davy, ryan harvey, Raúl Mestre, William Warby, Pure Metal Cards y Florencia&Pe