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¿Y si las redes sociales estuvieran fragmentando internet?

Mapa Mundial de las redes sociales 2012| Vicenzo Cosenza | vincos.it

José Barreiro Solano

Nadie duda de que internet ha conseguido conectar a más gente en el mundo de lo que ninguna tecnología había conseguido antes. Cualquiera en cualquier parte puede hablar, ver y escuchar a personas que están a miles de kilómetros de distancia. Está claro que internet facilita la comunicación entre las personas.

Las redes sociales tienen gran parte de culpa en este fenómeno. Estos portales donde se puede contactar con todos tus amigos, compartir fotos y experiencias y relacionarse con cualquiera, ha supuesto un gran avance para conseguir que cualquier persona utilice la red de redes. Sin embargo, ¿pudiera ser que las herramientas más 'sociales' de la red sean las responsables de fragmentar la interconexión de internet?

Parece paradójico que una herramienta destinada precisamente a facilitar el intercambio de información entre personas, pueda ser un elemento de aislamiento. Facebook es la red social más popular del mundo, y es raro ver a un internauta que no tenga una cuenta, pero esta empresa más que unir, podría estar creando una separación entre los usuarios difícil de remediar.

Con la invención del email se confirmó el potencial de la Red como elemento comunicador. Cualquier usuario con una cuenta de correo podía escribir a través de internet a quien quisiera, es más, ni siquiera era preciso tener un email de la misma empresa, simplemente lo escribía y lo mandaba. Porque, sería absurdo que solo pudieras escribir a las personas que tuvieran la cuenta en la misma empresa, ¿verdad? Entonces, ¿por qué deberíamos resignarnos a poder comunicarnos solo con los miembros de nuestra red social, y no con todo el mundo?

Facebook y la fragmentación de la red

Está claro que Facebook es el líder indiscutible, pero por mucho que le pese a Mark Zuckerberg, existen otras que son también muy conocidas (y usadas).

En este mapa del mundo de 2009 de Vincenzo Cosenza podemos ver cuáles eran las redes más populares de ese año en distintas regiones del planeta:

El dominio de Facebook es claro, no solo por el número de países en que está presente, sino por la importancia de los mercados (EEUU, Europa, Australia...) Sin embargo queda claro que Facebook no es la primera alternativa (hablando con datos de 2009) en China, Rusia, Brasil o Japón, países con mucha población y un potencial enorme.

El problema de estas redes sociales es que su capacidad para conectarse entre sí es prácticamente nula. Los usuarios de estos países están aislados unos de otros ya que el Orkut brasileño no puede interactuar con el Facebook estadounidense, y un usuario del VKontakte ruso tampoco podrá comunicarse con el QZone chino.

Así que las redes sociales, en lugar de permitir la libre comunicación del usuario de internet con el resto de personas del mundo, han conseguido aislar a las regiones y hacerlas dependientes de un sistema concreto. Es decir, la mayoría de los usuarios no elegirá la red social que mejor satisfaga sus necesidades, sino la red social que tengan las personas de su entorno. Un usuario solo cambiará de red social si los demás lo hacen.

El problema de los sistemas cerrados

Las redes sociales privadas tal y como están concebidas ahora son entornos cerrados. Cada compañía ha creado protocolos, cuentas y funcionalidades tan diferentes, que se parecen tanto como la gasolina de 95 octanos y el Diesel; ambos son combustibles, pero solo podrás usar uno de los dos para tu coche.

Sin embargo a nadie le gusta quedarse aislado, y un mundo tan globalizado como este tiende a abrir sus puertas y ofrecer el mismo tipo de servicios en cualquier parte del mundo. Con lo que el panorama mundial de las redes sociales ha cambiado bastante en los últimos años.

Este es un mapa de finales de 2012:

¿Sorpresa? No lo creo. La gran variedad de redes sociales que había antes se ha esfumado. Eso no significa que hayan desaparecido (aunque algunas sí) sino que la red social dominante en la región ha cambiado de color. Es el caso de Brasil y otros países de Sudamérica o también Japón, que no ha sido capaz de resistirse a su influencia.

El gran dilema: cambio o aislamiento

Ante el empuje de la red social dominante (en la época actual se trata de Facebook), el usuario de una red social pequeña acaba por tener que decidirse entre dos opciones, primera: cambiar de red social y hacer una cuenta en la de mayor popularidad, manteniendo probablemente la anterior, pero no por mucho tiempo, ya que la tendencia clara es abandonar la vieja en favor de la nueva. Segunda: mantenerse firme y seguir usando la otra sabiendo que con el tiempo habrá contactos suyos que dejarán la red y con los que en un momento dado, podría ser incapaz de comunicarse. Es decir, el aislamiento social en la Red.

Dada la actual configuración del sistema de redes sociales en el mundo, la tendencia será la desaparición de redes sociales pequeñas (siempre que no sean tan especializadas que supongan efectivamente una opción complementaria a la red 'generalista') y el crecimiento de las dos o tres más populares. La situación final sería parecida a la de un oligopolio en donde unas pocas empresas controlan la mayor parte del mercado. De esta forma es muy sencillo para un Gobierno (como el de EEUU) recopilar información personal y espiar a los usuarios. Todo el mundo guarda sus datos en el mismo sitio, con lo que todo se simplifica.

Esto no significa que el reinado de Facebook sea permanente, sino que la tendencia siempre será usar la misma red que el resto del mundo y si todos migran a Google +, la red social de Google será la que domine, pero siempre en detrimento de muchas otras.

El peligro evidente de esta situación es que con el tiempo unas pocas empresas acumulen a la mayor parte de los usuarios de internet del mundo y con ellos su información personal, lo que podría derivar, si no existe una regulación adecuada, en problemas de abuso de poder por parte de las mismas.

¿Existen alternativas?

Volviendo al ejemplo de los correos electrónicos. Nadie se plantea que existan cuentas de correo cerradas que solo sean compatibles entre sí, como nadie se plantea que solo puedas llamar a los usuarios de móviles que tengan contrato con la compañía que tú utilizas. Las redes sociales podrían usarse de la misma manera.

Existen suficiente herramientas, protocolos y estándares abiertos y libres para desarrollar redes sociales con capacidad para interactuar entre sí. Sería tan sencillo como desarrollar un sistema común para todos y que cada empresa lo aplique de manera individual como prefiera. De este modo un usuario de Google + podría dejar mensajes en el muro de Facebook de su amigo y este un mensaje privado en el LinkedIn de su colega. La gente podría elegir la red social con las características y funcionalidades que más le van, pudiendo contactar con el resto del mundo sin problema y sin tener que renunciar a elegir con qué amigos se queda en internet.

El proyecto más parecido que existe ahora en internet es la red social Diaspora, cuya máxima es otorgar al usuario la libertad para decidir cómo gestionar sus datos, cómo controlar su cuenta y cómo hablar con sus amigos.

Pese a que hay alternativas basadas en código abierto y que garantizarían que los usuarios no se queden en una de estas 'islas' sociales, apartados de las demás, no parece que a corto plazo ninguna de las grandes empresas se vaya a plantear otra alternativa.

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