De acuerdo a ese reglamento, se establecerá una disposición para los denominados “servicios especializados”, lo que según los críticos de esta iniciativa dará lugar a una internet “de dos clases”, en la que únicamente las grandes corporaciones y quienes tengan mucho poder económico podrán optar por “vías rápidas”. Esto supone que aquellas empresas que no dispongan de gran capacidad adquisitiva recibirán servicios de acuerdo a sus – limitadas - posibilidades de pago.
Además, los proveedores de servicio podrán bloquear contenidos – a modo de policía o vigilantes en internet, siempre según los detractores de la medida - sin necesidad de una orden judicial.
En el escenario actual, las empresas grandes tienen prácticamente los mismos derechos que un simple blog personal, pero los “servicios especializados” podrían suponer una desventaja competitiva en caso de que las grandes corporaciones compraran una “vía rápida” de información, y pequeñas 'startup' no pudieran seguir la misma senda.
La plataforma 'Save the internet' llama a los usuarios a ponerse en contacto con el eurodiputado de su país en el Parlamento Europeo y hacerle llegar su rechazo a la medida.
La votación decisiva en el Parlamento Europeo debería haberse producido el pasado 24 de febrero, pero fue pospuesta para el próximo mes de abril.