Cómo hacer una película de naves espaciales con cuatro perras y la ayuda de tu tío carpintero

La corporación Tiger Corp está llevando a cabo una investigación basada en la inteligencia de un joven genéticamente modificado. Lo hace en un retrofuturo desolador, donde no hay esperanza. Uno de los encargados del estudio, el doctor Zelic, conoce a la joven heredera de la empresa, Laura. En medio de todo ello, una máquina que permite al ser humano viajar en el espacio y el tiempo —creada por ese joven—, una nave que circula por el espacio exterior y un piloto con vocación frustrado por su trabajo en un basurero espacial. Las vidas de todos ellos se cruzan y poco después comienzan los problemas.

Estas son las premisas de 'Rendezvous', una película española de ciencia ficción Rendezvous'que podría ver la luz próximamente. Quizá todavía no hayas oído hablar de ella, pero ya se ha exhibido en el Festival de Cine Fantástico de Bilbao y más recientemente en el Nocturna, el festival de Cine Fantástico de Madrid. En ella participan actores tan conocidos como Natalia de Molina (‘Vivir es fácil con los ojos cerrados’, ‘Techo y comida’), Celso Bugallo (‘Mar adentro’, ‘Los lunes al sol’) o Santi Ugalde (‘Allí abajo’, ‘Vaya semanita’).

A la luz del tráiler, parece una película de gran factura. No ha sido una rodada en Hollywood, ni siquiera en uno de los estudios que hay a las afueras de Madrid o en las localizaciones de la Ciudad de la Luz de Alicante. Se filmó en un polígono industrial de Bilbao, echando mano de la ayuda de amigos y familiares. Si para construir los decorados había que pedir consejo al tío carpintero de Guillermo, se le pedía.

Guillermo Julián y Román Santiago son los directores, productores, guionistas y otros cargos creativos de 'Rendezvous'. Ambos licenciados en Comunicación Audiovisual, cuando terminaron la carrera pensaron en hacer un máster. Sin embargo, en vez de gastar sus ahorros en prolongar sus estudios, decidieron invertir en lo que más deseaban: dirigir un largometraje. Descartado rodar en Madrid por los precios de los estudios, se trasladaron a Bilbao, tierra natal de Guillermo (Román es gallego) y comenzaron allí la construcción de los decorados.

En la ciudad vasca lograron producir un largometraje con lo que se consideraría un presupuesto bajo: Guillermo asegura a HojaDeRouter.com que el coste de realización estuvo entre 80.000 y 100.000 euros, aunque a eso habría que sumar otros gastos posteriores. Según datos de 2015 de la Federación de Asociaciones de Productores Españoles Audiovisuales (FAPAE), el presupuesto medio actual de una película es de 1,2 millones de euros, mientras que en 2009 era de 3 millones de euros. Solo el 9,4 % de los rodajes iniciados en 2015 contaban con un presupuesto alto (entre 3 y 5 millones de euros) y un 3,1 %, con uno muy alto (más de 5 millones).

“Queríamos tener un espacio de hora y media para contar nuestra historia, y siempre pensamos que era una manera de posicionarse en el mercado. Porque cortos hay millones, pero largometrajes, aunque sean pequeños, hay muy pocos”, explica Guillermo.

Alojados en aquel polígono industrial, tiraron de maña y “mucha energía e ilusión” para construir unos decorados rudimentarios pero con sabor futurista, inspirados en películas como 'Solaris', de Andréi Tarkovsky. Amigos expertos en distintas materias los ayudaron, pero también familiares. Tener un tío carpintero fue esencial: “Primero tenéis que hacer esto así. Si hacéis el techo de esta manera se os puede caer encima, lo mejor es que lo hagáis así”, les decía.

Sin saber cómo construir un decorado, Román y Guillermo los diseñaron y los fabricaron con la ayuda del pariente. “Igual habíamos montado dos muebles de Ikea, pero no habíamos hecho carpintería seria”, reconocen. Otros carpinteros les ayudaron “por amor al arte y porque es divertido”. Además, tenían a su alrededor a profesionales que les asesoraban para que luego los actores estuvieran seguros durante el rodaje. Intérpretes que, según nos cuentan, se fueron convenciendo conforme les mandaban las fotos de los decorados y les mostraban cómo iba el desarrollo.

Lo que encontraban entre los deshechos también podía resultar útil. “En la basura igual había quince piezas iguales y las utilizábamos en un decorado. Las poníamos del revés, las pintábamos… Utilizamos muchas espumas de formas diferentes para las piezas de las paredes”, recuerda Guillermo.

Recordar el futuro de los años 80

Más allá del ingenioso reaprovechamiento, la clave era “madera, madera y madera”. De hecho, a la hora de hacer el 'foley' (los efectos de sonido que se fabrican de manera artesanal), tuvieron que sustituir los pasos sobre este material por otros de personas sobre superficies metálicas. Con tanta madera y tras pasar por pintura, lo que pretendían era crear unos decorados “retrofuturistas, quizás un poco góticos”. “Nos interesaba sobre todo recordar al futuro que imaginaban en los años 80. Ese futuro de las grandes corporaciones, de las naves que parecían más camiones de basura”. Entre sus referencias cinematográficas estaban las películas de Alien y Star Wars, '2001: Una odisea en el espacio' o la ya citada 'Solaris'.

Para conseguir que los decorados parecieran más grandes o diferentes, se aprovecharon de diferentes tiros de cámara. De ese modo se podían grabar muchísimos planos dentro de un mismo pasillo. También había un corredor circular, que imitaba la curva de la nave espacial: “Con ese pasillo, que igual medía unos ocho o nueve metros, al final tienes muchas escenas”. Los actores siempre giran en el mismo lugar, pero la apariencia es distinta en cada toma. Y para el desplazamiento de la cámara, un viejo truco: el operador se desplaza en una silla de ruedas.

Román y Guillermo son también los creadores de los efectos de sonido. “Esta fue otra de las razones por las que decidimos ambientar la película en un retrofuturo”, ya que las librerías digitales de la actualidad permiten acceder fácilmente a sonidos como los que se empleaban en los años 80. Por otra parte, para la nave espacial, su idea creativa era usar sonidos que resultaran comunes a oídos del espectador. Para el arranque usaron los motores hidráulicos de una fábrica reproducidos a mayor velocidad, un motor a gasolina que se enciende o la chispa de una batería. Para los sonidos eléctricos se sirvieron de una lavadora. “Nada de lo que tú estás viendo en pantalla existe realmente, así que tienes que imaginar cómo sonaría”, explica Julián.

En los efectos digitales contaron con la ayuda de un amigo, Fernando Corral. Él les enseñó cómo trasladar los diseños que tenían en papel a mallas en 3D y a hacer los 'renders'. En principio iban a ser maquetas como las de aquellas películas ochenteras, fabricadas con impresoras 3D. Sin embargo, el resultado de las piezas no les convencía y decidieron apostar por el ordenador. Siendo una película tan de andar por casa, se sirvieron de programas gratuitos para aprender y diseñar desde cero todo lo que querían mostrar. Con Blender, un programa libre, Guillermo diseñó y modeló las naves. Como además es el director de fotografía, también le sirvió para ajustar las luces y los escenarios digitales. A la hora de la corrección de color recurrieron a DaVinci Resolve. También hubo algo de After Effects.

La ciencia ficción en el cine español

'Eva', 'Los cronocrímenes', 'Autómata'... En los últimos años se están produciendo más películas de ciencia ficción en España, un género cinematográfico que no cuenta con mucha tradición en nuestro país pero que ha dado muchas alegrías a sus responsables. 'Los cronocrímenes' encumbró a su director, el ya reputado Nacho Vigalondo (el equipo de ‘Perdidos’ dijo haberse inspirado en su argumento para algunas tramas), mientras que 'Eva' fue exhibida en el Festival de Venecia con el aplauso de la crítica.

A pesar de estos éxitos aislados, Guillermo cree que todavía hay mucho camino por recorrer: “Nosotros intentamos en un principio mover el guion, pero nadie hubiera apoyado un proyecto así. Si lo hubieran apoyado lo hubieran cambiado. La ciencia ficción en España es complicada: no hay un respeto, no hay un entendimiento a que pueda aportar algo realmente”.

Ahora están en conversación con varias distribuidoras para estrenar la película. 2016 se prevé como otro gran año para el cine español, y quizá 'Rendezvous' forme parte de esa cosecha de estrenos. Solo queda por saber si los decorados caseros y el 'software' gratuito consiguen convencer al público.

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Las imágenes han sido cedidas por la productora Calle Falsa 123