Una inmobiliaria de lujo pone en venta por un millón de euros un poblado talayótico del siglo III a. C

Santiago Torrado

Menorca —
17 de mayo de 2024 22:38 h

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En sus poco más de 700 kilómetros cuadrados de territorio, Menorca cuenta con más de 2.000 yacimientos de la era talayótica –datada entre el 1200 y el 800 a. C.–, catalogados y con un alto grado de conservación. Túmulos funerarios megalíticos conocidos como Navetas y construcciones ciclópeas llamadas Taula ubicadas en grandes recintos de piedra, son dos de los más característicos monumentos que pueblan la isla. Yacimientos que, por su valor histórico, han hecho a Menorca merecedora del título de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. A pesar de la importancia de estas construcciones, que cuentan siglos de antigüedad, la inmensa mayoría de los yacimientos se halla dentro de fincas privadas. Fincas que, como todo lo privado, se pueden vender y se pueden comprar. 

Es el caso del poblado talayótico de Binisafullet, un yacimiento considerado Bien de Interés Cultural (BIC) y que se encuentra dentro de una finca de 6.000m2 que está a la venta. Aunque el yacimiento no puede edificarse, modificarse, removerse, ni reformarse, la parcela en la que se encuentra sí puede cambiar de dueños y con ella el poblado, eso sí, previo pago de los 950.000 euros que la agencia Setheby’s pide por la propiedad. “El poblado talayótico de Binissafullet está situado en el municipio de Sant Lluís. Se trata de un recinto prehistórico que estuvo en uso especialmente desde aproximadamente los siglos IV y III a. C”, especifican desde esta agencia de bienes raíces especializada en propiedades de lujo. 

“El 99% de los yacimientos talayóticos en Menorca son propiedad privada. Si bien es cierto que el Consell Insular asumió en su momento la gestión de Torre d'en Galmés y en las últimas décadas ha comprado también el castillo de Santa Àgueda y algunos otros, en general son muy pocos los yacimientos totalmente públicos”, explica a elDiario.es el arqueólogo Carlos de Salort. Por su parte, el conseller y portavoz de Més per Menorca, Josep Juaneda, detalla que, aunque existen pocos casos, la adquisición de monumentos por parte de la Administración no es algo excepcional. 

El 99% de los yacimientos talayóticos en Menorca son propiedad privada. En general son muy pocos los yacimientos totalmente públicos

“En 1977, el Ministerio de Cultura adquirió Torre d'en Galmés, en Alaior, y en 2019 cedió su titularidad al Consell Insular de Menorca. Trepucó, en el término de Maó, tenía una parte municipal y en el 2018 el Consell compró la parte que quedaba privada. El mismo año el Consell adquirió Son Catlar, en Ciutadella, antes adquirió Montefí”, enumera el dirigente menorquinista. Este insiste en que la Administración “ni puede ni debe comprarlo todo”, aunque considera que “es positivo que suceda” de forma selectiva. 

Poblados talayóticos en hoteles

La realidad es que la oferta de Sotheby’s no es nueva ni es la única. En 2013 una inmobiliaria vendió la finca Binigaus Nou de 120 hectáreas y que se convirtió en un hotel boutique rural. Dentro del municipio de Ferreries, la firma hotelera francesa Les Domaines de Fontanille adquirió en 2017 la finca Santa Ponça que alberga un talayot y un hipogeo funerario. Sin ir más lejos, el talayot de Torrellissar Vell en Alaior, que contiene una de los únicos recintos de taula completamente conservados y que integra la lista de monumentos considerados Patrimonio de la Humanidad, se encuentra dentro de una finca dedicada a la explotación agrícola privada. 

Por su parte, desde Sotheby’s señalan que esta propiedad “está en los listings de Sotheby's Menorca International Realty desde hace algo más de 1 año” y reconocen que la noticia del poblado talayótico en venta ha generado interés en sus clientes. “Lo cierto es que han aumentado considerablemente el número de consultas interesadas por la venta de esta propiedad”, subrayan a elDiario.es. Preguntados por el perfil de clientes que expresan interés en ese tipo de propiedades, la inmobiliaria subraya que se trata de “personas que tienen un vínculo especial con Menorca y todo lo que tiene que ver con la historia, el arte y la cultura de la isla”. Asimismo, reconocen que han recibido algunas ofertas de organismos públicos. “No podemos revelar de qué administración se trata ni la naturaleza de las ofertas. Estamos obligados a guardar la confidencialidad”, destacan. 

La noticia de que el poblado talayótico está en venta ha aumentado considerablemente el número de consultas interesadas por la venta de esta propiedad. Son personas que tienen un vínculo especial con Menorca y todo lo que tiene que ver con la historia, el arte y la cultura de la isla

Pero, ¿Cómo es posible que algo que es precisamente Patrimonio de la Humanidad –es decir, de todos– sea al mismo tiempo privado? Juaneda plantea que esto es consecuencia directa de la enorme densidad patrimonial. “Menorca es la isla con mayor densidad de restos arqueológicos del mundo. En 700 km2 tenemos más de 2.000 bienes arqueológicos catalogados y distribuidos por toda la isla, entre los que se cuentan poblados prehistóricos enteros, monumentos individuales como talayots, navetas, o restos de estructuras dispersas, identificadas y la mayoría no excavadas. De estos yacimientos, hay 1.491 que son Bien de Interés Cultural –la máxima categoría de protección dentro de las propiedades rurales–”, explica. Asimismo, comenta que “es imposible que todos sean públicos, porque implicaría que la administración debería ser propietaria de todo el campo, de todo el suelo rústico: un absurdo”. 

En ese mismo sentido se expresa el arqueólogo de Salort, quien considera que sería “maravilloso” que los yacimientos fueran públicos, pero que, debido al volumen de recursos que requeriría en el caso de Menorca, lo considera una idea “un poco utópica”. “Lo interesante es reflexionar sobre quién queremos que gestione y cómo. ¿Queremos que nuestros yacimientos estén conservados y protegidos? ¿Queremos que sean investigados? ¿Que sean accesibles? Si queremos que haya una gestión hay que poner dinero. ¿Cuánto dinero está dispuesto a poner la Administración? El Consell Insular no tiene suficientes recursos para gestionar todos los yacimientos que hay”, explica. También añade que “el patrimonio histórico puede ser un bien de mercado, pero no sólo un bien de mercado con un valor económico, sino también simbólico e identitario colectivo, por eso está regulado y protegido por leyes”.

Lo interesante es reflexionar sobre quién queremos que gestione y cómo. ¿Queremos que nuestros yacimientos estén conservados y protegidos? ¿Queremos que sean investigados? ¿Que sean accesibles? Si queremos que haya una gestión hay que poner dinero. ¿Cuánto dinero está dispuesto a poner la Administración?

Menorca en venta

¿Cómo se cuida lo que discursivamente es de todos, pero en los papeles es propiedad sólo de algunos? Cabe destacar que, aunque se encuentren en manos privadas, la gestión, cuidado y mantenimiento de los yacimientos arqueológicos en Menorca está incluida en la legislación que regula el patrimonio nacional, que rige a nivel estatal y autonómico. Es decir, que aunque sean propiedad privada, las construcciones megalíticas que pueblan la isla son vigiladas, controladas y mantenidas por el Consell Insular de Menorca en colaboración con los ayuntamientos y con el Ministerio de Cultura. “De todas formas, es cierto que aquellos monumentos que son de titularidad pública reciben mayor atención e inversión”, señalan fuentes del Consell. 

Con todo, al estar dentro de propiedades privadas, la mayoría de los talayots no son de libre acceso, aunque esto no ha sido un obstáculo para poder visitar los yacimientos. A menos hasta ahora. “Desde tiempos inmemoriales y de la misma forma que con la mayoría de los caminos rurales, los menorquines hemos podido acceder de forma respetuosa a poblados, cuevas y monumentos con la connivencia de los propietarios”, explica el arqueólogo de Salort.

Sin embargo, de Salort reconoce que la irrupción del turismo masivo ha modificado estos acuerdos tácitos históricos. “La masificación turística tiene mucho que ver con que el viejo 'establishment' menorquín se haya ido desintegrando, ya sea porque algunos propietarios han visto la oportunidad de ganar un duro cobrando entrada y ofreciendo algunos servicios al visitante o porque estos espacios se han masificado llegando a generar problemas”, concluye.

¿Cuánta distancia hay entre la posibilidad eventualmente virtuosa de la gestión privada de yacimientos arqueológicos y la mercantilización sin filtro de un espacio declarado Patrimonio de la Humanidad? Juaneda señala en la misma dirección que Carlos de Salort. “Está claro que influye el contexto de masificación turística, este tipo de transacciones están directamente relacionada con este fenómeno y con la mercantilización de todo. El Consell y el Govern deberían actuar para frenar la especulación y dar respuesta a la creciente preocupación de la ciudadanía, que tiene la sensación de que en Menorca todo se vende”, subraya el conseller. 

La marca Menorca Talayótica y la declaración de Patrimonio de la Humanidad parecen haber acelerado un proceso que ya se adivinaba decadente y destructivo antes del galardón de la UNESCO, pero que desde entonces y de cara al verano en ciernes parece un camino de ida. Menorca se vende. “No es descabellado que alguien pueda pensar que poseer un yacimiento milenario en Menorca es una inversión, o que aparezca un excéntrico que vea la posesión de un yacimiento como algo suntuoso. También puede ser lo contrario: puede que quien lo compre quiera dejarlo como está o invertir en investigación. Pero yo soy pesimista y me inclino más por la segunda opción”, dice Carlos de Salort.