Quemado por pederasta, apaleada por infiel o decapitado por 'pirata': un paseo por los crímenes más oscuros de Palma
Envenenadoras, descuartizados, cabezas que ruedan, linchamientos, muerte por el garrote vil... Una Palma teñida de sangre, subterránea y poco visitada se da de bruces con la angelical imagen de La isla de la calma (1913), libro con el que el escritor y pintor catalán Santiago Rusiñol definió a Mallorca. Y es que la oscuridad habita todas las sociedades. La maldad participa del entramado urbano más o menos latente, agazapada, como una pasión casi inconfesable.
Todo este mundo lo explica con documentación, contexto, relato y anécdotas el guía cultural Joan Carles Palos en la primera actividad que abre la XIII edición del festival ‘Febrer Negre’, dedicado a la novela y cine negro, que organizan Glòria Forteza-Rey y Francesc Sanchís, dueños de las librerías Embat y Quars. La muestra, que se desarrolla del 18 al 25 de febrero, contiene presentaciones de libros de autores españoles, charlas con estudiantes, conciertos de jazz y un ciclo de cine, entre otras actividades.
“El recorrido nació por un encargo de Glòria y Francesc. No hay ficción, cuento crímenes reales que sucedieron entre el siglo XIV y el XX por el centro histórico de Palma, un escenario violento en el que todavía resuenan los gritos de dolor que han ido trazando a lo largo de los siglos un itinerario criminal. La mayoría son asesinatos institucionales amparados por la legislación de la época. La plaça de Cort y la plaça de Santa Eulalia son dos de los sitios en los que se celebraban estas ejecuciones públicas”, explica Palos a elDiario.es.
El 18 de febrero a las 10:00 horas en Cort, el Ayuntamiento de Palma, comienza este paseo cruel de dos horas en el que Palos aborda una docena de asesinatos, muchos de ellos reflejados por la prensa de la época, algunos resueltos y otros impunes.
“Cuanto más crudo es el asesinato, cuanta más violencia ha habido, la gente se interesa más. También llama mucho la atención cómo reflejan el crimen los medios. En determinadas épocas destaca el factor patriarcal, machista. Hay casos en los que la mujer era víctima del asesinato. Y se justificaba por algún motivo. Es decir: 'algo habrá hecho aquella mujer para merecer su muerte' y eso reflejaba la prensa. Los articulistas acababan dando la razón al marido”, comenta Palos.
Hay casos en los que la mujer era víctima del asesinato. Y se justificaba por algún motivo. Es decir: 'algo habrá hecho aquella mujer para merecer su muerte' y eso reflejaba la prensa. Los articulistas acababan dando la razón al marido
Un ejemplo es el de una mujer infiel que se había casado con su hermanastro. “Resulta que el hombre trabajaba de camarero en Plaça Mayor. Un día volvió antes y se encontró con dos señores que salían de su casa. Cogió un palo y la mató salvajemente. Aun así, la prensa del momento y la opinión pública fue favorable al marido, que fue absuelto”, añade.
Palos detalla más casos emblemáticos. Habla de dos mujeres que facilitaban veneno a otras para deshacerse de sus parejas en los años 40 del siglo pasado. También recuerda a dos hombres que acuñaban monedas falsas en el siglo XIV: se excedieron en la producción, los pillaron, los obligaron a beber metal fundido y los decapitaron. Además, un capellán fue quemado vivo en el siglo XV por pederasta.
Lo cierto es que un método de ajusticiamiento sanguinario, eficaz y ejemplificador fue el garrote vil, que incluso se utilizó en el franquismo. Consistía en un banco adherido a un palo con un collar de hierro atravesado por un tornillo que el verdugo clavaba por la base del cráneo. Pedro Tudurí, en 1951, fue la última persona condenada con este sistema en Palma. Estaba preso por haber descuartizado y quemado a una pareja.
“Creo que recorrer el lado oscuro de la naturaleza humana te lleva a pensar sobre cómo es nuestra manera de ser”, reflexiona Palos. “La mayoría de los asesinos son mallorquines. No es un problema que involucre a extranjeros. La maldad nos constituye como sociedad, el mal existe en cualquier población y en cualquier sitio del mundo”, afirma.
“La gente no puede creer que Palma sea escenario de crímenes”
¿Qué tienen en común un lector y un detective? Descifrar signos, leer el sentido oculto, hallar el dato escamoteado invisible que se resiste. La lectura como método de conocimiento. Así pensaba el escritor argentino Ricardo Piglia, sesudo estudioso del género policial, ganador del Premio Formentor (2015) y autor de Nombre falso, Prisión perpetua, Plata quemada y Los casos del Comisario Croce, entre otras obras.
Sobre los asesinos de papel y los detectives que persiguen (leen) rastros versará la conferencia “Novela negra española: variedades de un género en la actualidad” que dictará Javier Sánchez Zapatero, codirector del Congreso de Novela y Cine Negro de la Universidad de Salamanca.
Y con el paso de los días, los herederos españoles de Dashiell Hammett y Raymond Chandler, pioneros del género negro, de escritura seca y cinematográfica, disertarán sobre la justicia, el realismo social, la decadencia y los entornos urbanos y rurales donde ubican su producción, su mundo narrativo.
Los escritores Ibón Martín (Donostia), Teresa Cardona (Madrid), Emili Bayo (Lleida), Mariló Àlvarez Sanchis (Picassent, Horta Sud), Joan Carlos Ventura (Alfafar), Graziella Moreno (Barcelona), Víctor del Árbol (Barcelona), Santiago Díaz Cortés (Madrid) y Sebastià Bennasar (Palma) participan en esta edición en la que presentarán sus libros más recientes.
“La intención de este año es demostrar la vigencia y la actualidad de la novela negra”, señala Sanchís. “El festival me parece una iniciativa excelente. La novela negra es un género que además tiene muchos seguidores. En Mallorca hay grandes autores como Sebastià Bennasar y Guillem Frontera. Dar a conocer la cultura al gran público es formidable. La gente manifiesta su sorpresa. No puede creer que Palma puede ser escenario de hechos tan macabros, de tantos crímenes reales”, finaliza Palos.
La inscripción para participar en el 'Paseo por la Palma criminal' puede realizarse en bibcort@palma.cat.
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