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El juzgado de guardia de Madrid ha dejado en libertad con cautelares al mallorquín de 33 años acusado de agredir y matar a un hombre tras el último concierto de Karol G en el Santiago Bernabéu. Según han informado fuentes jurídicas, está imputado por un delito de homicidio imprudente, tiene prohibido abandonar el país y debe comparecer en el juzgado cada 15 días.
La víctima, un hombre de 42 años, falleció en el hospital con un traumatismo craneoencefálico severo después de haber sido agredido por el detenido a la salida del concierto, en las inmediaciones del recinto.
Según los investigadores, el detenido agredió al fallecido después de que varias personas le acusaran de estar grabándolas en vídeo. Tras el golpe, cayó al suelo y ahora el juzgado investiga cuál de los impactos fue la causa del fallecimiento. Distintos medios de comunicación han informado en los últimos días de que, en realidad, el hombre estaba haciendo una videollamada con su pareja y no grabando a terceras personas sin permiso.
La imputación provisional por homicidio imprudente implica que el juzgado, por el momento, descarta que el ánimo del agresor fuera acabar con la vida de la víctima, aunque ese fuera efectivamente el resultado. El caso está ahora en manos del juzgado de instrucción número 54 de la Plaza de Castilla de Madrid, después de que el juzgado de guardia haya sido el encargado de dejarle en libertad con cautelares.
La víctima fue atendida por personal de Protección Civil, que certificó un traumatismo craneoencefálico severo. Fue intubado y trasladado al hospital de La Paz, el más cercano, donde ingresó muy grave. A las tres y media de la tarde del día siguiente fallecía en la Unidad de Cuidados Intensivos del centro hospitalario.
“Hemos atendido a un varon de 42 años, supuestamente por una agresión, a consecuencia de lo cual sufre un traumatismo craneoencefálico severo”, explicó desde el lugar Yolanda Lahoz, jefa del servicio de guardia del SAMUR.