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El Govern balear del PP se olvida de los enfermeros en su 'consensuado' pacto de salud

La consellera de Salud, Manuela García, durante una sesión de control en el Parlament balear.

Nicolás Ribas

Eivissa —

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El Govern balear del PP ha presentado el denominado Pacto por la Salud en el cual, según anunciaron, invitaron a participar a partidos políticos, entidades, sindicatos y colegios profesionales. En un acto celebrado el pasado jueves en el hospital Son Llàtzer (Mallorca), Manuela García (PP), consellera de Salud, explicó que la meta de la hoja de ruta planteada es desarrollar un sistema sanitario “de calidad, más equitativo y eficiente”, donde cualquier ciudadano, independientemente de su lugar de residencia, “pueda acceder a los mismos recursos”. Sin embargo, este supuesto consenso en torno al Pacto por la Salud no ha contado con todos los actores del sector.

De forma pública, sólo el Colegio Oficial de Enfermeros (COIBA) y el Sindicato de Enfermería (SATSE) afirman no haber sido consultados. “Creo que los pactos de salud deben consensuarse con quienes de verdad conocen la situación”, afirma Verónica León, delegada de SATSE en Eivissa y Formentera a este diario.

Por su parte, María José Sastre, presidenta del COIBA, señala que les hubiera “gustado poder participar en el diagnóstico de la situación actual de la salud en Balears, así como en la definición de las necesidades y ejes de actuación”, aun siendo consciente, asegura, “de que se están dando los primeros pasos en este trabajo”. En conversaciones con este diario, Sastre explica que consideran que “un diagnóstico compartido y consensuado aseguraría que en este Pacto por la Salud se aborden realmente todas las necesidades en términos de salud de la población”.

La Conselleria de Salud no ha respondido, en el momento en que se publica esta noticia, si el diagnóstico de situación ha sido consensuado con los sindicatos y colegios profesionales. Pese a todo, el COIBA ha subrayado que participarán “en todos los grupos de trabajo”. El objetivo, para el COIBA, debe ser garantizar “una atención sanitaria de calidad para toda la ciudadanía”, así como aquello que afecta a todos los colectivos de profesionales sanitarios. En el caso de las profesionales en el área de salud de Eivissa y Formentera, hay entre 500 y 600 enfermeras, aunque se necesitan más de 1.000, según ha dicho el Sindicato de Enfermería (SATSE) a IB3.

“Hay que incorporar como temas muy importantes el déficit crónico de enfermeras, sobre todo, de especialistas en salud mental y comadronas”, señala a elDiario.es Maria José Sastre, que añade que el déficit de enfermeras es incluso más grave que en el caso de los médicos. Sastre considera que, entre las prioridades del sistema balear de salud, hay que fomentar “el desarrollo de las competencias y especialidades de las enfermeras”, así como establecer “un modelo de Atención Primaria con una cobertura adecuada a las necesidades y problemas de salud de la población”.

Los médicos, a favor

Entre las estrategias que hay que implementar para “captar” y “fidelizar” a los médicos, el sindicato médico balear propone declarar como “zonas de muy difícil cobertura” las categorías más deficitarias, lo que supone, en la práctica, un complemento económico importante para paliar el problema de la falta de profesionales. “Eivissa es el primer lugar donde se ha puesto en marcha: es una medida pionera en España”, valora Miguel Lázaro, presidente del Sindicato Médico de Balears (SIMEBAL), que explica que hacen falta unos 700 u 800 médicos en el archipiélago balear. La medida que ha puesto en marcha la consellera de Salud, Manuela García, también ha sido valorada positivamente por el Col·legi Oficial de Metges de les Illes Balears (COMIB).

En la línea del sindicato médico balear, Carles Recasens, presidente del Col•legi Oficial de Metges de les Illes Balears (COMIB), se ha mostrado “muy satisfecho” y “muy esperanzado” por la iniciativa que ha presentado Manuela García. En conversaciones con elDiario.es, Recasens ha remarcado que es la primera vez que un Ejecutivo balear convoca a todas las entidades públicas y privadas para “consensuar un pacto por la salud” cuya estrategia final deberá ser el resultado de toda la comunidad científica sanitaria, y no exclusivamente del Servei Balear de Salut, dependiente del Govern.

“Lo valoramos muy positivamente”, ha enfatizado Recasens, y ha añadido que la consellera de Salud ha reunido individualmente a todas las entidades involucradas para conocer de primera mano la opinión de las partes implicadas. “Este pacto permitirá despolitizar la salud”, ha recordado Recanses. El presidente del COMIB también ha hecho hincapié en que a partir de ahora se podrán añadir nuevos ejes que las diferentes entidades que tengan voz consideren importantes para fijar las bases de la política sanitaria para los próximos años.

Los objetivos del Pacto

El Govern ha fijado como ejes centrales el reconocimiento, fidelización, estabilización y captación de profesionales; el fortalecimiento de la Atención Primaria y su capacidad de prevención y resolución asistencial; el abordaje a la cronicidad; la promoción de la salud y prevención de la enfermedad; la atención a las enfermedades de salud mental y la reducción de los tiempos de espera para las consultas con el especialista y las intervenciones quirúrgicas. La Conselleria de Salud afirma que se trata de un documento inicial, remitido a todos los agentes invitados a participar, sobre el cual se llevará a cabo un análisis para definir “objetivos y estrategias” en cada área. Durante el primer semestre de 2024, de los seis grupos de trabajo, está previsto que salga un documento definitivo.

La Conselleria de Salud establece, entre las razones del déficit de sanitarios, el envejecimiento progresivo de la población –que implica más demanda de recursos sanitarios–; la falta de plazas de formación sanitaria especializada o la fuga de profesionales a otros países, según figura en el documento del Pacto de la Salud, al cual ha accedido elDiario.es. “Esta situación se agrava por el hecho insular y el aumento de la demanda de la atención sanitaria durante el verano”, destaca el texto. Este último asunto es, precisamente, uno de los temas que todavía no se ha abordado: cuál es el coste en cuanto a movilización de recursos que implica la presión de la población flotante (la suma de los residentes más los visitantes, turistas o no) sobre el sistema sanitario público, sobre todo, entre junio y septiembre.

El documento consultado por este diario especifica que este déficit de personal sanitario supone un “desafío” que afecta claramente “a la atención y la salud de los ciudadanos” y que obliga a las administraciones a “tomar decisiones orientadas a la fidelización, la retención del talento y la captación de nuevos profesionales para garantizar la continuidad asistencial”. Para ello, indica la Conselleria de Salud, hay que implementar medidas económicas, de estabilidad laboral, formación continuada, investigación y desarrollo profesional que hagan “atractivos los lugares de trabajo”. Asimismo, el texto apunta a la necesidad de elaborar un registro de profesionales sanitarios para fijar las bases de las políticas de planificación de profesionales y para conocer el número de médicos y enfermeros necesarios “para atender las necesidades de atención sanitaria de la población”.

En este sentido, el presidente del sindicato médico balear apunta a los complementos salariales y la promoción de la investigación como dos de los ejes fundamentales para captar y fidelizar profesionales. “El complemento es importante porque soluciona el déficit de oncólogos que la sociedad civil ibicenca lleva tiempo pidiendo”, afirma Lázaro. El presidente de SIMEBAL afirma que este fue uno de los puntos en los que falló el anterior gobierno progresista de Francina Armengol.

“La investigación es una incentivación no retributiva que debe aplicarse a los profesionales porque fomenta la captación y fidelización”, valora Lázaro y añade que los profesionales de Eivissa y Formentera y de Menorca deben de estar incluidos en las redes de investigación. El Instituto de Investigación Sanitaria de las Illes Balears (IdISBa), que desarrolla actividades de investigación biosanitaria y biomédica, está formado por diferentes entidades públicas, entre ellas, el Hospital Son Espases –el hospital balear de referencia–; el Hospital Son Llàtzer o la Gerencia de Atención Primaria de Mallorca. Sin embargo, no forma parte de este área de investigación el Área de Salud de Eivissa y Formentera, ni tampoco el Área de Salud de Menorca.

La importancia de potenciar la investigación

“El médico no solamente ve pacientes, tiene que hacer formación, ser docente, investigar… Hay diferentes ámbitos de actuación que al médico le pueden incentivar y la investigación es una de ellas”, opina Lázaro. El presidente de SIMEBAL recuerda que, aunque la mayor parte de la actividad de los médicos es asistencial, no es menos cierto que la investigación “tampoco ha sido potenciada por la administración”. “Es un elemento importante para el profesional” y que puede servir como “una incentivación no retributiva” en las áreas de muy difícil cobertura.

En este sentido, según Lázaro, el complemento salarial para los puestos de difícil cobertura debe aplicarse no solo a Eivissa, sino también a Menorca, Manacor e Inca. “No puede haber pacientes oncológicos de segunda o de tercera”, reitera el psiquiatra, en referencia a la situación de inequidad que se ha generado en Eivissa y Formentera respecto al resto de las islas.

La Dra. Micaela Comendeiro, investigadora colaboradora y profesora asociada del departamento de Economía Aplicada de la Universitat de les Illes Balears (UIB), desarrolla su trabajo en el campo de la economía de la salud, concretamente en el área de la evaluación de servicios y políticas sanitarias. En conversaciones con este diario, Comendeiro explica que “potenciando el área de docencia e investigación se puede innovar incluso en lo que algunos consideran lo más común y básico”.

“La pandemia dejó claro que podemos ser igual o más eficientes tele comunicándonos. A nivel nacional y europeo lo que se promueve es el trabajo en redes, es decir, la interconexión y el trabajo multidisciplinar entre diferentes grupos de investigación que profundizan en el estudio de un mismo fenómeno que acontece en lugares diferentes”, asegura Comendeiro. Sin embargo, añade que “Eivissa y Menorca son, desafortunadamente, exportadores netos de un talento que luego no puede regresar”. “No hay un mercado laboral que absorba dicho talento”, afirma Comendeiro, que considera que el actual tejido productivo de las islas menores no puede más que incorporar, sobre todo, “mano de obra de baja cualificación”.

El segundo punto del Pacto por la Salud, referido al fortalecimiento de la Atención Primaria y su capacidad de prevención y resolución asistencial, indica en la versión ampliada consultada por este diario que “entre este año, y el que viene, 252 facultativos cumplirán los 65 años, de los cuales 73 son médicos de familia o pediatras de Atención Primaria”. “Esto refleja que hay una plantilla envejecida y que aumentará en los próximos años”, admite la Conselleria de Salud. A este escenario, señala el texto, hay que añadir la falta de profesionales de atención primaria como pediatras, médicos de familia o enfermeras comunitarias.

El documento recoge que para dimensionar las cuotas de pacientes por especialista hay que planificar la atención estratificada en función de “la carga de la enfermedad, las condiciones de vida y las desigualdades en la salud de los ciudadanos”, entre otras medidas, como asegurar “condiciones de trabajo dignas y seguras” a los profesionales. Además de lo ya anunciado por el Govern en cuanto al objetivo reducir las listas de espera, mejorar las infraestructuras sanitarias y construir nuevos centros adaptados a los incrementos poblacionales, la Conselleria de Salud reconoce que hace falta una “financiación adecuada” para garantizar “la equidad de la cartera de servicios de atención primaria en todo el territorio balear”. Del mismo modo, destaca que hay que mejorar las herramientas al alcance de los profesionales, gestores y ciudadanos “para avanzar en el concepto de transparencia y evaluación de las acciones y procedimientos”.

Respecto a los primeros presupuestos autonómicos que todavía tiene que aprobar el Govern de Marga Prohens, se prevé aumentar un 17% la financiación de atención primaria, según afirma SIMEBAL a este diario. De hecho, el tercer punto del documento, que habla del abordaje a la cronicidad –otro de los ejes estratégicos fijados por la consellera de Salud Manuela García–, es “el gran déficit” de Balears, según Lázaro, presidente de SIMEBAL. Para abordar el envejecimiento de la población, afirma el psiquiatra, “hay que potenciar la Atención Primaria, que es el GPS de la sanidad”. “Se van a dedicar 5 millones de euros, y se van a contratar a 47 profesionales”, asegura Lázaro, que indica que también es importante aumentar las partidas destinadas a los recursos sociosanitarios.

Los pacientes crónicos: más vulnerables

En el documento consultado por este diario, la Conselleria de Salud reconoce que los pacientes crónicos “son los que más dificultades encuentran para acceder y circular a través del sistema sanitario, ya que no hay un ajuste adecuado entre sus necesidades y la atención que reciben”, como ya publicó elDiario.es.

Según el documento, la organización sanitaria para el grupo de pacientes que presentan pluripatologías, comorbilidad o que se encuentran en situaciones de complejidad especial “es especialmente inadecuada”. Del mismo modo, el texto del Pacto por la Salud indica que los mayores que viven en residencias también merecen “una consideración especial”, dado que “presentan una complejidad mayor que la gente de su misma edad que vive en su domicilio”, como también apuntó este diario. “Estos pacientes presentan dificultades de acceso a la atención sanitaria, lo que se traduce en la ausencia de una valoración y el seguimiento adecuado de los pacientes con problemas de salud complejos”, destaca el documento.

Por estos motivos, indica la estrategia, para dar una respuesta óptima a estos pacientes surge la atención intermedia que “potencia las curas basadas en una atención centrada en el paciente y sus cuidadores”. Por tanto, según se desprende del texto, resulta imprescindible “garantizar una respuesta eficaz a las necesidades de las personas con enfermedades crónicas desde los ámbitos social y sanitario”. Un abordaje que vaya más allá de la coordinación y pueda plantear una “verdadera integración”, con una visión centrada tanto en la persona como en el conjunto de la población, que sea “equitativa” y tenga en cuenta la necesaria “sostenibilidad económica”.

Asimismo, el documento apunta a la necesidad de garantizar la provisión de servicios de manera integral, equitativa, segura y eficiente, potenciando la gestión de casos en la atención a personas con cronicidad compleja y avanzada “como garantía de coordinación y continuidad asistencial”. Del mismo modo, debe de haber recursos específicos de atención en todos los niveles asistenciales.

Por último, en este punto, el documento indica que hay que avanzar hacia un “modelo de atención domiciliaria compartido”, en el cual los profesionales del ámbito social y sanitario puedan intervenir, compartir información y tomar decisiones conjuntamente. El objetivo es buscar fórmulas que permitan “mejorar la atención sanitaria de los ancianos que viven en residencias mejorando la coordinación de los profesionales del Servei de Salut con el equipo sanitario de las residencias”, y así acordar “un plan de individualización único”, entre otras cuestiones.

“La atención a la cronicidad es uno de los ejes de la medicina del futuro”, analiza Lázaro. El presidente de SIMEBAL explica que hay que hacer “una apuesta decidida a nivel sociosanitario” porque hay un déficit de recursos sociosanitarios (residencias, centros de día, unidades de ingresos para pacientes con enfermedades degenerativas…) y de geriatras. “Nos permitiría que no ocuparan los hospitales de agudos”, ahonda Lázaro. Es decir, el presidente del sindicato médico apunta a que el Govern debe priorizar en su presupuesto sanitario la creación de “centros y hospitales de día” porque “cada vez hay más esperanza de vida, pero también más enfermedades crónicas”.

“Son Dureta y Son Espases no resuelven los problemas sociosanitarios de los pacientes”, profundiza el psiquiatra, en referencia al viejo hospital y al actual hospital de referencia balear. “Estos hospitales nos permitirían descongestionar las urgencias en épocas en que los pacientes crónicos se descompensan”, es decir, cuando necesitan intervención médica, apunta Lázaro.

El psiquiatra también pone el foco en la importancia de la salud mental e indica que hacen falta al menos 20 millones de euros en los próximos cuatro años, “para que tengamos los psiquiatras, psicólogos y enfermeros que precisamos”. El destino de estos recursos debería ir encaminado, considera el presidente de SIMEBAL, a reducir las listas de espera en las unidades de salud mental y crear unidades específicas de trastornos de patología dual. “La salud mental debe ser prioritaria”, concluye Lázaro.

En cuanto a la salud mental, el documento consultado detalla la necesidad de seguir trabajando para “minimizar el impacto de la conducta suicida”; incrementar las plantillas para atender con más celeridad y eficacia; trabajar para luchar contra el estigma por razones de salud mental y en favor de los derechos humanos y visibilizar y sensibilizar a la población desde la promoción hasta la prevención en salud mental.

Respecto a este ámbito, la Dra. Comendeiro aborda también la vertiente socioeconómica. “Los problemas de acceso a la vivienda también afectan a la salud”, afirma, porque mucha gente que viene a las Islas a trabajar “no tiene donde vivir”. “Incluso a pesar de tener dos trabajos hay capas de la población que a duras penas llegan a final de mes”, afirma la especialista en economía de la salud.

Es decir, este “estrés no propiciado por una cuestión intrínseca a ellos”, analiza Comendeiro, es un factor que afecta a su salud. Por este motivo, destaca la profesora, el abordaje de la salud, que no es lo mismo que sanidad, “tiene que ser transversal”, ya que el nivel sociocultural y económico de las personas, así como la calidad de vida asociada a su entorno, son grandes condicionantes de su salud.

“Si queremos mejorar la salud de las personas, tenemos que invertir en educación porque el nivel sociocultural de la población es un determinante potentísimo”, manifiesta la experta. En este sentido, la profesora de la UIB recuerda que Eivissa y Formentera ocupan el segundo lugar con “la tasa de abandono escolar prematuro más elevada del Estado español”. Así, Comendeiro establece una relación directa en cuanto a que las personas son más susceptibles de contraer enfermedades si sus condiciones de vida son más desfavorables.

Reducir las listas de espera

Incrementar la actividad programada y reducir los tiempos de espera para las consultas con el especialista y las intervenciones quirúrgicas es otro de los objetivos que se marca la Conselleria de Salud que dirige Manuela García. A fecha del 31 de agosto había 92.687 pacientes en lista de espera y para consultas externas había 77.890 pacientes pendientes de una visita con el especialista –un 14,46% más que hace un año–, según los datos que el Govern recoge en su documento estratégico.

La demora, por tanto, se situaría en los 77 días, 15 más que el año pasado y más del 42% de los pacientes esperan más de dos meses. Por otro lado, respecto a la lista de espera para una intervención quirúrgica, 14.797 pacientes esperan para operarse y la demora media se sitúa en casi 134 días, es decir, más de cuatro meses. Uno de cada cinco pacientes esperan más de seis meses.

Esta situación obliga, dice el documento, a “analizar, planificar e implementar las medidas necesarias para reducir el número de personas pendientes de una consulta con el especialista o de una intervención quirúrgica” para cumplir con el Decreto 31/2018, de 19 de octubre, de garantía de los plazos máximos de respuesta en la atención sanitaria especializada programada y no urgente en el Servicio de Salud de las Illes Balears.

Por tanto, concluye el documento, la Conselleria de Salud plantea que es “imprescindible incrementar la actividad ordinaria y extraordinaria de consultas externas e intervenciones quirúrgicas en los hospitales”, aumentando el rendimiento y la productividad. Asimismo, se establece que hay que seguir contando con la “colaboración de los centros y clínicas concertadas”.

“El objetivo tiene que ser que la lista de espera esté bien gestionada y sea transparente”, afirma Lázaro sobre esta cuestión. El presidente de SIMEBAL considera que es “fundamental” que se optimicen bien los recursos de la sanidad pública y haya suficientes profesionales tanto por la mañana como por la tarde. “Si hay suficientes médicos la lista de espera bajará”, indica el psiquiatra.

Por otro lado, Lázaro arroja un dato: el 40% de los ciudadanos del archipiélago balear cuenta con un seguro privado. “Es importante que haya derivaciones: tenemos que contar con la medicina privada para las listas de espera que no podemos controlar”, asume. Finalmente, el psiquiatra aclara que debe haber una “evaluación y seguimiento” de la atención que reciben los pacientes cuando se producen dichas derivaciones.

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