El PP admite ahora que la implosión de Vox en Balears compromete la estabilidad del Govern
Tras varios días negando que la implosión de Vox en Balears -fuese a afectar a la gobernabilidad de las islas, el portavoz del Govern del PP, Antoni Costa, ha admitido este viernes que la crisis que atraviesa la formación de extrema derecha está comprometiendo la estabilidad del Ejecutivo autonómico, por lo que ha reclamado a los de Abascal que pongan fin a sus conflictos y “vuelvan a la normalidad”. El pasado lunes, cinco diputados autonómicos expulsaban del grupo parlamentario a otros dos compañeros y, como castigo, la dirección nacional de Vox decidía de inmediato echar del partido a los cinco díscolos, dejando prácticamente pulverizado a Vox en la Cámara balear y desatando una crisis institucional sin precedentes en las islas.
Por su parte, la presidenta del Govern, Marga Prohens, ha manifestado que no se ha planteado “en ningún momento” convocar unas nuevas elecciones a raíz de la situación actual, alegando que no hay ninguna razón para valorar, a día de hoy, este escenario. La líder balear ha subrayado que hay unos Presupuestos aprobados en tiempo y forma que se están ejecutando y que no se ha tumbado ninguna propuesta.
La principal incógnita que sobrevuela el archipiélago estos días es qué sucederá con el pacto suscrito entre PP y Vox a principios de legislatura, si los conservadores serán capaces de sacar adelante sus propuestas y, especialmente, con quiénes podrán pactarlas. Por su parte, en el partido de extrema derecha permanecen enfrentados, por un lado, el sector más beligerante con la dirección nacional del partido (representado por los amotinados Idoia Ribas –portavoz parlamentaria–, Sergio Rodríguez, Manuela Cañadas, María José Verdú y Agustín Buades) y, por otro lado, quienes se han mostrado más fieles a Madrid, es decir, los dos expulsados por aquéllos: el por ahora presidente del Parlament, Gabriel le Senne, y la presidenta de la formación en las Islas, Patricia de las Heras.
En la rueda de prensa posterior a la reunión del Consell de Govern, Costa ha insistido en que la crisis afecta a un partido “ajeno al Govern” -si bien el apoyo de Vox es imprescindible para sacar adelante las Leyes e iniciativas de los conservadores- pero que, en la medida de sus posibilidades, tanto PP como el Ejecutivo están tratando de mediar en la crisis para desactivarla y que, “en beneficio de los ciudadanos del archipiélago, regresen a la situación anterior al lunes”.
En este escenario, desde el Govern del PP insisten en acotar la situación a las “disputas internas” de Vox, instando a sus socios de investidura a que solucionen sus crisis para poder seguir ejecutando las políticas pactadas. Costa ha hecho hincapié en que el Govern es sólido y que seguirá “a rajatabla” la hoja de ruta marcada. “Nosotros estamos en disposición de cumplir nuestra parte y exigimos que la otra parte cumpla el suyo”, ha pedido.
Costa no ha aclarado, sin embargo, cuál sería la postura del PP y del Govern ante la posibilidad de que un tránsfuga pudiera presidir el Parlament con el apoyo de los 'populares' si finalmente los cinco diputados díscolos del grupo parlamentario de Vox fueran expulsados del partido.
En este sentido, el portavoz se ha mostrado optimista afirmando que “parece que se está regresando a la cordura”. “Esa situación no se contempla, si se produce ya se evaluará”, ha añadido.
Por su parte, la portavoz del Grupo Parlamentario Vox en Balears, Idoia Ribas, ha reiterado este viernes su voluntad de reconducir la “difícil” situación política que atraviesan, si bien de momento no hay un “acercamiento” con los dos excompañeros purgados y ha interpelado en todo momento a la dirección nacional en la confianza de que formulen ellos una propuesta.
Ribas ha comparecido ante los medios justo después de registrar en el Parlament el acta de la reunión en la que se aprobó la expulsión de Le Senne y Patricia de las Heras, un documento que por criterio de los servicios de la Cámara tiene visibilidad restringida.
La portavoz de extrema derecha ha incidido en que tienen la “mano tendida hacia la dirección nacional” -aunque niega haber hablado con Santiago Abascal u otro dirigente- y ha reconocido que en la breve reunión entre Le Senne y dos de los díscolos mantenida este jueves “lo que se hizo fue reiterar ese ofrecimiento de continuar intentando llegar a un acuerdo para solventar esta situación lo antes posible”.
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