La implosión de Vox en Balears ha dejado el escenario político de las Islas en una situación insólita con amenazas, incluso, de réplica en otros territorios. Este lunes, cinco diputados autonómicos expulsaron del grupo parlamentario a otros dos compañeros y, como castigo, la dirección nacional de Vox decidió echar del partido a estos cinco 'rebeldes'. Tras quedar la extrema derecha prácticamente pulverizada en el Parlament, los interrogantes no dejan de sucederse. Sobre todo, la principal incógnita que sobrevuela el archipiélago en las últimas horas es qué sucederá con el pacto suscrito entre PP y Vox a principios de legislatura, si los conservadores serán capaces de sacar adelante sus leyes e iniciativas y, especialmente, con quiénes podrán pactarlas.
Pese a que el PP se afana en quitar hierro al asunto e insistir en que la gobernabilidad de Balears no se verá quebrantada, atribuyendo a “disputas internas” lo acaecido en Vox, como ha apuntado el portavoz del partido en el Congreso de los Diputados, Miguel Tellado, lo cierto es que, tan sólo siete meses después de arrancar la legislatura, el futuro se presenta más incierto que nunca. Hasta ahora, el PP necesitaba sí o sí a Vox para gobernar la Comunidad Autónoma, pero el resquebrajamiento de los de Abascal pone patas arriba la estabilidad del Ejecutivo presidido por la popular Marga Prohens, quien minimiza la magnitud de la actual situación al aseverar que únicamente afecta al Parlament y no al Govern.
¿Cómo ha quedado Vox en las Islas?
Vox comenzó la legislatura con 8 diputados. Ahora, el grupo parlamentario de Vox en Balears está compuesto tan sólo por cinco representantes (Idoia Ribas, Sergio Rodríguez, Manuela Cañadas, María José Verdú y Agustín Buades). Han quedado fuera Gabriel Le Senne y Patricia de las Heras (que fueron expulsados del grupo parlamentario por sus cinco compañeros este lunes) y Francisco José Cardona (quien abandonó el grupo parlamentario y el partido hace unos meses por discrepancias internas). Estos tres últimos son diputados no-adscritos.
¿Por qué ha implosionado el partido de extrema derecha?
La crisis se explica por la división interna que desde hace meses atraviesa la formación de extrema derecha en Balears. Están enfrentados, por un lado, el sector más beligerante con la dirección nacional del partido (representado por los amotinados Idoia Ribas –portavoz parlamentaria–, Sergio Rodríguez, Manuela Cañadas, María José Verdú y Agustín Buades) y, por otro lado, quienes se han mostrado más fieles a Madrid, es decir, el por ahora presidente del Parlament, Gabriel le Senne, y la presidenta de la formación en las Islas, Patricia de las Heras. Tanto De las Heras como Le Senne fueron los únicos dirigentes que este fin de semana acudieron al cónclave de Vox en Madrid para apoyar la aclamación de Abascal.
Están enfrentados el sector más beligerante con la dirección nacional del partido y quienes se han mostrado más fieles a Madrid
Los cinco diputados rebeldes censuran que la dirección nacional habría “exigido” al grupo parlamentario que se enfrentara con el PP en Balears a cuenta de la implementación del catalán en la enseñanza. Y es que, según el diputado Sergio Rodríguez, después de que PP y Vox pactasen, como exigía la extrema derecha, destinar 20 millones de euros a desmantelar la escuela pública en catalán, la cúpula nacional del partido habría pretendido que los parlamentarios baleares abrieran un nuevo frente con el PP para “acabar con la inmersión lingüística”. Sin embargo, los cinco diputados díscolos creen que el acuerdo alcanzado con el PP para desmantelar la escuela en catalán es plenamente válido y no querían ese enfrentamiento directo con los conservadores.
En concreto, según los cinco amotinados, Vox nacional quería que ellos se peleasen con el PP para apoyar a una familia a la que “no se le había permitido” cursar en castellano al menos el 25% del horario lectivo. Este hecho fue difundido hace una semana por Vox mediante un comunicado por parte de la presidenta regional del partido, Patricia De las Heras. En opinión de Rodríguez, la presidenta de su formación política vertió unas “declaraciones incendiarias” en dicho comunicado. “Ha sido la gota que ha colmado el vaso en una sucesión constante de entorpecimientos que no podíamos seguir consintiendo”, ha comentado Rodríguez.
El diputado también ha criticado a De las Heras por su falta de liderazgo. De hecho, Idoia Ribas, la portavoz parlamentaria y de la máxima confianza de Rodríguez, ejercía de líder de facto del partido, superando con creces el poder de De las Heras en el día a día. En lo que respecta a Le Senne, Rodríguez apunta que fue expulsado por formar parte de la dirección del partido y por colaborar con De las Heras en un supuesto plan para ir desplazando poco a poco al grupo parlamentario. Además, según Rodríguez, Le Senne no se interesaba por el día a día de dicho grupo parlamentario al que pertenecía.
Por su parte, desde Madrid intentan minimizar la crisis. El partido ultra no quiere mostrar una imagen demasiado preocupante de la crisis institucional abierta en Balears, aunque, en palabras de su vicepresidente y secretario general, Ignacio Garriga, la ruptura del grupo parlamentario balear deja la legislatura en una situación “incierta e irregular”. Garriga insiste en que Le Senne y De las Heras trabajarán para promover las medidas acordadas con el PP en el marco del pacto de gobernabilidad suscrito entre ambos partidos. “Los cinco diputados no van a truncar la determinación de los otros dos, ahí veremos quién está comprometido con las ideas”, ha indicado en una entrevista concedida a RNE.
¿Con quién o quiénes podrá pactar el PP?
El PP cuenta tan sólo con 25 escaños. Son los mismos que suman, en la oposición, la izquierda: el PSOE (18), Més per Mallorca (4), Més per Menorca (2) y Podemos (1). La mayoría absoluta en el Parlament balear está, sin embargo, fijada en 30 diputados. Las tensiones surgidas en los últimos meses por sus desavenencias con Vox han puesto a los populares contra las cuerdas en varias ocasiones, aunque finalmente han logrado desatascar sus crisis a costa de claudicar ante Vox.
Con todo, la situación a partir de ahora se les complica aún más. El PP podría pactar con los cinco rebeldes que aún operan bajo la marca de Vox en la Cámara legislativa a pesar de haber sido expulsados del partido, lo que podría generar serias tensiones con la dirección nacional de la formación. Ellos mismos se han ofrecido a reconducir la situación y a mantener vivos los términos del acuerdo con el PP -“Garantizamos la gobernabilidad de Balears”, han proclamado este lunes-.
El PP podría pactar con los cinco rebeldes que aún operan bajo la marca de Vox en la Cámara legislativa a pesar de haber sido expulsados del partido, lo que podría generar serias tensiones con la dirección nacional de la formación
¿Podrá alcanzar el PP acuerdos con los dos diputados purgados?
El PP también podría verse obligado a pactar con los dos diputados expulsados del grupo parlamentario de Vox (Le Senne y de las Heras), quienes gozan de la máxima confianza de Abascal. A pesar de continuar afiliados a Vox, quedarán como diputados no adscritos en el Parlament balear.
Junto a ambos, los conservadores también se verían abocados a negociar con el díscolo Francisco José Cardona, quien abandonó la formación de extrema derecha después de que Idoia Ribas le retirase la portavocía adjunta para dársela a Sergio Rodríguez. También cabe la posibilidad de que el PP negocie con el outsider Llorenç Córdoba, el cual fue echado por el propio PP de la coalición de derechas que tiene en Formentera por presuntamente exigir a Prohens un sobresueldo de 4.000 euros.
Sin embargo, la suma de todos los diputados del PP + Le Senne + de las Heras + Cardona + Córdoba es insuficiente: son sólo 29 escaños y, en Balears, son necesarios 30 votos para la mayoría parlamentaria.
Los votos de todos los diputados del PP, de los dos expulsados de Vox (Le Senne y de las Heras), de uno que abandonó Vox voluntariamente (Cardona) y de uno que echó el PP de su coalición en Formentera (Córdoba) no suma una mayoría suficiente
¿Quién se quedará con el grupo parlamentario de Vox?
Los cinco díscolos de Vox, quienes aseguran no haber recibido ninguna comunicación oficial sobre su expulsión, continúan operando bajo las siglas del partido ultra. En cualquier caso, podrían mantener sus escaños modificando el nombre de su grupo, a pesar de que su presencia en el hemiciclo responde a la confianza que los votantes depositaron en Vox y no en otra formación nacida al socaire de sus discrepancias con la dirección nacional.
En este sentido, Més per Mallorca ha registrado una propuesta para cambiar el reglamento del Parlament con el objetivo de que, cuando un diputado abandone o sea expulsado de su formación, deje de formar parte del grupo parlamentario, para “evitar que tránsfugas se apoderen de grupos”. La propuesta plantea equiparar la normativa de la Cámara balear a la de las entidades locales.
Por su parte, De las Heras y Le Senne, al ser solo dos diputados, no pueden crear el grupo parlamentario de Vox. El Parlament exige un mínimo de tres personas para tener un grupo parlamentario propio. Podrían unirse a Francisco José Cardona, pero éste también decidió abandonar el partido de Vox, con lo cual la jugada no tendría mucho sentido. O el PP podría prestarles un diputado para conformar un grupo propio, pero esta opción parece bastante alejada. Lo más probable es que ambos permanezcan como diputados no adscritos.
De las Heras y Le Senne, al ser solo dos diputados, no pueden crear el grupo parlamentario de Vox. El Parlament exige un mínimo de tres personas para tener un grupo parlamentario propio
¿Quién será el nuevo presidente del Parlament?
Una de las grandes incógnitas es qué pasará con la presidencia del Parlament, que recae en Gabriel Le Senne gracias al acuerdo que el PP firmó con Vox para permitir la investidura de Marga Prohens. En principio, Le Senne no podría continuar como presidente de la Cámara porque se ha quedado sin grupo parlamentario, aunque sí cuente con partido político. Es decir, forma parte del partido de Vox, pero no del grupo parlamentario de Vox.
Los cinco rebeldes no lo van a poner fácil. Advierten de que por ahora todos ellos continúan formando parte de Vox y se alzan como los interlocutores válidos con el PP. Además, consideran “indiscutible” que sólo a ellos les corresponde designar un candidato a la presidencia de la Cámara cuando se produzca el cese de Le Senne. Uno de los nombres que suena con más fuerza es el de Idoia Ribas, quien lidera a los cinco diputados rebeldes y es la portavoz parlamentaria.
El reglamento del Parlament establece en su artículo 24 que los diputados que dejen de pertenecer a su grupo parlamentario perderán el derecho a ocupar el puesto que ocupaban hasta ese momento en los diferentes órganos de la Cámara, por lo que Le Senne sería automáticamente cesado de su cargo. Sin embargo, el exdiputado de Vox se aferra a su cargo y reclamará este miércoles a la Mesa del Parlament que se soliciten informes jurídicos sobre su situación, una propuesta que dejaría en suspenso la tramitación del escrito de expulsión presentado por Idoia Ribas.
La maniobra implicaría aplazar su destitución como presidente de la Cámara y abriría las puertas a una batalla legal con los cinco diputados rebeldes. Le Senne también pretende que los servicios jurídicos se pronuncien sobre quién, llegado el caso, podría proponer candidato para sustituirle, ya que el reglamento estipula que corresponde al grupo que originalmente propuso al miembro cesado. La decisión, con todo, requiere de mayoría de los miembros de la Mesa, compuesta en Balears por dos representantes del PP y otros dos del PSIB-PSOE, además del propio Le Senne.
En medio de esta situación se produce otra circunstancia endiablada: el acuerdo que el PP rubricó con Vox a inicios de legislatura contempla, sí o sí, que el presidente del Parlament será de Vox. Sin embargo, ninguno de los que actualmente conforman el grupo parlamentario Vox pertenecen ya al partido al haber sido expulsados.
Le Senne, uno de los purgados, tendrá que dejar de ser presidente del Parlament balear al quedarse sin grupo parlamentario, aunque ha decidido aferrarse al cargo
¿Habrá 'efecto dominó'?
Es difícil prever si la crisis de Vox afectará a otros territorios donde la extrema derecha gobierna con el PP (por ejemplo, en Castilla-León o la Comunitat Valenciana). Si Marga Prohens, la presidenta balear del PP, decide pactar con los cinco diputados rebeldes, que ya no forman parte del partido de Vox porque la dirección nacional les va a echar, puede leerse por parte de la cúpula nacional de Vox, encabezada por Santiago Abascal, como un desafío.
A nivel balear, está por ver cómo afectará esta implosión de Vox al desarrollo de medidas estrella que pactaron ambos partidos al inicio de la legislatura. Entre ellas, la constitución de una “oficina de garantía lingüística” ideada por la formación de extrema derecha con el objetivo, a través de multas desorbitadas, de “luchar contra la imposición del catalán” en las Islas. También está pendiente la creación de la “Oficina de Defensa para las Víctimas de Ocupación Ilegal de Vivienda”, la derogación de la Ley de Memoria Histórica, el control de la inmigración o el refuerzo de la seguridad en las calles.