Al menos 153 muertos y 82 heridos en una estampida durante las celebraciones de Halloween en Seúl
El Gobierno de Corea del Sur ha declarado este domingo el luto nacional tras la aglomeración vivida en la noche del sábado durante las celebraciones de Halloween en el centro de Seúl que ha dejado por el momento 153 muertos y 82 heridos.
El país asiático ha amanecido este domingo conmocionado por el accidente que ocurrió en torno a las 22.22 hora local del sábado (13.22 GMT del sábado) en un empinado callejón en las cercanías del Hotel Hamilton, frente a la estación de metro de Itaewon, en una conocida zona de ocio nocturno, repleta de bares.
Las autoridades tratan de determinar la causa del suceso, que según testigos presenciales, autoridades y vídeos publicados en redes sociales se originó por una acumulación excesiva de gente en un estrecho callejón que conecta la principal avenida del barrio, Itaewon ro, con una concurrida zona de bares. Allí quedaron atrapadas centenares de personas, muchas de las cuales fallecieron por asfixia, de entre los miles que acudieron a festejar Halloween en Itaewon.
Ese punto del centro de la ciudad era cada año un lugar mítico de celebración de esta festividad. El barrio es famoso porque está ubicado junto a una base militar estadounidense y alberga una mezquita, lo que convierte la zona en una de las más diversas de Seúl. La festividad, sin embargo, llevaba dos años sin ser multitudinaria debido a las restricciones derivadas de la pandemia. Según los cálculos preliminares, el sábado había en ese lugar decenas de miles de personas.
“De repente, todos cayeron al frente y los demás fueron aplastados”, relataba anoche a la agencia coreana Yonhap un joven de 20 años que se encontraba en el lugar. Las primeras imágenes sobre la tragedia, publicadas en internet, mostraban a un gran número de gente atrapada en el mencionado callejón mientras los equipos de emergencia trababan de evacuar a algunos de ellos. Otros practibaban maniobras de reanimación sobre las víctimas. En las fotos y las imágenes de televisión, aparecen hileras de ambulancias en el lugar de los hechos y cuerpos tendidos en el suelo cubiertos con mantas.
Numerosos testigos presenciales han criticado en declaraciones a diferentes medios locales la falta de presencia policial en un barrio famoso por su ocio nocturno que cada año atrae a decenas de miles de personas en estas fechas. La opinión pública surcoreana se pregunta el día después de la tragedia sobre la falta de previsión en una ciudad acostumbrada a manejar de manera eficiente manifestaciones en las que se reúnen miles de personas prácticamente cada fin de semana.
A raíz de lo sucedido, el presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol, ordenó en la noche del sábado ejecutar una operación de emergencia para suministrar primeros auxilios a los afectados y que dispongan de camas y atención hospitalaria. El portavoz del cuerpo de bomberos Choi Cheon-sik ha afirmado, según recoge el diario The Guardian, que más de 400 trabajadores de emergencia de diferentes puntos del país han sido movilizados para atender a los heridos.
En las cercanías del lugar de los hechos algunas personas han comenzado a depositar flores y otras ofrendas en recuerdo a las víctimas, mientras que el Gobierno ha anunciado que el lunes se colocarán altares con ese fin en una plaza de Itaewon y en la plaza frente al Ayuntamiento de Seúl.
Muchos de los 153 fallecidos son veinteañeros, y de esa cifra provisional, casi un centenar son mujeres, según los datos ofrecidos por el departamento de bomberos de Yongsan, que informaron asimismo de que entre los heridos hay 19 en estado grave, por lo que el balance final de muertos podría ser mayor.
Las autoridades han detallado que entre las víctimas mortales hay una veintena de extranjeros, y han precisado entre sus países de origen a China, Japón, Austria, Francia, Noruega, Rusia, Estados Unidos, Australia, Irán, Vietnam, Kazajistán, Uzbekistán, Tailandia y Sri Lanka. El Gobierno de Seúl ha informado asimismo de que se han recibido 355 reportes de personas desaparecidas que podrían estar vinculadas al suceso, mientras continúa la identificación de todas las víctimas del incidente. Se trata del accidente más mortífero en la historia reciente del país asiático desde el hundimiento del ferri Sewol en 2014, que causó la muerte de 304 personas, la mayoría estudiantes de secundaria que estaban de viaje de fin de curso.
El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk-yeol, ha anunciado este domingo el comienzo de un período de luto nacional que se prolongará hasta el próximo sábado, y prometió una “investigación en profundidad” sobre sus causas. El mandatario ha destacado que la “máxima prioridad” del Ejecutivo es en estos momentos es “determinar las causas del accidente y prevenir incidentes similares”, además de las tareas de asistencia a las víctimas y a sus allegados, durante un discurso televisado horas después del accidente.
El presidente ha trasladado sus condolencias a los allegados de las víctimas del suceso, y lo ha definido como “horrible” y como “una tragedia y un desastre que nunca debió haber ocurrido”, antes de desplazarse este domingo a Itaewon.
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