Noviembre del 89 será siempre recordado por una sola cosa: la caída del muro de Berlín. EEUU derrota a la malvada bestia roja tras décadas de lucha, pero ya tiene otra bestia en marcha que, 30 años después no ha aplastado y está muy lejos de conseguirlo. Mientras George Bush padre probablemente bailaba de alegría en el Despacho Oval, Al Qaeda vivía un importante punto de inflexión que determinaría el futuro de la organización hasta hoy, el asesinato de Abdulá Azzam, considerado por muchos el padre del yihadismo global (con el permiso de Sayyid Qutb, que a día de hoy sigue inspirando a grupos terroristas).
El 24 de noviembre de 1989, Azzam iba de camino a la mezquita cuando alguien, todavía es un misterio, detonó una bomba y lo mató. Ese mismo año, la Unión Soviética se había retirado de Afganistán y Al Qaeda vivía un intenso debate sobre su futuro. Azzam abogaba por exportar la yihad al resto del mundo, centrándose en los países y gobiernos no musulmanes. Por su parte, la rama liderada por Zawahiri, actual líder de Al Qaeda, siempre tuvo un enfoque más local, especialmente el Gobierno egipcio.
Azzam era un erudito palestino especializado en ley islámica. Tras la Guerra de los Seis Días de 1967 salió de Cisjordania y participó en la resistencia palestina contra Israel. Tenía 26 años. Posteriormente continuó sus estudios y obtuvo un doctorado en principios de la jurisprudencia islámica por la Universidad de Al Azhar, El Cairo, en 1973. Posteriormente consiguió trabajo en la Universidad del Rey Abdul Aziz de Yeda, Arabia Saudí, donde permaneció hasta 1979, año de la invasión soviética de Afganistán. La gran oportunidad para poner en marcha la yihad que predicaba,
En aquellos años universitarios, Arabia Saudí era un imán para profesores islamistas exiliados de países árabes vecinos. Y en aquel momento, un joven estudiante de Económicas, Osama Bin Laden, se vio influido por todos ellos. Otro destacado profesor de la universidad durante la etapa de Bin Laden fue Muhammad Qutb, el hermano de Sayyid Qutb (el del primer párrafo). Sayyid es el autor de 'Hitos en el camino' (1964), un manual para el terrorismo yihadista moderno cuando este apenas existía.
Azzam se trasladó a Peshawar, Pakistán, cerca de la frontera con Afganistán, y se convirtió en uno de los más destacados muyahidines. Azzam emitió una fatwa apoyada por el gran mufti de Arabia Saudí, Abd al Aziz Bin Baz, titulada: “La defensa de las tierras musulmanas, la primera obligación después de la fe”. “Si un trozo de tierra musulmana del tamaño de la palma de una mano es invadido, entonces la yihad se convierte 'fard ayn' (obligación global) para todos los musulmanes, hombres y mujeres, y a la que los niños deben marchar sin el permiso de sus padres y las esposas sin el permiso de sus maridos”.
En Peshawar, Azza se reencontró con Osama Bin Laden, a quien describía como un “hombre caído del cielo”. Bin Laden se hospedó en la pensión de Azza para reclutar combatientes y juntos crearon la Maktab al Jadamat (oficina de servicios) para organizar todas esas labores de reclutamiento y formación en la guerra santa. El germen de Al Qaeda. Por aquel entonces, el lema de Azzam era: “Solo la yihad y el fusil: nada de negociaciones, nada de conferencias y nada de diálogo”.
Zawahiri y el declive de Azzam
Afganistán se convirtió en peregrinación obligatoria para todo aquel que se considerase yihadista y acabó siendo la universidad del terrorismo. Una tercera figura clave aterrizó en aquellos años para luchar contra los soviéticos, Aymán al Zawahiri, actual líder de Al Qaeda. Tal y como escribe el periodista Lawrence Wright en 'Los años del terror', Zawahiri no se acercó a Azzam, sino que se centró en Osama Bin Laden.
Zawahiri sabía que Bin Laden era un hombre rico y poderoso. Uno de los principales ayudantes de Zawahiri, Ahmed al Nayyar declaró que Zawahiri le había confesado que “unirse a Bin Laden era la única solución para mantener la organización Al Yihad”, según recoge Wright en su libro.
Peshawar, 1988, los soviéticos han anunciado que se retiran y Bin Laden, Azzam y la cúpula de Al Yihad, con Zawahiri presente, se reúne para decidir su futuro. De aquella reunión nace Al Qaeda. Zawahiri se había ganado a Bin Laden y había conseguido poner a muchos miembros de su organización en la cúpula de Al Qaeda. Esto generaría futuras tensiones en el grupo terrorista.
“No sé qué hacen algunas personas aquí en Peshawar. Hablan contra los muyahidines. Solo tienen un objetivo, crear 'fitna' [división entre musulmanes] entre esos voluntarios y yo”, se quejaba Azzam a su sobrino Abdulá Anás, según recoge Wright.
Un año después de aquella reunión, Azzam fue asesinado. El caso sigue sin resolverse, pero entre las principales teorías está el propio Zawahiri. Otros apuntan a los servicios de inteligencia de varios países, especialmente los de Jordania.
La muerte no eliminó su legado y la célula de Al Qaeda que llevó a cabo el peor atentado terrorista de la historia doce años después (11-S) estaba muy influida por los pensamientos de Abdulá Azzam, según cuenta el director de inteligencia del think tank estadounidense Brookings. Varios terroristas han reivindicado sus atentados en nombre de Azzam y la rama de Al Qaeda en Líbano se llama Brigadas Abdulá Azzam en su honor.