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Los abogados de Trump intentaron conseguir datos electorales “sensibles” tras los comicios de 2020, según The Washington Post

Donal Trump saliendo de la Torre Trump el 10 de agosto de 2022, días después del registro de su mansión en Florida.

elDiario.es

Agencias —
16 de agosto de 2022 08:19 h

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Los abogados del expresidente de Estados Unidos Donad Trump habrían tratado de hacerse con datos electorales “sensibles” extraídos de las máquinas de conteo de votos tras las elecciones de 2020, según ha publicado este lunes el diario The Washington Post.

El periódico estadounidense, que ha tenido acceso a correos electrónicos y otros registros documentales, asegura que los abogados de Trump habrían dirigido a un equipo de expertos informáticos para copiar datos sensibles de los sistemas electorales de condados de tres estados clave tras las elecciones: Georgia, Nevada y Michigan. Los representantes del republicano habrían pagado a los informáticos hasta 26.000 dólares.

En sus esfuerzos por anular la derrota electoral frente a Joe Biden, los abogados de Trump habrían pedido a una empresa de datos forenses que accediera a los sistemas electorales de los condados de esos tres estados clave en disputa, según los documentos a los que ha tenido acceso el diario estadounidense.

La abogada Sidney Powell habría enviado al equipo a Michigan para copiar los datos electorales de un condado rural y del área de Detroit. Otro abogado de la campaña de Trump habría contratado al equipo para hacer lo mismo en Nevada. El 7 de enero de 2021, justo después del asalto al Capitolio, el equipo informático para copiar datos de un sistema de votación de Dominion en el condado de Coffee, en el sur de Georgia.

Los documentos, asegura The Washington Post, arrojan más luz sobre el frente de batalla de Trump y sus aliados para anular las elecciones. Mientras los abogados, informáticos y contratistas de seguridad trabajaban en secreto para hacerlo con el equipo de votación a nivel de condado, el entorno del expresidente presentaba impugnaciones legales, instigaba manifestaciones en Washington y presionaban al Congreso y al exvicepresidente Mike Pence para que rechazaran la victoria de Biden.

Trump y sus asesores se apoderaron tras la derrota de las máquinas de votación como mecanismo para ejecutar el supuesto fraude. Culparon entonces a los fabricantes de las máquinas y a fuerzas extranjeras en la sombra de unirse a un falso complot para sacar al republicano de la Casa Blanca. Recuentos y revisiones posteriores han confirmado la precisión de las máquinas que se utilizaron para el recuento de las elecciones de 2020.

Este mismo lunes, se ha conocido que el exabogado personal de Trump, Rudy Giuliani, está siendo investigado en el estado de Georgia por su implicación en los intentos del expresidente de invalidar el resultado de la elecciones de 2020. Giuliani, cuyas teorías conspiratorios sobre una presunta interferencia a favor de los demócratas en los comicios han sido objeto de una investigación criminal, tendrá que comparecer ante el gran jurado en Atlanta.

La Fiscalía pide mantener en secreto la declaración que llevó al registro de su mansión

El Departamento de Justicia de EEUU ha pedido también este lunes que se mantenga en secreto la declaración jurada que justificó la petición de registro de la mansión de Donald Trump en Florida en busca de documentos clasificados sobre armamento nuclear.

En un documento de 13 páginas dirigido al juez de Florida que lleva el caso, el fiscal Juan Antonio González solicita que no se publique el documento porque podría afectar al curso de la investigación. Según González, podría “alterar la trayectoria de la investigación, revelar actuaciones presentes o futuras y menoscabar la capacidad de los agentes para obtener pruebas o testigos creíbles”.

El fiscal general de EEUU, Merrick Garland, fue quien autorizó la decisión de solicitar la orden de registro del pasado lunes a Mar-a-Lago, la mansión que el expresidente tiene en Palm Beach, en el sureste de Florida. El FBI realizó dicho registro en busca de documentos oficiales que el republicano se habría llevado de la Casa Blanca cuando dejó de ser presidente y que incluiría material clasificado.

Entre el material incautado están 11 conjuntos de documentos marcados como de información “ultrasecreta/sensible”, según la copia de orden de registro.

Varios medios de comunicación estadounidenses, entre ellos el diario The Washington Post y la cadena CNN, habían pedido que se publicase la declaración jurada enviada por el Gobierno al magistrado para justificar el registro en casa de Trump, una petición que fue aprobada por la Justicia.

Tras conocerse la negativa del Gobierno, el propio Trump acudió a la red social Truth para enviar un mensaje en el que pidió “la publicación inmediata y sin editar” de la declaración jurada en pro de la transparencia.

“Además de las implicaciones para la investigación, la publicación de este tipo de material investigativo podría tener consecuencias devastadoras para las reputaciones y los derechos de los individuos cuyas acciones y comentarios se describen”, justificó el Departamento de Justicia en su texto ante el juez.

El expresidente republicano está investigado por la posible comisión de tres delitos: violación de la Ley de Espionaje, obstrucción de la Justicia y destrucción de documentos, que, en caso de condena, podrían conllevar desde multas hasta penas de prisión e inhabilitación para ocupar cargos políticos.

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