La invasión rusa de Ucrania se adentra este viernes en su segundo año sin final a la vista. En elDiario.es hemos preguntado a cinco voces expertas sobre el futuro de la guerra.
¿Concluirá con la victoria de alguno de los bandos o en la mesa de negociación? ¿Estamos ante una guerra prolongada? ¿Cuánto durará? ¿Hasta qué punto mantendrá Occidente su apoyo militar a Kiev? ¿Qué podemos esperar en el campo de batalla en los próximos meses?
Con todas las incertidumbres que conlleva analizar un conflicto en curso, estas son sus respuestas:
Mark Galeotti, director de Mayak Intelligence e investigador asociado de Royal United Services Institute
En última instancia, creo que Ucrania ganará, pero no hay forma de saber cuándo será, ni qué significa “ganar” en este contexto. Sospecho que, al final, Ucrania reconquistará los territorios ocupados, salvo Crimea, y que la península será objeto de negociaciones, lo que podría conllevar un nuevo y auténtico referéndum de sus habitantes, incluidos los que se ven obligados a huir, sobre su futuro.
Esto va a ser una guerra prolongada, a menos que Kiev consiga algunos avances espectaculares esta primavera y este verano. De lo contrario, se convertirá en una lucha de desgaste que enfrentará al sistema autoritario de Putin con la firmeza de los ucranianos y la voluntad de Occidente de seguir apoyándoles. Putin está apostando a que puede durar más que Occidente, por lo que la clave no será necesariamente aumentar el apoyo a Ucrania, sino asegurarse de que se puede mantener lo que se está haciendo a largo plazo: es probable que esto sea un maratón más que un sprint.
- Lo que viene en el campo de batalla
Los rusos ya han comenzado su ofensiva, no como un solo martillazo sino como una serie de ataques locales destinados a poner a prueba a Ucrania y ver si hay puntos débiles en sus defensas. Probablemente se lanzó antes de lo planeado, debido a la continua interferencia política de Putin: está hambriento de algún tipo de victoria, sin importar lo poco que la toma de una ciudad como Bakhmut (en Donetsk, al este) significa realmente para la guerra. No creo que logren muchos avances reales.
Sin duda, Kiev lanzará sus propias ofensivas, seguramente después de haber calibrado la magnitud del ataque ruso. Ucrania necesita algunas victorias propias, sobre todo para tranquilizar a los aliados occidentales de que esta guerra se puede ganar y no se prolongará eternamente. Es muy posible que se lancen a recuperar Melitópol, en el sur, lo que sería significativo si tuvieran éxito, ya que rompería el “puente terrestre” de Zaporiyia con Crimea. Sin embargo, es difícil predecir si tendrán éxito, porque siempre es peligroso subestimar a los rusos en la defensa.
Andreas Umland, investigador del Stockholm Centre for Eastern European Studies
Tras las anexiones oficiales rusas de cuatro regiones del territorio ucraniano en septiembre de 2022, parece poco probable que la guerra pueda terminar con un armisticio, y menos aún con un acuerdo político integral. Las apuestas políticas y las barreras legales se han vuelto muy altas, para ambas partes, como para acordar compromisos. Que la guerra subsiguiente se prolongue o no dependerá en gran medida del grado de apoyo militar de Occidente a Ucrania. Si este apoyo es decidido, Ucrania quizás podría reconquistar ya en 2023 todos los territorios ocupados que fueron anexionados en septiembre y cortar las líneas de suministro a Crimea por tierra, por el puente de Kerch y por mar.
Este último escenario podría entonces obligar a Rusia a aceptar algún tipo de acuerdo parcial, tal vez, que implique una administración internacional temporal sobre Crimea. Sin embargo, se desconoce hasta qué punto Occidente estará dispuesto y será capaz de apoyar a Ucrania. Aunque parece seguro que se mantendrá algún tipo de apoyo, hasta ahora es una incógnita qué cantidad y calidad exactas tendrá este apoyo. Cabe esperar que tanto el volumen como el tipo de apoyo militar sean tales que permitan a Kiev poner fin cuanto antes a la ocupación rusa de tierras ucranianas.
- Lo que viene en el campo de batalla
La gran ofensiva rusa durante este o los próximos meses que ha sido esperada por muchos analistas parece cada vez más improbable. El barro primaveral del suelo ucraniano ya está dificultando el rápido movimiento de los blindados pesados.
Durante la primavera y principios del verano de 2023, es de esperar que llegue a Ucrania al menos una parte del armamento pesado occidental anunciado recientemente para Kiev. Por tanto, yo esperaría una ofensiva ucraniana en algún momento del verano o principios del otoño de 2023. Sin embargo, tampoco puede excluirse una ofensiva rusa si Moscú es capaz de reunir suficientes fuerzas. Rusia podría intentar cortar, con una ofensiva a través de Bielorrusia desde el norte, el suministro ucraniano a Kiev y la línea del frente desde la frontera de la UE. Del mismo modo, Kiev podría intentar cortar, con una ofensiva en el sur de Ucrania, las líneas de suministro rusas a Crimea.
Carmen Claudín, analista senior del Barcelona Centre for International Affairs (CIDOB)
Es imposible saber con certeza ahora cómo acabará la guerra y por qué, y tampoco está muy claro. Podemos pensar en un conjunto de razones, pero es difícil decir en qué forma. Una victoria absoluta sería ideal si fuera por el bando ucraniano. A lo que tenemos que aspirar los demócratas de este lado de Europa es a una victoria militar clara de Ucrania. No solo para el bien de Ucrania y nuestro bien, sino para el bien de un posible futuro mínimamente democrático en Rusia. Sin una victoria clara militar de Ucrania es muy difícil pensar en un futuro de transición democrática en Rusia. Una derrota militar de Rusia sería el único parámetro que podría realmente sacudir no solo la cúpula del poder ruso, sino además el conjunto de la sociedad rusa de una manera que podría realmente hacerle replantearse toda una serie de estereotipos de la mentalidad de su cultura política. Rusia necesita una catarsis colectiva del tipo que experimentó la Alemania nazi al acabar la Segunda Guerra Mundial.
El final negociado solo se puede pensar en función de cómo estaría la situación de fuerza en el terreno y en este momento es imposible verlo.
La guerra de Ucrania ya es una guerra prolongada. Muchos analistas piensan que la guerra va a durar mucho más, algunos hablan de años. Yo pienso que no podemos saberlo porque la situación evoluciona no solo en función de la relación de fuerzas militares sobre el terreno, lo que es una condición sine qua non, sino también está relacionada con el equilibrio de poder dentro del Kremlin. Putin sí se está preparando para una guerra prolongada. No sé si le van a permitir desde dentro instalar su poder en ella. La cuestión importante también es si Occidente va a ser capaz de mantener su apoyo militar, que es absolutamente indispensable para que Ucrania pueda vencer.
Es evidente que el Kremlin cuenta con las divisiones internas de la Unión Europea, por un lado, y con una posible fractura en la relación transatlántica –a lo mejor no ahora con una Administración Biden, pero si llegara un nuevo Trump a Washington es evidente que la situación de Ucrania y el apoyo norteamericano militar quedarían en entredicho–. Y por consiguiente es importantísimo saber, pero es puramente especulativo, si la Unión Europea y los países de Europa que no sean de la UE están dispuestos a seguir con el apoyo por su lado e incluso a incrementarlo para suplir la falta del apoyo norteamericano. Lo que es seguro es que Putin cuenta las divisiones dentro del campo occidental, porque sabe además que la UE ha sido campeona de divisiones internas. Por eso, entre otras cosas, no se esperaba el grado de unidad que la Unión Europea ha plantado ante Rusia.
Anton Barbashin, director editorial de Riddle Russia
En general, estoy convencido de que esta guerra durará mucho tiempo. Hasta ahora no hemos visto que ninguna de las partes esté dispuesta a comprometerse políticamente con las condiciones que Ucrania quiere, algo que Rusia no puede aceptar bajo la presidencia de Putin, y parece que las exigencias de Rusia siguen siendo bastante costosas y extensas, y no pueden ser aceptadas por la parte ucraniana. Así que este año habrá esencialmente una continuación de los combates. La parte ucraniana es muy dependiente de la continuación del apoyo occidental. Hasta ahora estamos viendo que el apoyo y el deseo de continuar están ahí, por lo que no parece haber un problema en el lado del apoyo occidental decidido a Ucrania.
La guerra como tal terminará completamente solo cuando cambie el régimen ruso. No hay manera de esperar, incluso si vemos en algún momento un cese de las hostilidades por un periodo de tiempo, que la guerra vaya a terminar antes de que Putin deje la presidencia o, lo que es más probable, muera en el cargo. Así que la guerra, como tal, continuará mientras no cambie el régimen en Rusia. Se podría decir que la guerra podría seguir mientras el régimen no cambie en Ucrania, pero esto sería muy inesperado y no espero que suceda por una serie de razones. Por lo tanto, existe la posibilidad de que este conflicto quede en suspenso a finales del próximo año, pero, una vez más, dependerá de lo que ocurra ahora.
- Lo que viene en el campo de batalla
Estamos viendo claramente que Rusia está a la ofensiva en el este, en el Donbás. Está teniendo muchas bajas y no se está moviendo rápido. Ambas partes se están preparando para las actividades ofensivas y contraofensivas. La situación todavía es de pura niebla de guerra, por lo que no sabemos exactamente lo que está sucediendo. Somos conscientes de que Rusia, gracias a la movilización, ha podido reunir fuerzas adicionales para utilizarlas en los combates, por lo que cuenta con el personal necesario para, al menos, defender esta posición. Por otro lado, no parece que Rusia haya reunido suficientes tropas para llevar a cabo una ofensiva a gran escala, y mientras no veamos una segunda oleada de movilización, no sería muy probable, por lo que parece que hasta ahora la estrategia es llevar a cabo ofensivas más pequeñas y esperar un avance.
En cuanto a la parte ucraniana, está esperando los suministros que podrían ser utilizados en sus contraofensivas, pero de nuevo esta primavera y el verano pueden ser sin duda un período muy caliente. Todo lo que ha estado sucediendo en el último año indica que este conflicto se está prolongando y que no veremos el final este año, pero este año probablemente podría determinar cómo y dónde puede terminar el conflicto. Si a lo largo del año Rusia no es capaz de cambiar radicalmente el juego, no será ella la que defina el final de la guerra.
Marnie Howlett, profesora de política rusa y de Europa del Este en la Universidad de Oxford
La guerra no empezó hace 12 meses, sino hace 12 meses y ocho años. Durante ese tiempo, los ucranianos han demostrado en repetidas ocasiones que están dispuestos a luchar y morir por su país. No es posible predecir cómo acabará la guerra, pero los ucranianos han manifestado repetidamente que se oponen categóricamente a las concesiones. Incluso sin el inmenso apoyo de Occidente visto en los últimos 12 meses, los ucranianos lucharon por su tierra y la defendieron.
Esto nos demuestra que tienen capacidad, firmeza y agallas para seguir luchando, y lo harán, mientras sean agredidos. Por tanto, la duración de la guerra dependerá de cuánto tiempo siga Rusia violando el derecho internacional y ocupando el territorio de Ucrania.