Adiós a las promesas anteriores al referéndum de Escocia

No ha pasado una semana del referéndum escocés y los líderes de uno y otro lado ya han rectificado o matizado las promesas que solemnemente hicieron durante la campaña. El líder del Partido Nacional Escocés (SNP en sus siglas en inglés) y ministro principal de Escocia, Alex Salmond, prometió durante la campaña que su partido no pediría otro referéndum porque consideraba que la decisión del 18 de septiembre era válida “por una generación”, o sea aproximadamente por 30 años.

Sin embargo, el lunes ha matizado que una consulta como la del pasado jueves es sólo “uno de los posibles caminos” hacia la independencia, aunque el referéndum era el que él prefería.

Salmond, que cederá el liderazgo del Gobierno y de su partido en noviembre, dijo que una mayoría absoluta de su partido en las próximas elecciones al Parlamento escocés, como la que ya tiene en la actual legislatura, podría ser otra vía para lograr la independencia.

Sus palabras fueron la respuesta a la advertencia en Twitter de uno de los barones de su partido, Jim Sillars. Sillars comentó que una mayoría en las elecciones escocesas de 2016 sería suficiente para declarar la independencia. Y además acusó a la reina de haber interferido en la campaña electoral, por lo que el partido debería apostar por la República.

“El escenario que plantea Sillars es muy muy difícil de imaginar”, comenta a eldiario.es Tony Travers, profesor de estudios políticos de la London School of Economics. “El Reino Unido no tiene una Constitución escrita por lo que nunca se puede decir nunca. Al contrario que en España, aquí todo está permitido menos lo que la ley dice que no. Sin embargo, en mi opinión es muy difícil de imaginar que la población escocesa aceptara como válida una decisión unilateral del SNP de declarar a Escocia independiente. Honestamente, creo que son comentarios que nacen de la frustración lógica de haber perdido un referéndum por poco”.

La encrucijada de Cameron

La encrucijada de CameronPero con seguridad el brete en que se encuentra el líder conservador David Cameron es el más complicado. Él también ha matizado la promesa que firmó junto con los líderes del partido laborista, Ed Milliband, y el Partido Liberal Demócrata, Nick Clegg, de dar más poderes al Parlamento escocés si vencía el no en el referéndum.

Cameron puede elegir entre mantener su palabra, dar más poderes a Holyrood (el Parlamento de Edimburgo) y perder votos para las próximas elecciones de mayo de 2015, o no cumplir su promesa firmada para mantener la paz entre sus filas y sus votantes.

El primer ministro se ha reunido con otros líderes conservadores en su residencia privada del primer ministro en Chequers para estudiar los pasos a seguir pero ya le están lloviendo las críticas tanto de su partido como desde Escocia.

Alex Salmond declaró el domingo que los líderes del Reino Unido habían “hecho trampas” con los votantes escoceses al desdecirse de sus promesas. “No me sorprende que se retracten, lo que me sorprende es que lo hagan tan pronto”, bromeó.

“Votos ingleses para leyes inglesas”

Para intentar calmar los ánimos entre sus filas, Cameron ha propuesto que haya más poderes también para Inglaterra. La nueva ley consistiría en que sólo los diputados ingleses pudieran votar en las leyes que atañen exclusivamente a Inglaterra, dejando así a los escoceses fuera de los asuntos ingleses.

Esta propuesta se tendría que votar en la Cámara de los Comunes y los partidos tienen intereses contrarios de cara a las elecciones generales de mayo de 2015. Los laboristas cuentan con muchos más votantes que los tories en Escocia y esta decisión les podría hacer perder un gran número de votos.

Desde un punto de vista electoral, a los conservadores les convendría que esa ley se aprobara. El partido ultraconservador y euroescéptico UKIP podría seducir a la parte más conservadora del partido de Cameron si el primer ministro se limita a cumplir lo prometido durante el referéndum y dar más poderes a Escocia.

The 45

En esta reubicación de todas las partes también los votantes del han movido pieza. Un nuevo movimiento en Twitter y Facebook llamado The 45 pretende mantener viva la esperanza de una Escocia independiente. Quieren representar al 45% de los votantes que dijeron sí a la independencia y ya tienen más de 160.000 “me gustas” en Facebook.

Entre los comentarios de sus seguidores se leen desde palabras de consuelo por haber perdido hasta teorías de la conspiración. La más repetida asegura que la cadena estatal BBC se posicionó claramente de parte del no, y que sin su enorme influencia Escocia podría ser hoy independiente.

Este sector ha puesto en marcha una petición de firmas para pedir una investigación independiente que examine si la BBC ha sido imparcial al informar sobre el referéndum.