Andrés Manuel López Obrador ha prestado juramento este sábado como nuevo jefe de Estado de México y, de manos del diputado Porfirio Muñoz Ledo, ha recibido la banda presidencial que le entregó el mandatario saliente, Enrique Peña Nieto. López Obrador ha prometido durante su discurso de investidura “no robar” y “luchar contra la inmunda corrupción pública y privada”.
La ceremonia se ha llevado a cabo a las 11.20 hora local (17.20 GMT), unos 20 minutos más tarde de lo establecido, en la sede de la Cámara de Diputados, teniendo como testigos a diputados y senadores en una sesión conjunta del Congreso, dominado por su partido, Movimiento Regeneración Nacional (Morena).
“Protesto guardar y hacer guardar la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y las leyes que de ella emanen, y desempeñar leal y patrióticamente el cargo de Presidente de la República que el pueblo me ha conferido de manera democrática, mirando en todo por el bien y la prosperidad de la Unión; y si así no lo hiciere que la Nación me lo demande”, ha dicho al recibir la banda presidencial.
Transformación pacífica, profunda y radical
Durante su primer discurso a la nación, López Obrador ha señalado que “nada ha dañado más a México que la deshonestidad de los gobernantes”. Además, el nuevo dirigente se ha comprometido a “no robar”.
“A partir de ahora se llevará a cabo una transformación pacífica y ordenada, pero al mismo tiempo profunda y radical, porque se acabará con la corrupción y la impunidad que impiden el renacimiento de México”, subrayó.
El líder izquierdista -que asegura que conducirá al país a la “cuarta transformación” tras la independencia, las reformas liberales del siglo XIX y la Revolución mexicana- ha afirmado que quiere convertir “la honestidad y la fraternidad en forma de vida”.
A continuación, ha criticado el modelo neoliberal que ha regido la economía del país en las últimas décadas. “La política económica neoliberal ha sido un desastre, una calamidad para la vida pública”, ha indicado.
Un modelo económico, que según López Obrador, ha fracasado completamente, pues ha potenciado la inseguridad y violencia que padece el país, que en 2017 ha registrado el mayor número de homicidios dolosos en dos décadas. “El distintivo del neoliberalismo es la corrupción. Suena fuerte, pero la privatización ha sido en México sinónimo de corrupción”, ha asegurado.
En transparencia internacional, ha indicado, México ocupa el lugar 135 de 176 países evaluados, mientras que en 2000 ocupaba la posición 59.
López Obrador, quien será presidente de 2018 a 2024, ha recibido la banda presidencial de manos de Muñoz Ledo, presidente de la Cámara de Diputados y uno de los padres de los movimientos de izquierda en México al separarse en 1988 del Revolucionario Institucional (PRI), el partido de Peña Nieto.
Unos 40 minutos antes de la ceremonia de transmisión del Poder Ejecutivo Federal, López Obrador ha salido de su casa en Tlalpan, en el sur de Ciudad de México, en su vehículo particular, arropado por centenares de simpatizantes.
Este protocolario evento se ha llevado a cabo con la sede legislativa custodiada por elementos de la policía capitalina y del Ejército, vestidos de civiles con traje negro.
En la tribuna, antes de que llegaran Peña Nieto y López Obrador, que arrasó en los comicios del 1 de julio con más de 53 % de los votos, los legisladores dieron su posición sobre la investidura presidencial.
En un emotivo mensaje, el senador Mario Delgado Carrillo de Movimiento Regeneración Nacional (Morena), el partido de López Obrador, ha afirmado que es “tiempo del cambio verdadero” y de la “democracia verdadera”, que pone fin a un “régimen autoritario”.
“No les vamos a fallar. ¡Que vivan los ciudadanos del primero julio! ¡Que viva la cuarta transformación nacional! ¡Y que viva México”, ha concluido.
En un encendido discurso, el diputado y expresidente nacional del Revolucionario Institucional (PRI), René Juárez, ha criticado las consultas populares y la cancelación del aeropuerto de Texcoco.
Y si bien deseó un mandato exitoso a López Obrador, ha afirmado que el PRI nunca estará “de rodillas” ante el nuevo mandatario, a quien ha recordado que “la obcecación conduce a lo autoritario”.