Los países europeos comienzan a endurecer sus restricciones tras el fuerte aumento de los contagios por coronavirus registrados en la última semana. Europa vuelve a encabezar una semana más el ranking de las regiones con más casos del mundo. Según los últimos datos de la Universidad Johns Hopkins, Europa ha sumado 181.022 casos este jueves, frente a los 110.136 de Latinoamérica y el Caribe –muy condicionados por la situación crítica de Brasil– o los 100.699 de Asia, las otras dos regiones con más contagios a nivel mundial.
Por países europeos, Polonia, Alemania y Ucrania son los que registran mayores subidas en el número de contagios en la última semana. Mientras, Francia e Italia, con una alta tasa de contagios desde hace varias semanas que no deja de empeorar, continúan entre los cinco primeros países que más positivos han sumado en los últimos siete días, a pesar de que su población es mucho menor que la de los otros tres países que les acompañan en las primeras plazas del ranking –Brasil, Estados Unidos e India–.
La incidencia acumulada está igualmente disparada en varios de estos países. Francia tiene 523 casos por 100.00 habitantes en los últimos 14 días (189.448 contagios nuevos esta semana), Italia tiene una incidencia de 508 (157.694 casos en la última semana) y Alemania alcanza una incidencia de 184 (92.732 casos en la última semana), tras registrar un incremento de casi un 50% en la última semana. A ellos se suman la República Checa con 1.444 casos por cada 100.000 habitantes en dos semanas, Hungría con 961 o Polonia con 617. Solo España y Portugal registran tasas por debajo de los 150 casos.
Francia retoma los confinamientos
Dadas las circunstancias, y ante la lentitud con la que está avanzando la vacunación por los problemas de suministro, varios países europeos están endureciendo ya sus restricciones para evitar un colapso del sistema sanitario. Con una tasa de incidencia por encima de los 500 casos, que no para de crecer, Francia ha decidido confinar desde este sábado y durante al menos cuatro semanas, 16 departamentos del país, incluida París (Île-de-France), tal y como anuncio anoche el primer ministro Jean Castex.
Aunque los centros educativos van a permanecer abiertos, los territorios afectados tendrán que cerrar toda la hostelería y todos los comercios que no se consideren de primera necesidad. También se aplicarán fuertes restricciones a la movilidad. Los habitantes de estas zonas del país, más de 23 millones de personas, no podrán desplazarse a más de 10 kilómetros ni acudir a otras regiones. El toque de queda se ha establecido a las 19.00 horas y se ha realizado un llamamiento a teletrabajar en todas aquellas profesiones en las que sea posible.
El Gobierno del país habla abiertamente de tercera ola y considera que la situación es especialmente delicada para el sistema sanitario. “El confinamiento es una medida extremadamente difícil para el país y hemos dicho que la tomábamos como último recurso”, comentó este jueves el portavoz del Gobierno, Gabriel Attal. Además de París, están sometidos a las nuevas restricciones los siguientes departamentos: Aisne, Nord, Oise, Pas-de-Calais y Somme (región de Hauts-de-France); Seine-Saint-Denis, Essonne, Hauts-de-Seine, Seine-et-Marne, Val-d'Oise, Val-de-Marne, Yvelines (régión Ile-de-France); Alpes-Maritimes; Seine-Maritime y Eure. En un intento de acelerar la campaña de inmunización, Francia ha reanudado este mismo viernes la vacunación con dosis de AstraZeneca, que había suspendido, tras conocerse el aval de la Agencia Europea del Medicamento.
Alemania revierte la desescalada
El fuerte incremento en los casos en Alemania, donde la tasa de incidencia ha crecido cerca de un 50% en la última semana, ha llevado a su ministro de Sanidad, Jens Spahn, a advertir de que la tercera ola de la pandemia es ya una realidad en el país. Las autoridades germanas temen que la Semana Santa pueda desencadenar un incremento de los contagios similar al de Navidad por lo que han hecho un llamamiento a no bajar la guardia. Spahn ha reconocido que la ola no va a poder detenerse aún gracias a las vacunas ante la lentitud con la que avanza la campaña de inmunización –Alemania también ha reanudado este viernes la vacunación con AstraZeneca– y que, por tanto, habrá que seguir recurriendo a las restricciones.
Frente a la desescalada que había iniciado en las últimas semanas, el titular de Sanidad alemán, ha advertido de que es probable que no solo se tengan que frenar las aperturas, sino que se deban aplicar nuevos cierres. “Cuando esté inmunizada la población de mayor riesgo, podremos hablar de aperturas. Entre tanto, hay que tener paciencia”. En el mismo sentido se ha pronunciado el vicepresidente del Instituto de Salud Pública Robert Koch, Lars Schaade, que ha advertido de un “incremento exponencial de los casos” que puede tener graves consecuencias: “Pido a la ciudadanía que pase la Semana Santa con su entorno más cercano y evite los viajes”, ha reclamado.
España, ante un posible cambio de tendencia
En España, las comunidades autónomas decidieron, empezar a relajar las restricciones tras el fuerte descenso de los contagios registrado en febrero. Sin embargo, los datos del Ministerio de Sanidad apuntan ya a un claro cambio de tendencia: tras varios días de ralentización en la caída de los nuevos casos, en las dos últimas jornadas la tasa de incidencia ha registrado su primer crecimiento –aunque muy ligero– desde finales de enero y se sitúa en los 127 casos por 100.000 habitantes. La situación se repite en varias comunidades autónomas, como Madrid y Catalunya, en las que también se ha producido un incremento de la tasa de incidencia.
Tanto la ministra de Sanidad, Carolina Darias, como el responsable del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, han advertido en sus últimas comparecencias de que puede producirse un repunte de los casos en el país como en otros países europeos. Dada la situación y tras la experiencia de la Navidad, los gobiernos autonómicos han acordado con el Ministerio de Sanidad aplicar esta Semana Santa un paquete de restricciones encaminadas, sobre todo, a limitar la movilidad.
Este paquete de medidas afecta al puente de San José y a la Semana Santa. En virtud de este acuerdo entre Sanidad y las comunidades autónomas, están prohibidos los desplazamientos entre comunidades y el toque de queda común se fija a las 23.00 horas –aunque podrá adelantarse–. Además, cada comunidad autónoma ha adoptado una serie de medias complementarias, como el cierre de las provincias, limitar las reuniones en los espacios privados a convivientes o cerrar perimetralmente los archipiélagos –es el caso, por ejemplo, de Canarias–.