Austria confina a toda la población y decreta la vacunación obligatoria por el repunte de COVID
Las autoridades austriacas han decidido este viernes extender el confinamiento a toda la población a partir del lunes para frenar la nueva oleada de casos de COVID. La medida durará un máximo de 20 días, y se evaluará a los diez días, según informan los medios del país.
Tras una reunión con los gobernadores de los nueve estados federados, el Gobierno también ha anunciado la vacunación obligatoria a partir de febrero de 2022 de todos los residentes del país, el primer país de la Unión Europea (UE) en introducir esta medida en el conjunto de la población. Aquellos que no cumplan la normativa se enfrentarán a sanciones administrativas.
“Los ciudadanos deberán asumir nuevas restricciones, ha habido demasiados que se han mostrado insolidarios. Les pido que sigan las medidas y que reduzcan los contactos”, ha dicho el canciller federal, Alexander Schallenberg. “A pesar de meses de persuasión, a pesar de todas las campañas en los medios de comunicación, a pesar de todo, no hemos podido convencer a la gente de que se vacune”. Las personas no inmunizadas están confinadas desde esta semana en el país.
Salzburgo y Alta Austria, las dos regiones donde mayor es la incidencia de contagios y el riesgo de colapso del sistema sanitario, ya habían anunciado un confinamiento general para sí mismas.
El nuevo confinamiento supone que los ciudadanos solo podrán salir de sus viviendas para determinados fines, como compras de primera necesidad, ir al médico, ayudar a terceras personas o pasear y hacer ejercicio al aire libre. Las tiendas no esenciales, salvo supermercados y farmacias, así como restaurantes, gimnasios y todos los espacios de ocio quedarán cerrados. Se recomienda trabajar desde casa. Las guarderías y los colegios permanecerán abiertos para “aquellos que lo necesiten”.
Los casos en Austria están disparados a niveles que superan las peores oleadas hasta ahora, y la tasa de contagios se encuentra entre las más altas del continente europeo. Las muertes también están en aumento, pero en una proporción por ahora menor al del pico del pasado otoño, el más alto hasta ahora. Las autoridades han alertado de la creciente presión sobre el sistema sanitario. Los médicos y otros expertos sanitarios venían demandando medidas más duras después de que los hospitales de dos de las regiones más afectadas –Salzburgo y Alta Austria– estuvieran al borde de colapsar y las medidas adoptadas hasta ahora no hayan frenado el aumento de los contagios.
El comparativamente bajo nivel de inmunización contra la COVID-19, un 65%–respecto a sus vecinos de Europa Occidental– ha sido calificado de “vergonzoso” por el propio Gobierno. Cerca del 25% de la población mayor de 18 años no ha recibido la pauta completa aún, por debajo de la media de la UE.
Schallenberg ha criticado abiertamente a las fuerzas políticas que se oponen a la vacunación, como el partido ultraderechista FPÖ, que cuenta con el 20% de intención de voto, y ha definido su postura como “un atentado contra el sistema sanitario”. “Así que nos vemos abocados a una decisión muy difícil, la decisión de que debe comenzar rápidamente una vacunación obligatoria a nivel nacional”. El FPÖ ha convocado una gran manifestación para es sábado para protestar contra las restricciones impuestas.
Las autoridades austríacas llevaban varias semanas aumentado la presión a los reacios a vacunarse. Primero, prohibiendo a quien no esté vacunado o sanado ir a locales de gastronomía, ocio o estética. Luego, desde el pasado lunes, con un polémico confinamiento solo para no inmunizados.
En las dos semanas que llevan aplicándose las restricciones a no vacunados, el número de primeras dosis ha crecido un 3,4%, duplicando el ritmo de las dos semanas anteriores, según recoge EFE.
Según informaban medios austriacos este jueves, los ciudadanos de Viena que aún no se hayan vacunado recibirán una carta de la ciudad con una cita ya reservada que incluye fecha y hora, la cual se les pide que cancelen si no pueden acudir.
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