Las autoridades ucranianas niegan que haya víctimas extranjeras en el ataque de Yavoriv
“No hay extranjeros entre las víctimas mortales del ataque de ayer”. Un día después del bombardeo a la base militar de Yavoriv, a unos 50 kilómetros de Leópolis y 25 de la frontera con Polonia, Maksym Kozytskyi, responsable de la administración estatal de la región, lo ha repetido más veces este lunes en rueda de prensa. “El balance es el mismo de ayer, aunque hay 10 heridos en condiciones graves”. Kozytskyi desmiente la información del ministerio de Defensa ruso que este domingo, a través de su portavoz, habló de “180 mercenarios extranjeros muertos”. Las autoridades ucranianas hablaron ayer de la presencia de extranjeros en la base, usada en el pasado para el entrenamiento militar de las tropas nacionales, a menudo con instructores de EEUU y otros países de la OTAN.
“Lo que pasó ayer en el Centro para el Mantenimiento de la Paz y la Seguridad Internacionales de Yavoriv fue un shock, pero las explosiones también se oyeron en Polonia. Me han llamados alcaldes de allí porque se dieron cuenta de que la guerra se está acercando”, ha declarado el alcalde de Leópolis, Andriy Sadovyi, en la misma comparecencia en la que, junto al gobernador, ha vuelto a pedir a la comunidad internacional decisiones más contundentes para parar la ofensiva militar rusa. Unos minutos antes, la viceprimer ministra Iryna Vereshchuk, había vuelto a exigir el establecimiento de una zona de exclusión aérea.
Capital cultural y refugio para desplazados
“No sabemos qué puede pasar, si pueden golpear también Leópolis mañana. Nuestro casco histórico es patrimonio de la Unesco pero ya sabemos lo que hicieron los talibanes en Afganistán. Los rusos hacen lo mismo que los talibanes. Pero yo estoy aquí y mi familia está aquí”, ha declarado el alcalde, contestando a preguntas sobre la seguridad de la ciudad tras la escalada de ayer en el frente occidental.
“Hay miedo desde que empezó la ofensiva en otras ciudades del país, pero si estás ocupado todo el día haciendo cosas no tienes tiempo de tener miedo”, ha añadido. La ciudad, considerada la capital cultural del país, se ha convertido en el centro de preparación de la resistencia y de la acogida a los desplazados procedentes de otras zonas del país. “Tenemos aquí a 200.000 personas, otra ciudad. Si hubiera pasado en cualquier ciudad europea, hubiera sido el caos, pero como veis aquí la ciudad sigue funcionando porque estábamos preparados”.
El alcalde, que ha pedido apoyo financiero y humanitario a la comunidad internacional, ha cifrado en un millón de dólares al día el gasto que supone la acogida de los desplazados. Pero también ha subrayado cómo la ciudad quiere seguir funcionando, ha anunciado que las clases en los colegios se están retomando a distancia y que a ellas también se suman los niños desplazados. Muchos de ellos están alojados precisamente en las centenares de escuelas y centros culturales que han pasado a formar parte de la red que el Ayuntamiento ha puesto en marcha para ofrecer refugio a los que han tenido que dejar sus ciudades y sus casa.
7