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Después de EEUU, objetivo Alemania: revuelo por la injerencia de Elon Musk a mes y medio de las elecciones

Elon Musk, durante una visita a la Gigafactoría de Tesla en Gruenheide, Alemania, el 13 de marzo 2024.

Mariangela Paone

30 de diciembre de 2024 21:27 h

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Elon Musk lo ha vuelto a hacer. Por segunda vez en menos de un mes, el multimillonario ya convertido en mano derecha del presidente electo de EEUU, Donald Trump, ha conseguido acaparar el debate político en Alemania cuando falta poco más de mes y medio para unas elecciones cruciales.

Lo ha hecho, una vez más, expresando su apoyo al partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD por sus siglas en alemán), segundo en las encuestas, por detrás de los conservadores de la CDU. En una tribuna publicada este fin de semana por el Welt am Sonntag, la edición dominical del diario conservador Die Welt, Musk se explayaba sobre las razones de su bendición a la formación, que sigue bajo la vigilancia de los servicios secretos por la sospecha de extremismo.

El texto ahondaba en la idea que el magnate ya había expresado sin tapujos hace dos semanas cuando, en un mensaje en X –la red social de la que es dueño y que ha convertido en la plataforma de promoción de la agenda ultra en las versiones de todas las latitudes– escribió: “Solo AfD puede salvar a Alemania”.

En la columna, Musk volvía sobre el mismo concepto definiendo al partido “el último destello de esperanza”, antes de enumerar la bondad de sus ideas. “Los partidos tradicionales han fracasado en Alemania”, escribió Musk. “AfD, aunque se le tache de extrema derecha, representa un realismo político con el que se identifican muchos alemanes que sienten que sus preocupaciones son ignoradas por el establishment”, añadió en una intervención que ha alentado los temores de injerencias en la campaña electoral y una discusión sobre los límites de la libertad de expresión. Un debate que empezó en la misma redacción de Welt, donde la jefa de opinión presentó su dimisión.

“Siempre me ha gustado dirigir la sección de Opinión de Welt y Welt am Sonntag. Hoy ha aparecido un artículo de Elon Musk en Welt am Sonntag. Ayer presenté mi renuncia tras la publicación”, escribió en X Eva Marie Kogel, recibiendo mensajes de apoyo y respaldo de varios compañeros de profesión y de periódico.

El texto de Musk apareció acompañado por otra columna firmada por el periodista Jan Philipp Burgard, que asumirá este miércoles la dirección del periódico del grupo Axel Springer, al que pertenecen también el tabloide Bild y el medio estadounidense Politico. “El diagnóstico de Musk es correcto, pero su enfoque terapéutico, que solo la AfD puede salvar a Alemania, es fatalmente erróneo”, escribió Burgard, sin que esto evitara la tormenta que la publicación del texto de Musk ha desencadenado dentro y fuera del diario.

La Asociación Alemana de Periodistas (DJV) publicó una nota en la que acusó al diario de haber dado a Musk “carta blanca para hacer publicidad de la AfD” y de haber relativizado en el texto de Burgard las acusaciones lanzadas a la formación ultra por la Oficina de Protección de la Constitución, los servicios de inteligencia para el interior del país.

“Todo lo que se podía hacer mal los responsables de 'Die Welt' lo han hecho”, afirma en el comunicado el presidente de la DJV, Mika Beuster. “Publicidad electoral de un partido de extrema derecha empaquetada como periodismo, un distanciamiento adulador que no lo es y el silenciamiento de los críticos internos de la redacción. ¡Increíble!”.

Beuster también hizo un llamamiento a todas las redacciones para que no se dejen instrumentalizar en la campaña de las elecciones parlamentarias y traten con sumo cuidado las colaboraciones de invitados: “Los medios de comunicación alemanes no deben permitir que se les utilice indebidamente como portavoces de autócratas y sus amigos”.

“Hay algo que pasa con muchos medios de comunicación y es la falacia de creer que se publican todas las opiniones y la verdad está en el punto intermedio. Y se publica lo que dice Elon Musk para mostrar esa campana, pero en realidad se está dando voz a una persona que apoya un partido de derecha radical que está reñido con los valores democráticos, que pretende erosionar el Estado de derecho y que es aliado de otros partidos similares alrededor del mundo. Lo cual pone en seria duda si esta decisión de un medio de comunicación tiene algún sentido, esta idea de que escuchar todas las opiniones para luego tomar las decisiones. Yo creo que es un problema”, comenta Franco Delle Donne, autor del libro Factor AfD y director del podcast Epidemia Ultra.

“Lo que ha hecho la jefa de Opinión de Welt es un posicionamiento político que evidencia que dentro del diario y en todos los medios no hay una opinión única y que hay periodistas que hacen su trabajo, lo hacen a conciencia y que hay límites”, añade.

La respuesta de los principales partidos

De injerencia también han hablado los representantes de los principales partidos. “No recuerdo, en la historia de las democracias occidentales, que haya habido un caso comparable de injerencia en la campaña electoral de un país amigo”, dijo el candidato a canciller de la CDU, Friedrich Merz, en una entrevista a los periódicos del grupo Funke Media.

“Imaginemos por un momento la reacción —justificada— de los estadounidenses ante un artículo comparable de un destacado empresario alemán en el New York Times apoyando a un outsider en la campaña de las elecciones presidenciales de EEUU”, añadió. En su texto Musk reivindicaba el derecho de intervenir en el debate en Alemania debido a las grandes inversiones hechas en el país donde Tesla ha abierto una gigafactoría de coches eléctricos en Brandemburgo, a las afueras de Berlín. Una fábrica que no existiría de ser por AfD, le espetó Merz, “ya que fueron los que más se opusieron a esta planta”.

Saskia Esken, colíder de los socialdemócratas (SPD) del canciller Olaf Scholz, también denunció la injerencia de Musk. “Nosotros lo decimos claramente: Nuestra democracia es defendible y no se puede comprar”, declaró Esken a Reuters. El ministro de Sanidad, Karl Lauterbach, también del SPD, escribió en X: “El hecho de que ahora el poder político pueda comprarse cada vez más fácilmente será muy perjudicial para la democracia. Si los periódicos se suman, estarán cavando su propia tumba y no serán mejores que las redes sociales”.

El actual canciller Scholz ya se había expresado cuando Musk había escrito en su red social su apoyo a AfD. Preguntado durante una rueda de prensa con su homólogo estonio, dijo: “Tenemos libertad de opinión; esto también se aplica a los multimillonarios, pero la libertad de opinión también significa que se pueden decir cosas que no son correctas y que no contienen buenos consejos políticos”.

“En efecto, Elon Musk intenta, con sus afirmaciones, influir en las elecciones al Bundestag”, ha dicho este lunes la portavoz adjunta del Ejecutivo, Christiane Hoffmann. Hoffmann no ha querido valorar qué pesa más en este caso, si la libertad de opinión o el intento de injerencia desde el exterior en las elecciones alemanas. “La libertad de opinión es un bien valioso. Y aquí estamos viendo un intento de ejercer influencia. Que se consiga o no eso es otra cosa. Vemos un intento de ejercer influencia”, ha apuntado, en declaraciones recogidas por EFE. 

Mientras tanto son muchos, dentro y fuera Alemania, los que empiezan a creer que, como escribió la periodista de Der Spiegel, Marina Kormbaki, en su columna de este sábado, “quien quiera gobernar Alemania debe poner en su sitio a Elon Musk”.

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