Los bomberos alertan de nuevas grietas en uno de los pilares que todavía sigue en pie en el viaducto de Génova
El peligro no ha pasado. Los bomberos que trabajan intentando recuperar cadáveres y heridos tras el desplome este martes de un viaducto en Génova, Italia, han detectado que uno de los pilares que sigue en pie se está resquebrajando, informan medios italianos. Las casas situadas bajo lo que queda en pie del puente han sido desalojadas, por temor a nuevos derrumbamientos.
“No se puede volver a casa. El pilar se está inclinando”, han anunciado el cuerpo de bomberos (el denominado Vigili del Fuoco) a los vecinos de las barriada de Sampierdarena y Certosa, algunas de cuyas casas están situadas justo bajo el viaducto Morandi.
Ha quedado así interrumpida la recuperación de objetos personales (las autoridades habían permitido a los vecinos entrar en sus casas a recoger ropa y otros utensilios de primera necesidad). La zona bajo el puente ha sido evacuada y el cordón de seguridad que impide la entrada ha sido ampliado, informa La Repubblica.
En total 311 familias han sido desalojadas, y las autoridades no pueden garantizar la integridad de sus viviendas. No solo por un posible nuevo derrumbe, sino también porque dichos bloques de pisos pueden entorpecer los trabajos en la zona. El Gobierno italiano ha declarado el estado de emergencia en la región durante 12 meses.
Responsabilidades
El Gobierno italiano ha exigido este miércoles la dimisión de los directivos de la concesionaria Autoestrade per l'Italia, filial de Atlantia y responsable del mantenimiento del puente. Esta compañía reconoció este martes que el viaducto estaba siendo sometido a trabajos de “consolidación”. Este miércoles Autoestrade asegura que la estructura pasaba controles periódicos.
En la zona accidentada trabajan unos mil agentes, entre bomberos, policía municipal, estatal, miembros de protección civil y equipos de emergencia que se afanan por limpiar la zona y buscar posibles supervivientes que sigan atrapados.