La portada de mañana
Acceder
16 grandes ciudades no están en el sistema VioGén
El Gobierno estudia excluir a los ultraderechistas de la acusación popular
OPINIÓN | 'Este año tampoco', por Antón Losada

Borrell, sobre los llamamientos a la paz de Lula o Petro: “Presionen a Putin para que se retire de Ucrania”

Los llamamientos de algunos líderes internacionales, como Lula da Silva o Gustavo Petro, a poner fin a la guerra en Ucrania, que pasan en algunos casos por exigir el cese de las sanciones a Rusia o al envío de armas que están haciendo los aliados, como EEUU o la UE, provocan malestar en Bruselas y las capitales de los 27, donde consideran que hay que apoyar a Ucrania como país agredido para que contenga la ofensiva para una futura negociación. Así lo ha vuelto a defender este viernes el alto representante, Josep Borrell, que ha cuestionado esos emplazamientos a la paz. “Si quieren paz, presionen a Rusia para que se retire, presionen a Rusia para que pare la guerra. No me digan que deje de apoyar a Ucrania, porque si dejamos de apoyar a Ucrania, ciertamente la guerra acabará pronto, pero ¿cómo acabará?”, ha respondido a esos líderes durante una conferencia sobre el futuro de la política exterior europea en Florencia.

“La guerra no puede acabar simplemente porque Ucrania es incapaz de autodefenderse y tiene que rendirse. Los rusos estarían en la frontera de Polonia y Ucrania se conviertiría en una segunda Bielorrusia. ¿Quieren eso? No”, ha sentenciado Borrell.

Para el jefe de la diplomacia europea, el único plan factible para la paz es el que ha planteado Volodímir Zelenski, aunque ha reconocido que no será “aceptado por los rusos”. Lo que considera Borrell es que no se dan las condiciones para iniciar un proceso de ese tipo porque Vladímir Putin mantiene el ataque.  “Los planes de paz están bien pero necesitas a alguien que quiera hablar de paz de verdad. Pero si tienes a alguien diciendo que va a seguir hasta que consiga sus objetivos militares… ¿qué clase de conversación de plan quieres hacer?”, ha reflexionado el político catalán, que ha reconocido que China tiene un “rol” que jugar, sobre todo por su “influencia” sobre Rusia.

“En el triángulo estamos más cercanos a Washington pero debemos encontrar nuestra manera de tratar con China”, ha explicado Borrell en línea con la búsqueda de una relación autónoma con Pekín que divide a la UE. “No creo que debamos ir contra China, que se va a convertir en un gran poder”, ha agregado.

La apertura del régimen de Xi Jinping ha provocado un desfile de líderes europeos en Pekín impulsados por los intereses comerciales, pero también conscientes de que es el único que puede contener a Putin. Aún así, nadie en la UE creen que la propuesta de paz planteada por China pueda prosperar en esos términos. Borrell ha dicho que es una “lista de sabias consideraciones”, pero que no se puede considerar un plan de paz. Además, el acercamiento a Xi Jinping provoca tensión en el seno de los 27 porque hay países, como Lituania, Letonia y Estonia que tienen muchos recelos por su alineamiento con Putin.

Durante su charla, Borrell se ha mostrado compresivo con la distinta visión que pueden tener los estados del sur, alejados de la frontera con Rusia, respecto a los Bálticos, que creen que “si Ucrania cae, ellos serán los siguientes”.

Lo que ha dejado claro es que el apoyo a Ucrania va a seguir. “Si no apoyáramos a Ucrania caería en cuestión de días. No tenemos elección”, ha dicho con rotundidad. Bruselas acaba de proponer dedicar 500 millones de euros extra del presupuesto europeo para impulsar a la industria militar para que acelere la producción de armas con el objetivo de alcanzar un millón de proyectiles más en un periodo de doce meses. Además, se ha puesto en marcha un sistema de compras conjuntas para incrementar el envío a Kiev y reponer los stocks de lo que ya se ha mandado de los arsenales que tenían los países. La cifra total asciende a 2.000 millones de euros.

A favor de acabar con la unanimidad en la toma de decisiones en la UE

Para Borrell, una de las lecciones que se extrae de la guerra en Ucrania es la necesidad de mantener unidad en la política exterior. Y ahí se ha mostrado partidario de eliminar la unanimidad que se requiere en la UE para la toma de decisiones de ese tipo. “Frente a una guerra, frente a los precios de la electricidad, necesitamos más unidad. En el mundo somos pequeños, si queremos sobrevivir, tenemos que estar más unidos. Tenemos que abandonar la unanimidad”, ha señalado.

En esa misma dirección se han pronunciado recientemente nueve países, entre ellos España. La intención es que se requiera una mayoría cualificada para la toma de decisiones que hasta ahora requieren el 'sí' de todos los estados miembros y retirar el derecho a veto que durante este periodo han empleado algunos estados, especialmente Hungría y Polonia, para chantajear a los 27.

“El problema con abandonar la unanimidad es que la necesitas”, ha dicho Borrell dado que para cambiar el modo de decisión en la UE se requiere el visto bueno de los 27. “Todo el mundo quiere mantener su derecho a veto”, ha apostillado.