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Bruselas y Londres se preparan para el siguiente escollo tras un Brexit rápido: negociar las relaciones comerciales

Andrés Gil

Corresponsal en Bruselas —

“Necesitamos que el interlocutor pueda hacer lo que quieren hacer, que pueda hacer aquello a lo que se ha comprometido con la Unión Europea”, pedía una fuente comunitaria horas antes de las elecciones británicas. Y ya tienen ese interlocutor: la victoria aplastante de Boris Johnson acelera el asunto que ha tenido enmarañada a la UE y a Reino Unido durante tres años. El Brexit.

“Es bueno empezar una nueva etapa con la mejor relación posible con Reino Unido, un país amigo pero que ha decidido salirse”, afirmaba la fuente diplomática. Y así será. El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, ha dicho este viernes a su llegada al Consejo Europeo en Bruselas: “Esperamos una votación sobre el acuerdo de retirada lo antes posible. La UE está lista para la siguiente fase, un acuerdo comercial futuro equilibrado”. Mensaje semejante al del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez: “Apostamos por una relación futura lo más estrecha posible entre la UE y el Reino Unido”.

Pero esa relación futura va a estar atravesada por dos variables: que Reino Unido y la UE vienen de un divorcio; y la conexión atlántica histórica entre Londres y Washington, reforzada por el idilio entre Boris Johnson y Donald Trump en un momento de guerra comercial y de concepción de la OTAN entre la UE y EEUU.

Próxima estación, Westminster

Acabó con Theresa May y aupó a Boris Johnson. El caos en la Cámara de los Comunes británica durante la anterior legislatura impedía avanzar en ninguna dirección. Boris Johnson disfrutará ahora de una mayoría absoluta que le permitirá aplicar el rodillo parlamentario para la cuenta atrás definitiva del Brexit. Así, en Bruselas esperan que en cuanto esté constituido el Parlamento británico se ratifique el acuerdo del Brexit lo antes posible para pasar a la siguiente fase.

Correspondencia con: Estrasburgo

Los más optimistas consideran al Parlamento Europeo “la sede de la democracia continental”; los más audaces, “un gran think tank”; los más escépticos, “una PNL [proposición no de ley] gigante”... Pero, lo cierto, es que la Eurocámara tiene que dar el visto bueno final a todo, aunque le venga atado y bien atado del Consejo Europeo. Y así pasa con el Brexit también.

El acuerdo final debe pasar por la ratificación de la Eurocámara una vez que haya superado el escollo en Westminster.

El calendario prevé una sesión plenaria en Estrasburgo entre el 13 y el 16 de enero, en la que seguramente la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, presente más detalles de su Pacto Verde Europeo. Y puede ser, si los tiempos británicos acompañan, la sesión plenaria en la que se ratifique el acuerdo en la Eurocámara.

Si no fuera en esa semana, siempre podría convocarse un pleno extraordinario la siguiente, antes del 31 de enero, para cumplir con el procedimiento parlamentario europeo.

Ramal Bruselas-Londres: la relación futura

El periodo de transición es el que comprende desde el Brexit con acuerdo hasta el 31 de diciembre de 2020. Como el Brexit estaba previsto para el 29 de marzo de 2019, el periodo de transición era de casi dos años. Pero, ahora se ha reducido prácticamente a la mitad, por lo que no es descartable que se prorrogue unos meses.

En todo caso, es el tiempo previsto para negociar un acuerdo, en principio, tanto o más complicado que el propio acuerdo de retirada.

El acuerdo de relación futura en una suerte de acuerdo comercial a la medida con Reino Unido, que permita mantener la unidad de mercado comunitaria con la UE, incluyendo a la república de Irlanda, sin que eso suponga dos regímenes económicos en Reino Unido –por el Ulster– ni una frontera dura en la isla de Irlanda.

El documento de retirada recoge una solución descartada en febrero de 2018 por Reino Unido porque viene a establecer un régimen especial para Irlanda del Norte y, por tanto, traslada la frontera imaginaria al mar de Irlanda, entre Gran Bretaña e Irlanda.

Por delante quedan por negociar todo tipo de detalles sobre la relación futura entre las dos partes, y eso que la Unión Europea tiene una buena panoplia de acuerdos comerciales como base: TTIP, CETA, JEFTA...

Así, la cumbre de líderes de la UE ha aprobado unas conclusiones en las que pide a Londres la ratificación y aplicación del Brexit ordenado para negociar “una relación futura lo más estrecha posible”.

La Unión Europea vuelve a designar a Michel Barnier como negociador para el acuerdo de relación futura.

MEPs británicos: fin de trayecto

Los 73 eurodiputados británicos dejarán el Parlamento Europeo cuando se produzca el Brexit el 1 de febrero. De los 73, 46 escaños se amortizarán, mientras que el resto se repartirán entre varios Estados miembros. España, que tiene 54, sumará 59, entre ellos Clara Ponsatí, siguiente tras Carles Puigdemont y Toni Comín en la lista de Junts en las europeas, y con una euroorden pendiente en Escocia, donde reside.