Centenares de agricultores búlgaros han bloqueado este lunes, con tractores y otros vehículos, el tráfico automovilístico en varios puntos neurálgicos de la red de carreteras del país, así como pasos fronterizos, en una protesta indefinida contra el levantamiento, el pasado viernes, de la prohibición temporal de importar cereales ucranianos.
Un total de 26 organizaciones del sector agrario han convocado a esta protesta que, defendida en las redes sociales como necesaria para “salvar la agricultura búlgara”, incluiría una marcha masiva a la capital búlgara, Sofía, este martes.
Los manifestantes exigen la dimisión de la coalición europeísta en el poder, formada por reformistas y conservadores, por su decisión de levantar el veto a las importaciones de productos agrícolas de Ucrania que regía desde principios de mayo y que, afirman, afecta negativamente a unas 900.000 personas.
Georgi Milev, vicepresidente de la Asociación de Productores de Cereales, ha pedido a la población que reduzca los viajes y traslados motorizados a lo indispensable, solo en caso de necesidad, ya que los agricultores están moviendo maquinaria agrícola pesada por las carreteras.
Según informa la radio pública BNR, a primera hora de esta mañana se habían establecido unos 40 bloqueos en todo el país, incluidos varios en tramos de las dos autopistas que atraviesan Bulgaria, una en el norte y otra en el sur, así como en la ruta europea E-79 que conecta con Grecia y en los dos puentes sobre el río Danubio que unen con la vecina Rumanía.
El Parlamento búlgaro aprobó el pasado jueves la decisión de levantar el veto temporal a la entrada de granos de Ucrania que con el visto bueno de la Comisión Europea (CE) se había introducido en este país, así como en Polonia, Hungría, Eslovaquia y Rumanía, para proteger sus sectores agrícolas nacionales de los competitivos productos ucranianos, que están libres de aranceles en la Unión Europea (UE).
Un día después, la Comisión Europea anunció que no renovaba esa prohibición más allá del 15 de septiembre, tal y como había pedido Kiev que se hiciera, a pesar de que la mayoría de los cinco socios afectados sí quería extenderla hasta fin de año.
El veto afectó a las importaciones de trigo, maíz, colza y girasol, pero no al tránsito de esos productos ucranianos por los territorios de los cinco países hacia terceros destinos.
Bruselas analiza el veto de Polonia, Hungría y Eslovaquia
Bulgaria es hasta ahora el único que levantó el veto, pues Polonia, Hungría y Eslovaquia han anunciado que lo prolongan de forma unilateral, mientras que Rumanía está a la espera de un plan del Gobierno ucraniano con medidas para proteger el mercado interno rumano, antes de tomar una decisión definitiva.
Ucrania, por su parte, ha anunciado su intención de denunciar ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) los vetos unilaterales de Polonia, Eslovaquia y Hungría.
Bruselas ha asegurado este lunes que analiza las prohibiciones unilaterales que Polonia, Hungría y Eslovaquia han adoptado a nivel nacional para impedir que productos agrícolas ucranianos se queden en los mercados locales de esos tres países.
“Sobre los anuncios que hemos oído durante el fin de semana sobre prohibiciones introducidas por tres países de la UE, en este momento no podemos hacer comentarios. Estamos todavía analizando las medidas, así que no podemos decir nada sobre las prohibiciones concretas”, ha declarado la portavoz comunitaria Miriam García Ferrer durante la rueda de prensa diaria de la Comisión Europea.
El primer ministro búlgaro, el reformista y europeísta Nikolay Denkov, acusó el pasado fin de semana a las asociaciones de agricultores de negarse a dialogar con el Gobierno y, ante sus amenazas de bloquear el tráfico, dijo que actuaban como “terroristas”. “El Gobierno nunca se ha negado a dialogar con los representantes del sector agrario”, afirmó Denkov en una rueda de prensa a última hora del domingo, en vísperas de la inminente protesta que el Ejecutivo no consiguió disuadir.
El principal problema de las importaciones búlgaras de productos ucranianos está relacionado con las semillas de girasol, pues aún no se ha vendido la cosecha nacional de girasol del año pasado.