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Capriles copia el lenguaje popular y la indumentaria del chavismo

Es difícil encontrar una calle en el centro de Caracas donde no haya un cartel, una pintada o un escrito de apoyo al candidato chavista Nicolás Maduro. Se nota que la campaña electoral que ahora termina está al rojo vivo y muy presente en el debate público.

Por las calles de esta ciudad, arropada por montañas o cerros, han transitado estos días vehículos provistos de altavoces difundiendo canciones y mensajes electorales. Este jueves por la noche se pone fin a la campaña y comienza la jornada reflexión hasta la votación del próximo domingo.

El mensaje del chavismo

Maduro prosigue con el legado de Chávez: critica el capitalismo y prescinde de eufemismos. Usa el término burgués para referirse a la oposición política, habla de ‘patriotismo y revolución’, de ‘socialismo frente al neoliberalismo’, de ‘independencia frente al imperio’, de programas e inversión social.

-“¿Quieren a un burgués en Miraflores?”, pregunta en sus mítines.

-Nooooo, responde la marea humana que lo sigue.

-“¿Quieren un socialismo bolivariano o un capitalismo neoliberal?”

-Socialismoooo, clama el público.

Maduro llega a los actos electorales 'manejando' un autobús.

-“La derecha se mete con él por ser un trabajador antiguo conductor de Metro, y él ha querido hacer gala de ello, porque es un trabajador y no se avergüenza de ello, y por eso 'maneja' un bus”, explica Melisa, simpatizante del partido socialista.

El lenguaje popular es parte de la apuesta política de Maduro. Funcionó con Chávez, hasta el punto que el líder de la oposición, Capriles, ha optado en esta campaña electoral por un lenguaje más cercano y por cambiar su indumentaria: ahora se dirige a la gente ataviado con una gorra, chándal o camisa remangada.

-“Pero le falta chispa, ayer solo habló una hora, no tiene mucha cosa aquí dentro”, decía este miércoles Maduro de Capriles, en un acto público en Falcón ante cientos de miles de personas, donde recordó algunas de sus promesas electorales: aumento de los salarios de los trabajadores entre un 38 y un 45%, subida de sueldos de empleados públicos, viviendas para ‘la clase obrera organizada, organícense y les apoyamos con viviendas“, 360.000 viviendas a nivel nacional.

La prensa antichavista ha criticado estos anuncios, calificándolos de irresponsables.

-Yo a esos periodistas les digo que estos anuncios los hago de forma responsable tras revisar cómo va a estar la economía este año. Hay que retorcerle el pescuezo a la inflación, pero mientras tanto hay que proteger el salario de los trabajadores, clama Maduro.

La oposición

La oposición emplea dos tácticas diferentes contra Maduro: por un lado, los ya tradicionales ataques contra el chavismo. Por otro, una más novedosa, en la que se insiste que ‘Maduro no es Chávez’, en la que los opositores evitan una confrontación directa con el difunto presidente, conscientes de su enorme popularidad.

Esta página web elaborada por la oposición y anunciada en portada por El Diario de Caracas, es prueba de ello. En ella se llega a acusar a Maduro de no haber estado junto a Hugo Chávez el 11 de abril de 2002, durante el intento de golpe de estado, del que esta semana se cumplen once años.

De este modo tratan de contestar a las acusaciones vertidas contra Capriles por no haber impedido durante el intento de golpe de estado, como responsable entonces de la zona donde se encuentra la embajada de Cuba en Caracas, un ataque contra la misma y agresiones a vehículos cercanos.

-Que gane Maduro sería terrible -indica Liliana, residente en uno de los barrios más ricos de la capita. Y añade:

-Tenemos una grave inflación, inseguridad en las calles y además este gobierno quita las cosas a la gente, van a los lugares y se apropian de ellos, nos los quitan, afirma en referencia a las expropiaciones que el gobierno de Chávez llevó a cabo, nacionalizando el 30% de la banca y de los latifundios, así como las empresas eléctricas, siderúrgicas y la principal telefónica del país, CANTV.

Chávez, ahora de todos

El lenguaje popular, que los medios de comunicación europeos atribuyen al chavismo, no es exclusivo de este. Consciente de su eficacia electoral, la oposición lo emplea cada vez más, usando término como 'pueblo' o 'trabajadores', y defendiendo los programas sociales y las misiones que había criticado en el pasado.

Los adjetivos están presente en los discursos de Capriles, quien en esta campaña ha insistido en presentar a Maduro y su equipo como ‘los enchufados’.

-“Que nadie se distraiga por estas ridicules de estos enchufados. Este domingo vamos a desenchufarlos con votos!”, ha dicho Capriles en referencia al equipo de Nicolás Maduro. “Nadie se lo ha dicho pero yo se lo digo: tú (Maduro) eres un vago chico, basta ver a un trabajador para saber quien le echa bola y quién no”.

Junto a Capriles quiso estar esta semana, apoyándole en un mitin, el cantante Ricardo Montaner, quien rezó por los chavistas:

“Padre, te pido que les hagas cambiar de opinión, que pongas en su corazón algo de sentido”, clamó mientras el público entrelazaba sus manos rezando.

En referencia a Chávez, a quien tanto criticó durante estos pasados años, Capriles dijo:

-“Nicolás en cien días está acabando con los 14 años del presidente de la República (Chávez). ¿Ustedes se imaginan seis años de esto?”.

La oposición, que tanto demonizó a Chávez en vida, lo ha convertido tras su muerte en una herramienta más para su campaña electoral.

Frente a ello, Maduro indicaba ayer:

-El burgués ahora dice que es más chavista que Maduro, dice que las misiones son encantadoras. Y yo le digo: No se me disfrace de revolucionario. Nosotros podemos cometer un error, porque nadie es perfecto, pero yo no pertenezco a ningún grupo de poder económico, no vamos a trabajar por el capitalismo, no me voy a arrodillar ante el embajador gringo.