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Cinco desafíos a los que se deberá enfrentar el nuevo Gobierno de Pedro Castillo en Perú

Pedro Castillo saluda a los partidarios que celebran los resultados parciales de las elecciones en la sede de su campaña en Lima, el día después de una segunda vuelta presidencial.

Ayelén Oliva

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Ganar las elecciones no es sinónimo de poder gobernar en Perú. Mucho menos si la derrotada es Keiko Fujimori y si su espacio político, Fuerza Popular, mantiene el segundo lugar en cantidad de bancas en el Congreso. El miércoles que viene, Pedro Castillo, de Perú Libre, asumirá el cargo como presidente. La difícil situación económica e institucional en la que está metido el país exige al nuevo presidente moverse con cintura política para resolver los desafíos a tiempo.

Terminar con el mito de la ilegitimidad

“La clase alta limeña, esa que tiene el poder en Perú, compró completamente el cuento de fraude y de la ilegitimidad del presidente”, explica el periodista peruano y conductor del podcast La Encerrona, Marco Sifuentes, a elDiario.es.

Si bien Keiko Fujimori reconoció los resultados electorales “porque es lo que manda la ley y la Constitución” que dijo haber “jurado defender”, también definió la proclamación de Pedro Castillo como “ilegítima” y señaló en forma de amenaza: “Me toca a mí, como candidata, plantearle al país una propuesta para enfrentar los tiempos difíciles que se nos vienen”. Fujimori aún hoy sostiene la denuncia que le “robaron miles de votos el día de la elección”.

Para Laura Grados, editora del medio digital peruano Útero, “lo peligroso es que su discurso es reproducido por los medios de alcance masivo. Castillo tendrá que seguir enfrentándose a una acusación de ilegitimidad que, pase lo que pase, va a seguir estando”, explica desde Lima. 

Pero además, esta posición política implica una oposición más dura y poco democrática que va mucho más allá de la figura de Keiko. Existen actores de extrema derecha como el excandidato Rafael López Aliaga, de Renovación Popular, que consiguió calar con un discurso político incluso más beligerante que el de Fujimori. “En este caso, la pregunta es si estos sectores más radicalizados van a seguir hablando de un presidente que no es legítimo, si van a obstaculizar las medidas concretas que plantee el Gobierno o si irán con la narrativa de viene el comunismo”, explica Grados.

Ninguno de los escenarios parece sencillo para Castillo.

Evitar las tensiones con los aliados

Para ganar las elecciones, Castillo necesitó del apoyo de varios espacios políticos con los que compitió en abril como Nuevo Perú, de la excandidata Veronika Mendoza, y Juntos por el Perú. Pero los respaldos no son gratuitos. La pregunta es ahora de qué manera acompañarán a Castillo y hasta dónde aguantan las contradicciones.

“No sabemos, por el momento, de qué tipo de coalición estamos hablando”, explica a elDiario.es José Alejandro Godoy, profesor en la Pontificia Universidad Católica del Perú. “Pero son aliados con posiciones más moderadas que Perú Libre, por lo tanto es posible que empujen a Castillo a moverse hacia el centro. La pregunta es cómo logrará un delicado equilibrio entre sus banderas originales de cambio y la necesidad de poder gobernar un país complicado”. 

Marco Sifuentes cree que el escenario en materia de alianzas sigue demasiado abierto. Según él, el acercamiento a partidos como Juntos por el Perú, “le sirve a Castillo para moderarse ante la mirada de Lima”. “Pero no me animo a predecir nada, puede pasar cualquier cosa”, dice en conversación con este medio.

Además de esto, no existe una única voz dentro de Perú Libre. La gran diversificación de interlocutores, todos ellos oficiales y de confianza del próximo presidente, hace que las negociaciones con las otras fuerzas sea complicado. Si bien, el hecho de que el fujimorismo retrasó la proclamación podría haber sido un tiempo empleado para ordenar las cosas para un futuro gabinete, lo cierto es que ha profundizado el caos.

Frenar las peticiones de destitución

“El pedido de vacancia siempre ha sido una espada de Damocles encima de los presidentes, pero con Pedro Pablo Kuczynski se apretó el botón nuclear cuando empezó a ser votado en el Congreso. Pedro Castillo, seguramente tenga que enfrentarse a esto en el primer año”, explica Sifuentes.

Para Laura Grados, la voluntad de mantener viva la denuncia de fraude puede estar atada a los posibles intentos por sacarlo del poder. “Castillo va a tener que enfrentarse a múltiples intentos de vacancia apoyado en el clima de ilegitimidad”.

Si bien los resultados no fueron los mejores para Fuerza Popular en las Legislativas de este año comparado con los resultado de 2015, el partido de Fujimori es la segunda fuerza y cuenta con otros espacios políticos menores en dimensión, pero mucho más radicalizados. Jorge Montoya, militar retirado y congresista de Renovación Popular, ha hecho pública su intención en los últimos días de presidir el Congreso.

Marcar las diferencias dentro su propio espacio político

Vladimir Cerrón es la cara más conocida de Perú Libre. Existe un caso, llamado Los Dinámicos del Centro, que investiga una supuesta red criminal relacionada con la entrega de licencias de conducir de manera ilegal por el Gobierno del departamento de Junín, cuando Vladimir Cerrón, condenado por corrupción, era gobernador. Esta causa apunta a que el dinero pudo destinarse a financiar la campaña de Castillo. Si esto avanza, “tienes a un presidente ilegítimo que llegó al poder gracias al dinero sucio. Todas las fichas para pedir la destitución”, sostiene Grados.

Dar respuesta al impacto de la pandemia

Dinamizar la recuperación económica y avanzar en el plan de vacunación contra el coronavirus será otro de los desafíos inminentes que deberá superar el nuevo Gobierno. “La responsabilidad de comprar las vacunas no la tiene Castillo. El actual Gobierno de transición ha asegurado vacunas para todos lo peruanos. Sin embargo, deberá administrarlas y asegurar que lleguen a todos los puntos del país, teniendo en cuenta que Perú es el país con más muertos per cápita del mundo”, explica Marco Sifuentes.

Por último, tener una estrategia para la crisis económica marcada por la caída del crecimiento es también un desafío inminente. Sifuentes cree que la posición política de Castillo en materia económica “genera muy pocas expectativas de que pueda corregir el rumbo de la crisis que atraviesa Perú”.

Para el profesor Godoy, este tema sigue siendo un campo minado de preguntas, si bien circulan algunos rumores, “hasta ahora no sabemos cuáles son los nombres del nuevo gabinete en temas económicos, Castillo no ha mostrado cuál va a ser su baraja”.

Pedro Pablo Kuczynski fue el último presidente que tuvo Perú votado por una mayoría para ocupar ese cargo, pero en lugar de cinco, solo duró dos años. Tres presidentes más, además de Kuczynski, hicieron falta para llegar al final de su mandato. En el medio, la excavadora de Fuerza Popular avanzó contra toda credibilidad en la democracia y confianza en el sistema electoral. “El escenario de polarización es para Castillo incluso peor que lo que pasó con Kuczynski porque a la denuncia de fraude absolutamente infundada de Keiko ahora hay que sumarle que Castillo ni siquiera está en su misma orilla ideológica. Por lo tanto, este enfrentamiento tiene para Castillo tintes más cargados”, analiza Sifuentes.

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