Las siete claves para entender el impeachment contra Trump
“Hay que exigir responsabilidades al presidente. Nadie está por encima de la ley”. Con estas palabras, la líder demócrata en el Congreso de EEUU, Nancy Pelosi, ha anunciado que inicia formalmente la investigación para un posible proceso de impeachment contra el presidente Donald Trump. Estas son las claves y lo que sabemos hasta el momento.
¿Por qué le hacen ahora un impeachment a Trump?
Los demócratas creen que Trump “ha traicionado la seguridad nacional y la integridad de las elecciones”. La acusación llega después de que el presidente haya reconocido que, en al menos una llamada telefónica, presionó al nuevo presidente de Ucrania para que investigara los negocios en el país del hijo de su principal rival político, Joe Biden, vicepresidente de Obama y hoy por hoy el favorito entre los demócratas para presentarse contra él en 2020. En otras palabras: le acusan de conspirar con una nación extranjera para influir en el resultado electoral en EEUU. Pero hay más.
Después de negarlo repetidamente, Trump también ha reconocido este martes que, poco antes de esa conversación con el presidente de Ucrania, ordenó congelar las ayudas a ese país a pesar de que está en mitad de un conflicto con Rusia. Trump dice que no ofreció al presidente ucraniano un intercambio, es decir, que no le dijo que desbloquearía el dinero si atacaban a Biden, pero hay dudas sobre eso. Para empezar, el presidente sigue impidiendo al Congreso acceder a la denuncia del oficial estadounidense de inteligencia que fue la que descubrió todo el asunto y tampoco hace pública la grabación de la llamada. Eso sí, hoy en pleno jaleo se ha comprometido a hacer pública una transcripción completa de la conversación.
¿Cómo es el proceso?
Es un proceso largo y complejo. Primero debe producirse la investigación anunciada por Pelosi, en la que los seis comités de la Cámara de Representantes que han investigado a Trump remitirán al comité judicial los delitos que creen que ha cometido el presidente. Este comité debe decidir entonces si estos son “graves crímenes y faltas”, como indica la Constitución, y por tanto si recomienda que se adopten como “artículos de impeachment” contra Trump. Después de eso, el pleno de la Cámara debería votar si acusa o no formalmente al presidente. Los demócratas tienen mayoría en todos esos comités y en el pleno, así que es razonable pensar que lo logren.
Después de todo ese proceso para formalizar la acusación, cambiaríamos de escenario porque el juicio en sí se celebraría en el Senado, presidido por el juez jefe de la Corte Suprema. No hay reglas claras sobre su desarrollo, la propia cámara tendría que establecerlas, pero sí sabemos que para alcanzar un veredicto condenatorio y destituir al presidente haría falta que votaran a favor de su culpabilidad dos tercios de los senadores. Eso parece muy improbable porque los republicanos tienen mayoría en la cámara y Trump tendría que sufrir al menos 20 deserciones de su propio partido. Extremadamente difícil.
¿Algún presidente ha sido destituido mediante impeachment?
Solamente dos presidentes han llegado a ser formalmente acusados por la Cámara de Representantes y juzgados en el Senado y, además, los dos fueron declarados inocentes. Andrew Johnson se libró por muy poco en 1868, cuando se quedó a un voto de ser condenado. El caso más reciente es el de Bill Clinton, procesado por mentir bajo juramento sobre su relación con la becaria Mónica Lewinsky y obstaculizar la investigación, que fue también absuelto por el Senado en 1999.
Aunque a veces se mete en ese saco a Richard Nixon, el presidente 37º nunca fue acusado formalmente. Cuando el comité judicial de la Cámara de Representantes recomendó adoptar artículos de impeachment contra él, los líderes republicanos en el Congreso le anunciaron que acabaría condenado. Nixon decidió entonces dimitir, el primer presidente de la historia de EEUU en hacerlo, antes de que el pleno de la cámara pudiera votar si acusarle o no.
Si destituyen a Trump, ¿quién manda en EEUU?
En el momento en que el presidente fuera condenado por el Senado y apartado del cargo, automáticamente el vicepresidente se convertiría en presidente. Mike Pence recibiría todos los poderes, pero solo hasta que tomara posesión el ganador de las elecciones de noviembre de 2020. En el caso de que Pence no pudiera asumir el caso por cualquier motivo (muerte, incapacidad, dimisión...) se daría la coincidencia de que sería la líder demócrata Nancy Pelosi la que se mudaría a la Casa Blanca, la primera mujer en ostentar el cargo, ya que la presidenta de la Cámara de Representantes es la siguiente en el orden sucesorio.
¿Podría Trump presentarse otra vez tras ser destituido?
Estaríamos en terreno inexplorado, pero parece que no. Nunca se ha destituido al presidente mediante impeachment, pero sí a otros cargos como jueces federales. En esos casos, tras condenarles el Senado y apartarlos del cargo, la cámara ha votado inmediatamente después para prohibirles que puedan ocupar otra vez cualquier responsabilidad en el gobierno. Es lo que se llama “descualificación” y está prevista en la Constitución.
¿Qué pasa con las elecciones del año que viene?
La Constitución dice claramente que el proceso de impeachment no puede continuar después de que el acusado abandone el cargo, así que en el improbable caso de que las cosas se alarguen hasta entonces, el proceso moriría si Trump pierde las elecciones de noviembre de 2020 y su sucesor toma posesión en enero de 2021. Pero, ¿y si gana? Interesante, pero no tengo la respuesta.
Ahora en serio, ¿puede Trump perder el cargo?
Es extremadamente difícil, pero no imposible. Cuando se inició el proceso de impeachment contra Nixon por el Watergate, el presidente acababa de arrasar en su reelección y sólo un 19% de los estadounidenses pensaba que debía dejar el cargo. 14 meses de investigación después, Nixon se vio obligado a dimitir ante el abandono de los senadores de su partido y el 57% de los ciudadanos quería echarlo. Todo puede ser.