Una conferencia que ha congregado a representantes de casi medio centenar de países y más de una veintena de organismos internacionales en París ha recaudado cerca de 1.000 millones de euros en donaciones económicas y en especie para ayudar a la población de Ucrania a pasar el invierno en medio de la devastación causada por la invasión rusa, según ha anunciado la ministra de Exteriores francesa, Catherine Colonna.
De este monto, 415 millones se destinarán al sector energético, 25 al agua, 38 a la alimentación, 17 a la sanidad y 22 al transporte, y el resto ha quedado por asignar, según ha indicado, recogen los medios galos.
“Nuestro resultado de hoy es muy valioso, más de 500 millones en nuevas ayudas y más de 500 millones en productos, servicios (...) hemos entendido que nuestro país no entrará en la oscuridad”, ha dicho el primer ministro ucraniano, Denys Shmyhal.
Antes, en su discurso de apertura, el anfitrión de la reunión, el presidente francés Emmanuel Macron, ha dicho que Moscú ha optado por una estrategia “cínica” de atacar las infraestructuras civiles para intentar “poner a Ucrania de rodillas” y que la “debilidad” de las fuerzas rusas ha quedado expuesta en el campo de batalla.
Los generadores, “tan necesarios” como los blindados
Un total 46 países y 24 organizaciones internacionales se han reunido este martes en París en la conferencia “Solidarios con el pueblo ucraniano”, según el Ministerio de Exteriores galo. Han asistido varios ministros, mandatarios y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. El presidente ucraniano Volodímir Zelenski ha intervenido en la reunión por videoconferencia.
Zelenski ha dicho que Ucrania necesita al menos 800 millones de euros en ayuda al suministro energético, y también ha asegurado que hacen falta al menos 1.500 millones de euros para restaurar rápidamente las instalaciones energéticas ucranianas destruidas por los ataques rusos.
Además, ha enunciado varias categorías de equipos necesarios, entre ellos transformadores, equipos para restablecer las redes de alta tensión y turbinas de gas.
El presidente ucraniano ha señalado que los generadores “se han vuelto tan necesarios como los vehículos blindados y los chalecos antibalas”.
Según ha indicado, el país ha soportado “cientos de ataques rusos de diversa intensidad” en su sector energético y la mayoría de las centrales eléctricas del país están dañadas o destruidas por los bombardeos.
En estos momentos, unos 12 millones de personas de casi todas las regiones ucranianas y de la capital están desconectadas del suministro.
El secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, ha intervenido con un mensaje en vídeo en el que recordó que la guerra en Ucrania es una “pesadilla humanitaria sin descanso”, en la que los civiles pagan el precio más alto y ha pedido ayuda para que esto no derive en una cascada de pobreza.