El ejecutivo de Giuseppe Conte ha superado por mayoría simple el voto de confianza celebrado este martes en el Senado italiano. El apoyo del Movimiento 5 Estrellas, junto con el Partido Demócrata (PD), los miembros de Libres E Iguales y varios senadores del grupo mixto ha terminado por ratificar al Ejecutivo que ya superó el pasado lunes la votación en el Parlamento. El resultado, estrecho, ha tenido en contra a los miembros conservadores de la cámara y se ha saldado con 156 votos a favor, 140 en contra y 16 abstenciones.
La votación se ha producido tras el proceso que llevó la cuestión de confianza a la Cámara de los diputados. La Cámara Baja votó, finalmente, el lunes una moción de confianza que terminó con 321 votos a favor, 259 en contra y 27 abstenciones.
Con el resultado en el Senado, Conte mantiene el control a la espera de la decisión de Sergio Mattarella, presidente de la República, quien decidirá si el Ejecutivo cuenta con el músculo político para seguir gobernando.
Tras la primera llamada a la votación, la presidenta de la cámara, Maria Elisabetta Alberti Casellati, ha detenido el recuento y ha mandado revisar el vídeo de la sesión para esclarecer el sentido del voto de algunos miembros del Senado que habían votado fuera de tiempo. Tras la segunda y última llamada, la cámara ha certificado el resultado.
La votación ha salido adelante con el voto favorable de dos senadores del partido conservador Forza Italia: Maria Rosaria Rossi y Andrea Causin. Tras conocerse los resultados, el partido, dirigido por Silvio Berlusconi, ha certificado su expulsión de la formación: “Votar con el gobierno en este caso no es una cuestión de conciencia”.
Por otro lado, la senadora Liliana Segre, superviviente de Auschwitz, ha acudido al Senado y ha votado a favor. A pesar de su edad, 90 años, y de las restricciones por la pandemia del coronavirus, la senadora ha acudido porque, ante la situación actual, sintió “una llamada muy fuerte, una mezcla de sentido del deber e indignación civil”.
Crisis tras la ruptura de la coalición
La crisis de Gobierno que se está produciendo estos días en Italia es algo paradójica. El miércoles 13 por la tarde, el Gobierno de centro-izquierda dirigido por Giuseppe Conte perdió un pedazo de sí mismo: Teresa Bellanova y Elena Bonetti, ministra de Agricultura y ministra de Familia e Igualdad respectivamente. Las dos ministras, que pertenecen al pequeño y centrista partido Italia Viva, abandonaron el Gabinete.
Lo anunció durante una muy anticipada rueda de prensa Matteo Renzi, exprimer ministro y actual líder de Italia Viva, una de las fuerzas políticas que hasta ahora había apoyado al gobierno de Conte en el Parlamento italiano. Renzi acusó a Conte de causar “un vulnus” (una herida) a las reglas del juego democrático y afirmó que Conte no era el único primer ministro posible.
Esta pérdida de apoyo político ha puesto al Gobierno de Conte entre la espada y la pared, ya que ha necesitado dos votaciones en ambas cámaras para superar la crisis de confianza acaecida tras la ruptura de la coalición.