Trump no es el primer empresario que llega a la Casa Blanca. O por ser más preciso, no es la primera persona con experiencia previa como empresario que se convierte en presidente de EEUU. En The Atlantic, se preguntan si eso es una ventaja o no. “Herbert Hoover ganó millones como consultor de minería. Jimmy Carter dirigió una rentable explotación agrícolas de cacahuetes. George Bush dirigió una compañía petrolífera”, recuerda John Paul Rollert. Hay precedentes pero ninguno comparable a la trayectoria de Trump.
“Lo más sorprendente que descubre un nuevo presidente es que su mundo no es monolítico”, dijo un asesor de Truman a Theodore White en el libro 'The Making of the President 1960'. “En el mundo de un presidente, dar una orden no cierra la discusión. Puedes dar un puñetazo a la mesa o volverte loco o provocar la confusión e irte luego al campo de golf. Pero no se consigue que se haga nada sin besar ni engatusar a todo el mundo una y otra vez, o amenazar o forzar a la gente”.
El presidente de la compañía, alguien como Trump, está acostumbrado a impartir órdenes y que se cumplan, y como mucho acepta los consejos de un grupo muy reducido de asesores. Eso fomenta su mentalidad autoritaria hasta que llega a la conclusión de que esa es la única forma posible de dirigir la compañía.
Delegar en los miembros del Gobierno, ser consciente de las limitaciones de la Administración a la hora de solucionar problemas complejos, aceptar críticas de personas u organizaciones externas o reconocer que los intereses de otros países pueden ser tan legítimos como los del tuyo... todo eso es muy diferente y es lo que se espera de un presidente.
Donald Trump ha hablado ante la sede de la CIA en Virginia, justo a las afueras de Washington, pero no se ha referido a la multitudinaria marcha. Y eso que, como se puede comprobar al comparar las imágenes, ha tenido mucha más afluencia que su propio 'inauguration day'.
Se han batido todas las previsiones. El día después de la coronación de Donald Trump, 500.000 personas, según tanto las autoridades de la capital como la organización, que estimaba 250.000, marcharon hacia el Capitolio para protestar contra el nuevo presidente. Las mujeres eran las protagonistas y las que llevaban la voz cantante, pero todo el mundo estaba invitado a participar.
Tras la concentración en el Capitolio, la marcha de mujeres arranca ya hacia su destino, la Casa Blanca. Como ha informado el Washington Post, debido a la gran cantidad de gente ha habido cierta confusión respecto a si el recorrido debía ser modificado. Finalmente, sí acabará en la Elipse, un parque situado al sur de la residencia presidencial, como estaba previsto.
Desde la organización han hecho un llamamiento para que la marcha sea pacífica.
500.000 personas, el doble de lo estimado, han acudido a la Marcha de Mujeres contra Trump. Este desborde de las previsiones ha provocado que el recorrido haya tenido que ser modificado. El motivo es que muchas de las calles de acceso a la protesta estaban obstruidas, como se ha informado desde las redes de Women's March.
Según informa el Washington Post, la organización ha decidido que la marcha no concluya en la Casa Blanca, aunque la convocatoria ya había comenzado y muchas personas han acudido igualmente. El recorrido debía finalizar en el Monumento Washington, en la parte sur de la Casa Blanca.
“Podemos lloriquear o podemos luchar”, ha destacado desde Boston la senadora demócrata Elizabeth Warren. “Y por eso creo que estamos aquí hoy. Cientos de miles de personas. Estamos aquí para luchar, hombro con hombro, por lo que creemos. Para luchar por la dignidad y el respeto hacia todos. Por la igualdad de oportunidades. Porque creemos en el cambio climático. Y porque no vamos a construir ningún estúpido muro. Porque creemos que la homofobia, la xenofobia y el sexismo no tienen cabida en nuestro país. Porque sabemos que igualdad significa igualdad: en el matrimonio, en el trabajo y en todo.
Desde Washington, la actriz estadounidense America Ferrera, ha asegurado que, después de que “la plataforma del odio y división” asumiese ayer el poder, el presidente Donald Trump no es america. “Nosotros somos América”, ha dicho. “Estamos reunidos aquí, en todo el país y alrededor del mundo para decir no al señor Trump. Rechazamos la demonización de nuestros hermanos y hermanas musulmanes. Condenamos el asesinato sistémico y el encarcelamiento de nuestros hermanos y hermanas negros. No pediremos a nuestras familias LGBT que retrocedan. No pasaremos de ser una nación de inmigrantes a una nación de ignorancia”.
500.000 personas han acudido a la Marcha de Mujeres contra Trump en Washington, el doble de lo que estaba estimado por la organización, según la agencia Associated Press.
La organización, Women's March, ya ha anunciado en sus redes el colapso de algunas entradas por la cantidad de gente presente.
Otra muestra de la gran afluencia es que en la explanada del estadio RFK, a una milla y media de distancia del Capitolio, no cabe ningún autobús más.
En las manifestaciones anti-Trump que se celebran en todo el mundo, miles de mujeres marcharán con un gorro rosa en la cabeza. De punto y con orejas de gato (en inglés, pussy), en respuesta a las declaraciones misóginas del nuevo presidente de Estados Unidos.
La idea la tuvieron, a finales de noviembre, Krista Suh y Jayna Zweiman, una guionista y una arquitecta, aficionadas a tejer en sus ratos libres y que decidieron responder a Trump tras la publicación de unas declaraciones machistas en las que afirmaba que a las mujeres hay que “agarrarlas por el coño” (grab the from the pussy).
Después de las elecciones, Zweiman y Suh diseñaron el patrón del sombrero junto con el dueño de una pequeña tienda de punto de Los Ángeles.Y así es como nació el Pussyhat Project.
Desde que lanzaron el proyecto, multitud de personas (más de 100.000, según Suh y Zweiman) se han sumado al mismo, con encuentros para tejer en grupo desde diferentes puntos del país. Los sombreros serán uno de los símbolos de la Women's March contra Trump.
La Marcha de Mujeres en Washington DC ha comenzado oficialmente a las 4 de la tarde hora española. Se puede seguir en directo en la página de Facebook del movimiento.
Según constató Efe, desde primera hora del sábado las estaciones del metro que da servicio a Washington y su área metropolitana estaban abarrotadas de personas que van a acudir a la marcha, que tiene entre sus impulsoras a famosas como Scarlett Johansson, Katy Perry, Julianne Moore o America Ferrera. Entre los cánticos, se puede escuchar “thank you Obama”. Los organizadores prevén la asistencia de unas 250.000 personas (mujeres y hombres), convocadas en defensa de la diversidad, la igualdad y los derechos de las mujeres que ven amenazados con el nuevo presidente de EE.UU., Donald Trump.
Donald Trump juró este viernes el cargo de presidente de los Estados Unidos y su Ejecutivo ya ha echado a andar. La primera orden del magnate ha sido contra la reforma sanitaria de Obama, conocida como Obamacare. La página web de la Casa Blanca está también en manos del nuevo Gobierno y, aunque se encuentra aún en fase de transición, las primeras elecciones de la Administración Trump dejan ver notables diferencias con su predecesora. Los derechos civiles, el cambio climático y los derechos de la comunidad LGTB han perdido su puesto destacado por el momento.