El Gobierno de Recep Tayyip Erdogan ha redactado un proyecto de ley para evitar la propagación del coronavirus en sus saturadas prisiones y flexibilizar condenas que permitan la liberación de aproximadamente 100.000 de las 300.000 personas que actualmente hay entre rejas.
De acuerdo con el borrador redactado por el Partido Justicia y Desarrollo (AKP) del presidente Erdogan, que se debatirá esta semana en el Parlamento y cuyo contenido no es definitivo, aquellos acusados de los crímenes más graves como terrorismo, no se podrán beneficiar de la reforma, tal y como informa el diario progubernamental Daily Sabah.
“Terrorismo puede sonar como el más grave de los crímenes, pero en Turquía el Gobierno manipula esta acusación con fines políticos. Muchos presos sufren largos periodos de detención preventiva o son condenados sin pruebas”, ha denunciado la directora de Human Rights Watch en el país, Emma Sinclair-Webb.
Desde el intento de golpe de Estado de 2016, Turquía ha utilizado la legislación antiterrorista para encarcelar a decenas de miles de opositores acusados de terrorismo en una purga sin precedentes, incluidos periodistas, activistas, jueces, escritores, profesores, etc. En la última década, la población encarcelada en Turquía ha aumentado un 90% y las prisiones se encuentran a un 121% de su capacidad.
“No puede servir para atacar a presos políticos”
“Todos los esfuerzos para reducir la población encarcelada en estos momentos son bienvenidos, pero tales medidas no se pueden convertir en una herramienta para atacar a presos políticos. El Parlamento debe rechazar cualquier excepción discriminatoria a los presos de terrorismo”, ha añadido Sinclair-Webb.
El diputado del partido progresista kurdo HDP Ömer Faruk GergerlioÄlu, miembro del Comité de Derechos Humanos del Parlamento, ha iniciado una campaña para liberar a los presos y evitar la propagación del virus en cárceles. “El Gobierno quiere mantener a los prisioneros políticos en prisión y su socio nacionalista está de acuerdo con ello. Todavía podemos forzar al Gobierno a dar marcha atrás si la oposición es capaz de reaccionar fuerte”, cuenta el diputado a eldiario.es
“Mi mujer lleva en prisión 38 meses. Las celdas están abarrotadas. En los últimos meses una persona contrajo sarna y otras 26 personas se infectaron. Es muy difícil que no se propague la epidemia de coronavirus en un ambiente inapropiado. La ventilación es insuficiente”, señala un hombre en un testimonio recogido por el Faruk.
“La situación en las prisiones es bastante mala”, sostiene el político. “Soy uno de los diputados que siguen de cerca las prisiones como miembro de la Comisión de Inspección de Derechos Humanos del Parlamento y he participado en los informes visitando muchas prisiones. Las violaciones en la atención sanitaria están a la cabeza. Si la enfermedad es seria, puede haber un retraso de hasta cinco o seis meses”, añade.
Melek Çetinkaya tiene a su hijo, un soldado cadete, en prisión. “Las condiciones son pésimas, pues en celdas con capacidad para siete personas hay 45 y la comida que dan es para 28”, denuncia. “En caso de que tengan un problema de salud, les hacen esperar como mínimo dos semanas para ver al enfermo. El año pasado mi hijo se rompió el pie y no pudo ver un médico durante un mes”, añade.
“Son rehenes políticos”
El periodista Can Dundar vive en el exilio en Alemania tras ser condenado en 2016 a cinco años y 10 meses de prisión por publicar una información que demostraba que el servicio de inteligencia turco estaba enviando armas a Siria en secreto. Antes de la condena, Dundar pasó varios meses en prisión.
“El Gobierno se prepara para liberar a ladrones, violadores, traficantes de drogas, mafiosos, etc. Pero los periodistas, escritores, políticos, académicos y activistas quedarán en prisión porque el Gobierno les considera terroristas y los mantendrá bajo custodia como rehenes políticos”, cuenta el periodista a eldiario.es. “Decenas de miles de prisioneros políticos serán sujetos a castigo sanitario como si la injusticia legal que están sufriendo no fuese suficiente. Serán los principales responsables de lo que ocurra a los presos que se queden dentro”.
Entre aquellos que no podrán beneficiarse de la reforma, si finalmente se aprueba tal y como ha sido planteada por el AKP, está el activista Osman Kavala, que lleva 881 días entre rejas sin haber sido condenado. Kavala fue detenido en 2017 y acusado de intentar derrocar al Gobierno por organizar las protestas del Parque Gezi de 2013.
En diciembre de 2019, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos solicitó su “liberación inmediata”. Dos meses más tarde, en febrero de 2020, fue finalmente absuelto de los cargos en un tribunal turco y tendría que haber sido liberado, pero no llegó a salir de prisión. Inmediatamente después de su absolución, fue acusado de participar en el intento de golpe de Estado de 2016 y continúa en la cárcel.
“El Tribunal Europeo de Derechos Humanos concluyó que estos procesos y la detención de Osman Kavala tenían el fin último de silenciarlo como defensor de los derechos humanos y que esta supuesta nueva investigación ha estado aguardando desde su arresto inicial”, denunció Dunja MijatoviÄ, comisaria del Consejo de Europa para los Derechos Humanos, tras la nueva detención de Kavala.
La ONU pide proteger la salud de los detenidos
Michelle Bachelet, alta comisionada de la ONU para los derechos humanos, también se ha referido a la liberación de presos y la propagación de la pandemia: “Ahora más que nunca, los Gobiernos deberían liberar a todos los detenidos sin la suficiente base legal, incluidos los presos políticos y otros detenidos simplemente por expresar opiniones críticas”.
“Miles de personas están entre rejas en Turquía por ejercer simplemente su derecho a la libertad de expresión y reunión pacífica. Ahora también se enfrentan a un riesgo a su salud sin precedentes”, sostiene una declaración firmada por 27 organizaciones, entre ellas Amnistía Internacional, el Comité de Protección de Periodistas y Reporteros sin Fronteras.
“Invitamos a las autoridades turcas a utilizar esta oportunidad para liberar inmediatamente a las personas encarceladas de forma injusta y otorgar una consideración urgente a la liberación de aquellos que no han sido condenados y aquellos que están en particular riesgo en prisión por el virus”, añade el comunicado.
Investigado por anunciar casos en prisiones
“Un miembro de nuestro partido, Mehmet Alçınkaya, que está en la prisión de Kandıra desde hace cuatro años sin una acusación oficial, contaba por teléfono la falta de medidas contra el coronavirus en la prisión cuando la administración ha cortado la llamada. Lo han hecho dos veces ¡Ni siquiera hay una acusación contra él, sigue detenido, no le dejan hablar por teléfono y no le liberan!”, ha denunciado el diputado Faruk.
El político denuncia que ya hay muchos casos de coronavirus en prisiones. “El Ministerio de Justicia está intentando esconer estos casos. La gente que los destaca está siendo investigada”, afirma. “Yo soy uno de esos investigados a pesar de ser un miembro del Parlamento. Han abierto una investigación contra mí por anunciar que un preso ha sido trasladado a cuidados intensivos por el virus. Otros periodistas y usuarios de redes sociales también están siendo investigados. en lugar de tomar las precauciones necesarias, el Ministerio se está esforzando por silenciar a la gente”.