El primer ministro británico, Boris Johnson, tendrá que someterse este mismo lunes a una moción interna después de que el Partido Conservador recibiese las suficientes cartas para poner en marcha la votación, según ha anunciado la formación.
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El presidente del llamado Comité 1922 —que agrupa a los diputados conservadores que no tienen ministerios—, Graham Brady, ha confirmado que hay un número suficiente de diputados solicitando la votación, es decir, se ha alcanzado el mínimo del 15% del grupo parlamentario, 54 diputados.
Se votará entre las 18.00 y las 20.00, hora de Reino Unido. Si Johnson consigue la mitad de los votos más uno (180) o más a su favor, se mantendrá en el cargo. Si no la alcanza, comenzará un proceso para elegir a un nuevo líder, con Johnson excluido de la contienda, según informa The Guardian.
El primer ministro ha estado bajo escrutinio por haber participado en varias de las fiestas organizadas en la sede del Gobierno británico en Downing Street y en oficinas públicas durante la pandemia, incumpliendo las restricciones establecidas. Johnson, su esposa y el ministro de Economía, Rishi Sunak, recibieron tres de las 126 multas impuestas por violar las normas. El informe final de la investigación interna de la fiestas, publicado hace dos semanas, destacó que hubo “fallos de liderazgo y juicio en el Número 10 y en la Oficina del Gabinete” y aportó fotografías del líder tory en varios eventos.
Según un portavoz de Downing Street, Johnson “agradece la oportunidad de exponer su caso ante los diputados” para “poner fin a meses de especulaciones”.
“Esta noche es una oportunidad para poner fin a meses de especulaciones y permitir al Gobierno trazar una línea y seguir adelante, cumpliendo las prioridades de los ciudadanos. El primer ministro agradece la oportunidad de exponer sus argumentos a los diputados y les recordará que, cuando están unidos y centrados en las cuestiones que importan a los votantes, no hay fuerza política más formidable”, dice el portavoz en un comunicado.
Durante la tarde, Johnson se ha reunido con los diputados conservadores y les ha pedido su apoyo. “Este es un momento para unirse y creedme que digan lo que digan de mí, os llevaré a la victoria otra vez”, ha afirmado a sus colegas poco antes de la votación, según ha informado Sebastian Payne, del Financial Times. El primer ministro ha amenazado con un gobierno laborista. “La única forma de que permitamos que eso ocurra es si fuéramos tan tontos como para caer en un debate fratricida sin sentido sobre el futuro de nuestro partido”.
La BBC ha tenido acceso a una carta que Boris Johnson ha enviado a los diputados pidiendo su apoyo de cara a la votación. Johnson defiende que, con su respaldo, el partido tiene un “gran premio a su alcance”: la posibilidad de poner “fin a la obsesión favorita de los medios de comunicación”.
El líder laborista, Keir Starmer, ha pedido a los parlamentarios conservadores que “demuestren algo de liderazgo” y “se deshagan” de Johnson.
¿Cómo se vota?
Todos los diputados conservadores podrán participar en la votación secreta a lo largo del día, que se realizará en el Palacio de Westminster. Está prohibido sacar fotografías en la sala donde se vota para intentar impedir que los diputados fieles a Johnson exijan pruebas fotográficas a los parlamentarios de su voto a favor y garantizar así que incluso los miembros del Ejecutivo puedan votar libremente. Los parlamentarios que estén fuera de Westminster pueden pedir que un compañero trasmita su sufragio.
Se espera que Graham Brady, el presidente del llamado Comité 1922, anuncie el resultado de la misma manera que en 2018, es decir, con los diputados conservadores y periodistas convocados en la misma sala donde se ha votado durante el día. Entonces declarará si el primer ministro tiene la confianza o no del partido y el número de votos en ambos sentidos.
Es posible que Johnson, que tantas crisis políticas ha superado, gane también la votación de esta noche, lo que le protegería durante 12 meses de otro desafío a su liderazgo. Si Johnson consigue superarla, no se podrá volver a convocar otra hasta pasado un año.