El director de la CIA se reúne con su homólogo ruso en Turquía

elDiario.es

14 de noviembre de 2022 16:47 h

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William Burns, director de la CIA, se ha reunido este lunes con su homólogo ruso en Ankara para advertir a Moscú sobre las posibles consecuencias del uso de armas nucleares en Ucrania, según ha confirmado un portavoz de la Casa Blanca a los medios estadounidenses.

Según recoge el New York Times citando el Consejo de Seguridad Nacional, el encuentro no ha tenido por objeto “negociar o hablar sobre cualquier solución de la guerra” de Ucrania y Kiev ha sido informada de antemano sobre el viaje.

“Hemos sido muy abiertos sobre el hecho de que tenemos canales para comunicarnos con Rusia sobre la gestión del riesgo, especialmente el riesgo nuclear y los riesgos para la estabilidad estratégica”, ha dicho el portavoz, según informa la CNN. “Como parte de este esfuerzo, Bill Burns se encuentra hoy en Ankara para reunirse con su homólogo de la inteligencia rusa”.

“No está hablando de la solución de la guerra en Ucrania. Está trasladando un mensaje sobre las consecuencias del uso de armas nucleares por parte de Rusia, y los riesgos de escalada para la estabilidad estratégica. También planteará los casos de ciudadanos estadounidenses injustamente detenidos”, recoge la cadena estadounidense.

El diario ruso Kommersant había informado este lunes de que la delegación rusa en Ankara está encabezada por Serguéi Narishkin, el director del Servicio de Inteligencia Exterior del país. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, ha declinado comentar esta información en su rueda de prensa telefónica diaria, pero tampoco la ha negado.

La semana pasada, el Wall Street Journal informó de que el asesor de seguridad nacional de EEUU, Jake Sullivan, ha mantenido en los últimos meses conversaciones confidenciales con asesores de alto rango en Rusia en un intento por rebajar la escalada del conflicto y reducir la amenaza nuclear.

Según informó el medio estadounidense, Sullivan ha estado en contacto con Yuri Ushakov, asesor de política exterior de Putin, así como con su homólogo en Moscú, Nikolai Patrushev.

El secretario de Defensa de EEUU, Lloyd Austin, conversó el mes pasado con su homólogo ruso, Sergéi Shoigú, cuando Moscú acusó a Kiev de preparar un ataque con una “bomba sucia”, una acusación desestimada por Occidente, tras los que la OIEA declaró que no había encontrado indicios de “actividades nucleares no declaradas” en Ucrania después de inspeccionar los tres puntos señalados por Rusia.

Según analizaron hace una semana los investigadores del Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW, en inglés), con sede en Washington, el Kremlin “empezó a rebajar colectivamente su retórica sobre el uso de armas nucleares a principios de noviembre” tras un aumento de sus referencias a este uso a lo largo de octubre. “El cambio retórico del Kremlin indica que los altos mandos militares rusos y los miembros del Kremlin son probablemente conscientes, hasta cierto punto, de los enormes costes que supondría para Rusia el uso de armas nucleares contra Ucrania o la OTAN a cambio de un escaso beneficio operativo”, decía el informe del ISW publicado el pasado 6 de noviembre.