EEUU, dispuesto a retirar las tierras radiactivas de Palomares medio siglo después del accidente nuclear
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, ha confirmado este miércoles que existe voluntad política en su Gobierno para llevarse las tierras radioactivas de Palomares (Almería), contaminadas por el accidente nuclear ocurrido en 1966, al país norteamericano. Lo ha dicho en rueda de prensa conjunta con su homólogo español, el ministro de Asuntos Exteriores José Manuel Albares, tras la reunión de alto nivel que han mantenido ambos en Washington, como antesala del encuentro del viernes entre los presidentes de ambos países, Pedro Sánchez y Joe Biden, en el Despacho Oval.
Es la primera vez que el Gobierno estadounidense reconoce “la importancia de este asunto” y anticipa que “las negociaciones por los esfuerzos de limpieza se reanudarán pronto”, según ha asegurado Blinken. El líder de la diplomacia estadounidense ha reiterado que tiene “muchas ganas de trabajar” con Moncloa en la retirada de las arenas contaminadas con plutonio hacia un desierto de Nevada (EEUU), en cumplimiento con el compromiso que asumieron ambas partes en 2015.
Por ese entonces, Barack Obama era el máximo mandatario estadounidense, y su Ejecutivo se mostró dispuesto ante el de Mariano Rajoy, pero la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca interrumpió todo avance en una negociación que ahora se retoma. Según ha asegurado Albares en la rueda de prensa, “hay aspectos técnicos, que habrá que discutir a nivel técnico, pero no político. Ahí es donde estableceremos los plazos a seguir. Lo importante es que hay voluntad de diálogo”.
De este modo, 57 años más tarde, y gracias a la buena sintonía esgrimida entre ambos gobiernos, comienza la resolución política de una radioactividad provocada por la colisión de dos aeronaves de las Fuerzas Aéreas de EEUU. Su choque ocasionó hace medio siglo el desprendimiento y la caída de cuatro bombas termonucleares, cuyo plutonio dejó 50.000 metros cúbicos de tierras contaminadas en la costa de Cuevas de Almanzora, en Palomares.
EEUU ampliará su presencia militar en Rota
“Hoy hemos tratado en la reunión muchos ámbitos de colaboración. Nuestra cooperación en defensa, el acuerdo en materia migratoria para impulsar una migración de América Latina humana, las arenas de Palomares, que serán retiradas, y también el acuerdo de cooperación científica para seguir impulsando el acuerdo con la NASA”, ha resumido el ministro de exteriores español sobre una reunión que ha servido para avanzar en otras carpetas bilaterales, sobre las que podrían anunciarse nuevos acuerdos el próximo viernes, tras la reunión de Sánchez y Biden en la Casa Blanca.
En cuanto a la cooperación en defensa, la ministra Margarita Robles y la embajadora de EEUU en España, Julissa Reynoso, firmaron el lunes un acuerdo para el despliegue en Rota (Cádiz) de dos nuevos destructores lanzamisiles del ejército estadounidense, que se suman a los cuatro que ya están en la base naval. Es la materialización del pacto anunciado por los presidentes de ambos países durante la visita que hizo Biden a Madrid en junio de 2022, con motivo de la cumbre de la OTAN. El primer destructor llegaría a España en 2024 y todavía no se ha definido una fecha específica para el segundo.
Los objetivos de esta colaboración son, según el documento que suscribe el acuerdo, “contribuir de forma significativa a la estabilidad regional y la seguridad de África, Europa y Oriente Próximo”, así como al “sistema de defensa contra misiles balísticos de la Alianza Atlántica”. El documento destaca que el aumento de buques se da “a petición de EEUU”, cuyo gobierno “se compromete a que todo incremento de personal militar o civil estadounidense” derivado del acuerdo “se lleve a cabo sin exceder el nivel total de personal permanente autorizado”.
Esto se traduce en que EEUU no podrá sobrepasar el máximo establecido de 4.250 militares y 1.000 civiles en la base de Rota. Los cuatro buques que operan en la actualidad en esta localización gaditana tienen 1.200 tripulantes y los dos nuevos, de la clase Arleigh Burke, añadirán 300 tripulantes cada uno, aumentando la cifra hasta los 1.800.
El aumento de tropas estadounidenses en territorio español fue autorizado en Consejo de Ministros el 17 de enero y, en esta ocasión, no pasará por la aprobación del Congreso de los Diputados, a diferencia de en casos anteriores. El Gobierno argumenta que esta vez no será necesario, puesto que “el acuerdo permite ampliar de cuatro a seis buques” la presencia estadounidense en Rota “sin modificar ni las misiones ni los tipos de fuerzas ni niveles de fuerza máximos, tanto de personal civil como de militares norteamericanos actualmente autorizados para dicha Base en el Convenio de Cooperación para la Defensa”.
Dicho convenio fue firmado entre España y EEUU en diciembre de 1988 para ocho años. Posteriormente, fue reformado para incluir la actuación de España en los servicios secretos del ejército estadounidense, así como la autorización de los cuatro destructores que están actualmente en Rota. Estos acuerdos sirvieron también para prorrogar su vigencia hasta 2021. Desde ese momento, se aplica el artículo 59.2 del convenio, que prevé la prórroga automática anual si ninguna de las dos partes denuncia el acuerdo.
España se compromete a acoger migrantes de Latinoamérica
Ante el caos y la incertidumbre que ha provocado en la frontera sur de EEUU la inminente expiración del Título 42, la norma que autorizó Trump para agilizar las expulsiones en caliente, el país norteamericano ha encontrado en España un aliado para aliviar su presión migratoria. Concretamente, Moncloa aceptó colaborar con el ejecutivo norteamericano para recibir algunos cupos de migrantes procedentes de Latinoamérica.
Lo hará a través de los centros de procesamiento de migrantes que está construyendo EEUU en Colombia y Guatemala -y próximamente en otros países de Latinoamérica-, en los que los inmigrantes podrán solicitar su ingreso, tanto al país norteamericano, como a Canadá o España, y se tramitará de tal modo que se logre una migración “legal, segura y ordenada”, según ha reiterado Blinken.
Este acuerdo se anunció a finales de abril, y este miércoles, ante la expectativa y las preguntas de la prensa española en Washington, el ministro Albares se ha negado a dar detalles sobre la cantidad prevista o el estatus que recibirán los migrantes aceptados por este nuevo programa. “Los detalles los darán los ministerios del Interior y de Inclusión Social, que son los encargados para este asunto”, ha expresado.
“Hoy en día, la migración es un fenómeno global”, ha dicho Albares, “y por eso creemos que es positivo que colaboremos conjuntamente con EEUU y Canadá”. “España tiene una relación muy especial con todos los países de América Latina. Juntos, formamos una gran comunidad iberoamericana”, ha sentenciado el ministro de Asuntos Exteriores. Su homólogo, Blinken, ha celebrado la cooperación de España para aliviar el flujo migratorio sin precedentes que está llegando a su país, y ha dicho que es un país idóneo, tanto por su “espíritu” de acogida, como “por el idioma”.
Paralelamente, este mismo miércoles, fuentes del gobierno español han afirmado que el país está dispuesto a escalar los acuerdos de migración circular ya existentes con hasta cinco países de Latinoamérica, República Dominicana (2001), Ecuador (2001), Colombia (2001), Honduras (2021) y Guatemala (2023).
De este modo, Moncloa tiene previsto aumentar el número de migrantes que se acogen a programas temporales de empleo en España (en la actualidad, unos 2.000 anuales), pero que al terminar su tarea son devueltos a su país de origen, aunque con la previsión de regresar al año siguiente. Lo hará, sin embargo, en función de las necesidades del mercado laboral español, es decir, en base a las peticiones de empresas privadas en busca de temporeros.
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