Joe Biden estuvo a punto de tirar la toalla durante las primarias del Partido Demócrata tras obtener resultados desalentadores en los primeros estados que votaron –hasta que los votantes afroamericanos de Carolina del Sur le dieron una victoria contundente en este estado–. En las elecciones presidenciales, todo parece indicar que los afroamericanos vuelven a ser el principal pilar de la base de votantes demócrata, especialmente en estados clave como Georgia, Wisconsin, Michigan y Pensilvania. Para Biden, el récord de participación de los votantes afroamericanos puede haber marcado la diferencia.
“De nuevo, la lección que volvemos a aprender tanto los analistas políticos de Washington como los votantes afroamericanos desmotivados es que cuando acudimos a las urnas, nuestro voto cuenta”, indica Antjuan Seawright, estratega demócrata de Carolina del Sur. “Votamos incluso cuando estamos oprimidos, deprimidos o mal informados”.
Según los datos de encuestas a pie de urna, los votantes negros han apoyado de forma abrumadora al candidato demócrata con el 87% de los votos (comparado con el 12% de apoyo a Donald Trump). Seawright sostiene desde 2017 que “los votantes negros son decisivos en estas elecciones” y avanzó que los votantes afroamericanos moderados de Carolina del Sur darían un impulso a la candidatura de Biden en las primarias demócratas del estado en febrero.
En un contexto en el que se siguen contando los votos por correo y el voto ausente en condados predominantemente demócratas y la mayoría con una gran población afroamericana, es probable que esto determine quién será el próximo presidente de Estados Unidos, lo que fortalecerá el poder de los votantes negros. Los analistas apuntan a un aumento en la participación de jóvenes de todos los grupos de población, pero especialmente entre los estadounidenses afroamericanos.
Los primeros datos ya mostraban una cifra récord de votantes jóvenes. Cuatro de cada diez afroamericanos con derecho a voto son millenials o de la generación z y su apoyo en ciudades como Filadelfia, Atlanta y Detroit ha sido clave para Biden. “Los jóvenes y los activistas afroamericanos han sido los que han alimentado los movimientos de transformación más importantes de este país”, señala Seawright.
Las protestas contra las injusticias raciales se extendieron por todo el país tras la muerte de George Floyd a manos de la policía de Minnesota en mayo y más tarde se intensificaron con el asesinato a tiros de Jacob Blake en Kenosha, Wisconsin, en agosto. Esta situación obligó a los estadounidenses a posicionarse y quedó trazada una línea racial.
Trump y los republicanos tomaron nota de esta fractura, y apostaron por sacar tajada de las tensiones raciales. Se aprovecharon del miedo de algunos votantes conservadores a un país “menos blanco”, en un contexto en el que las personas de color pronto serán la mayoría de la población de Estados Unidos.
Según David Bowen, un representante del estado de Wisconsin, “[Trump] tomó la decisión consciente de enemistarse con todo el movimiento Black Lives Matter, llegando incluso a valerse de su poder como presidente y del Departamento de Justicia no sólo para restar importancia a la necesidad de que las fuerzas del orden tengan que rendir cuentas, sino también para atacar a miembros del movimiento”.
En su opinión, “[los jóvenes negros] han participado en estos comicios porque quieren que se tenga en cuenta su voz y que el peso de su voto aleje de la presidencia a la persona que les está atacando”. De hecho, en la ciudad de Milwaukee, en el estado de Wisconsin, los hombres y mujeres jóvenes que se han inscrito para votar por primera vez han dominado la participación en colegios electorales prácticamente vacíos, ya que muchos estadounidenses afroamericanos votaron por correo antes de la jornada electoral.
Brianna, una joven de 20 años que no quiere dar su apellido, cuenta que fue hasta la casa de su tía, que vive en un barrio del norte de la ciudad, y la arrastró hasta un colegio electoral “para que se escuchara su voz”. Considera que las mujeres negras serán las que decantarán el resultado de estas elecciones presidenciales. “Yo he votado antes, en cambio mi tía vota por primera vez”, dice. La joven ha votado a Biden. “En mi opinión, tanto un partido como el otro nos han lanzado promesas vacías y su programa no tiene en cuenta nuestros problemas, pero mi voto tiene que servir para pedir que la situación cambie”.
Generalmente, los votos escrutados a lo largo del país muestran un contraste entre las ciudades progresistas rodeadas de una periferia rural republicana como se vió en 2016. Y eso a pesar de que el presidente y los republicanos están intentando capitalizar el racismo y el miedo en los suburbios tradicionalmente blancos.
Ningún presidente en la historia moderna de Estados Unidos ha conseguido ganar las elecciones presidenciales solo con el voto de la mayoría de votantes blancos. La diversidad siempre ha sido un factor clave. Sin embargo, desde que se creó el movimiento Black Lives Matter y surgieron otras organizaciones de defensa de los derechos sociales, los activistas han presionado a los demócratas para que incluyan cambios más significativos en el programa del partido.
Las protestas que muchos grupos han liderado desde mayo también se están traduciendo en nuevos votantes registrados y esto ha hecho que aumente su poder político y su protagonismo a nivel global. Tras conocer que había conseguido un escaño en el Congreso, Cori Bush, activista de Black Lives Matter, tuiteó el siguiente mensaje: “A todos los excluidos, a los olvidados, a los marginados y a los que fueron dejados atras: este es nuestro momento”. Era la tercera vez que se presentaba al cargo y se ha convertido en la primera mujer negra en representar al estado de Missouri en el Congreso.
No todo son buenas noticias para los demócratas
Sin embargo, el apoyo a los demócratas ha disminuido entre los votantes negros y los jóvenes afroamericanos son los que más se están alejando del partido. Una encuesta del Center for Congressional and Presidential Studies muestra que “los jóvenes afroamericanos del país tienden a ver a los demócratas mucho menos favorablemente –y a los republicanos más favorablemente– que los votantes negros de más edad”.
De hecho, a Biden le ha costado convencer a los votantes negros durante toda la campaña, y ha recibido muchas críticas por haber cuestionado a los afroamericanos que no le apoyan y por haber afirmado que las comunidades negras son menos diversas que las latinas. Bowen está convencido de que los jóvenes decidieron votar a Biden como “una primera inversión para alcanzar un objetivo mayor”. “Mucha gente ve a Biden como un primer paso, no como el objetivo final”, afirma. “Este objetivo no se alcanzará a corto plazo o con un solo mandato, pero hay un consenso en torno al hecho de que esto nos permite iniciar una trayectoria hacia unos fines de justicia social”.
Traducido por Emma Reverter