Una empresa inventada y cinco millones de folletos al contenedor: la acción de un colectivo alemán contra la ultraderecha
A simple vista, la web de “Flyerservice Hahn” parece seria. Explica que es una empresa especializada en la distribución de folletos para sus clientes. Anuncia una red de distribución establecida y unos precios imbatibles por la competencia. Todo suena bastante convincente y, al parecer, también convenció al partido de ultraderecha Alternativa para Alemania (AfD) durante la campaña para las elecciones federales, según informa el diario Der Tagesspiegel.
La compañía recibió, supuestamente, encargos de varias asociaciones de distrito de la formación ultraderechista para entregar grandes cantidades de folletos. Recogía el material de campaña de las respectivas asociaciones de distrito, que debía entregar en los buzones con la ayuda de la publicitada estructura de distribución de Flyerservice Hahn, creada en 2021, el año electoral.
Pero esto nunca se hizo. AfD cayó en la trampa de una empresa ficticia, cuya responsabilidad se ha atribuido el colectivo de artistas Zentrum für politische Schönheit [Centro para la Belleza Política], que recogió material de la campaña electoral ultraderechista por todo el país y se deshizo de él. Las imágenes muestran cómo los activistas arrojan montones de folletos a contenedores.
Este martes, el grupo de artistas ha explicado el trasfondo de la campaña de guerrilla en una web que, entre otras cosas, describe a Flyerservice Hahn como “líder del mercado mundial de no distribución de panfletos nazis”.
El partido ultraderechista había dicho previamente que no se habían distribuido más de un millón de folletos de campaña, según los medios alemanes, que informan de que se han visto afectados asociaciones de distrito y los candidatos en Baja Sajonia, Berlín, Hesse, Baden-Württemberg y Renania-Palatinado.
Los activistas han dicho que recogieron cinco millones de folletos de 85 asociaciones, “72 toneladas de basura de AfD”.
“Increíble, pero cierto: una sociedad anónima sin dirección, inscripción en el registro mercantil ni número de identificación fiscal hace a todas las asociaciones de AfD de la república una oferta que no pueden rechazar, y adquiere pedidos millonarios”, explica el colectivo en la web. “Con unos precios tan reducidos (...), casi todas las asociaciones locales se dejaron convencer”.
Según el periodista de la cadena ARD Daniel Laufer, no es seguro que AfD haya sido tan ingenua como para caer en una empresa ficticia sin número de identificación fiscal ni registro comercial. Según explica Laufer, la web de Flyerservice Hahn fue editada posteriormente por el colectivo para eliminar algunos datos.
En su página web, los artistas niegan que robaran el material de campaña. “Simplemente nos ofrecimos a llevar el material de campaña de AfD y distribuirlo por ellos. El partido aceptó con gratitud la oferta y entregó 72 toneladas de material publicitario a nuestros centros logísticos de toda Alemania. Lamentablemente, no conseguimos distribuir ningún material a tiempo”.
“En primavera, fuimos a actos de campaña electoral de AfD y nos repartieron folletos. Luego los tiramos al contenedor de basura más cercano por su contenido. Todos los ciudadanos son libres de hacerlo; nosotros simplemente hemos industrializado este proceso”, dice el colectivo.
AfD amenaza con una denuncia
Alternativa para Alemania ha anunciado su intención de presentar una denuncia, según los medios alemanes.
“Intentan dañar deliberadamente a AfD en la campaña electoral, y con un alto grado de energía fraudulenta. Esta acción sin precedentes no solo afecta a AfD. Aquí ya se ha producido un daño significativo a la democracia”, dijo Tino Chrupalla, candidato del partido, el viernes pasado. En la declaración, en la que ya apuntaba al colectivo de artistas, reconocía que la supuesta empresa les había ofrecido sus servicios y que se hicieron varios pedidos.
El Centro para la Belleza Política refuta que su comportamiento sea punible. “No hay confirmación de pedido, ni contratos legalmente válidos, sino solo 'ofertas' de una empresa de distribución de folletos sin ninguna forma legal”.
“Al fin y al cabo, no es nuestro problema que AfD no tenga ningún miembro dispuesto a repartir octavillas, sino que esté aparentemente ocupado todo el día haciendo el saludo a Hitler en el jardín de su casa. Además, AfD era libre de elegir el proveedor de servicios que quería utilizar. No obligamos al partido a hacer nada”, dicen.
El colectivo, que no es la primera vez que trata de llamar la atención del público sobre AfD con acciones polémicas, está pidiendo donaciones para financiar la disputa legal. Hasta ahora ha recaudado más de 95.000 euros.
La formación ultraderechista, sometida a un estricto cordón sanitario por el resto de partidos, ha bajado en estas elecciones respecto a las de 2017, cuando entró por primera vez como tercera fuerza en el Parlamento.
AfD ha perdido su posición como principal partido de la oposición, pero la caída no es muy grande, de apenas 2,3 puntos, y vuelven a ingresar en el Bundestag con un 10,3% de los votos. Ha sido el partido más fuerte de Turingia y Sajonia, al este.
Algunos analistas creen que se han visto afectados por el cisma interno, se han movido mal en las instituciones estos años y se han centrado en temas que no movilizan voto más allá de su base electoral.
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