La exvicepresidenta del Parlamento Europeo Eva Kaili, encarcelada desde el pasado mes de diciembre acusada de organización criminal, corrupción y blanqueo por su participación en la trama del Qatargate, permanecerá en prisión al menos dos meses más. En el caso del eurodiputado Marc Tarabella, que fue detenido en febrero después de que la Eurocámara le quitara la inmunidad, la decisión es que permanezca entre rejas al menos un mes, según ha informado la Fiscalía en un comunicado.
Así lo ha decidido la justicia belga después de que los dos políticos socialistas comparecieran ante la sala de apelaciones. Es la tercera vez que los jueces rechazan la liberación de Kaili, que fue arrestada a pesar de contar con inmunidad parlamentaria porque el juez que instruye la causa del Qatargate consideró que la había pillado en flagrante delito al avisar de la operación policial a su padre, que también fue detenido al tratar de huir de un céntrico hotel de Bruselas con una maleta con miles de euros en billetes. Su defensa ha llegado a denunciar que la griega sufre “tortura” en la cárcel.
Tarabella también había reclamado su libertad provisional tras ser encarcelado dos meses más tarde dado que la justicia belga tuvo que enviar un suplicatorio a la Eurocámara, que lo tramitó de forma exprés. El Parlamento Europeo levantó la inmunidad a Tarabella, que fue arrestado unos días después al tiempo que las autoridades llevaron a cabo una serie de registros en su domicilio, una caja fuerte que había alquilado y el ayuntamiento de Anthisnes, donde es alcalde. Su domicilio fue uno de los registrados en la operación del mes de diciembre, aunque en aquella ocasión bajo la supervisión de la presidenta de la Eurocámara, Roberta Metsola, por la inmunidad de la que en aquel momento gozaba. Tarabella permanecerá al menos un mes más en prisión.
La Eurocámara también quitó la inmunidad al italiano Andrea Cozzolino. En su caso, está en su país bajo arresto domiciliario y su defensa ha conseguido retrasar la vista sobre la extradición hasta mediados de marzo.
Tanto Kaili como Tarabella comparecieron ante el tribunal de apelaciones después de que en una instancia anterior se rechazara su petición de libertad. A quien sí han concedido la libertad condicional es a Francesco Giorgi, que es la pareja de Kaili, que está en la calle bajo el control de un brazalete electrónico. Giorgi era el asistente parlamentario de Cozzolino y lo había sido previamente de Pier Antonio Panzeri, que es el considerado el cabecilla de la trama, aunque ha llegado a un acuerdo con la justicia para tirar de la manta a cambio de una reducción de su condena. Giorgi confesó haber formado parte de una organización utilizada tanto por Marruecos como por Qatar con el objetivo de influir en los asuntos europeos: “Lo hice todo por un dinero que no necesitaba”.
Todos ellos están bajo la lupa de la justicia acusados de organización criminal, corrupción y blanqueo en el marco de una investigación sobre el pago de sobornos a cambio de intentar influir en las decisiones que afectaban a esos dos países.
Bruselas no vio conflicto de interés en los viajes gratis de un director general a Qatar
El Qatargate ha levantado una enorme polvareda en las instituciones europeas, que han prometido más medidas de transparencia y control, aunque su puesta en marcha es lenta y, en la mayoría de casos, no se han activado.
Uno de los asuntos que está revisando la Comisión Europea son las normas respecto a los conflictos de interés, según han explicado los portavoces ante las preguntas sobre los viajes gratis que hizo a Qatar el director general de Transportes, Henrik Hololei. Según reveló Politico, voló en primera clase a Doha en nueve ocasiones entre 2015 y 2021. Algunos de esos viajes se produjeron mientras se negociaba el acceso al mercado por parte del emirato.
Lo que sostiene la Comisión Europea es que los viajes se ajustaron a las normas de la Comisión Europea dado que fueron autorizados al no encontrar ningún conflicto de interés en que los pagara Qatar. No obstante, lo que han señalado los portavoces es que se están revisando esas reglas “para hacerlas más exigentes”.