La intrahistoria de la retención y expulsión de tres diputados españoles durante la noche electoral en Turquía

Eran las seis de la tarde del domingo electoral. Dos diputados que iban en un vehículo por la ciudad de Siirt, al sureste de Turquía, se topan con un control policial que parece ser rutinario. Los agentes piden que les acompañen a comisaría para una simple identificación. No les quitan en ningún momento los teléfonos y avisan rápidamente a la embajada española en Ankara de la situación. Las autoridades consulares contactan con las turcas y estos les aseguran que les van a soltar ya. A las 20 horas todavía siguen retenidos y hay cierta confusión: “Ya están libres”, decía a elDiario.es fuentes del partido prokurdo HDP que había organizado la delegación internacional de observación/acompañamiento. Minutos después, otro mensaje: “Dicen que van a liberar, pero todavía están ahí”.

Pasan las horas, pero en lugar de liberarles, van llegando poco a poco a comisaría los otros ocho españoles que forman parte de la delegación y a los la policía ha ido recogiendo en diferentes puntos. El HDP ha repartido a los representantes internacionales por nacionalidad en varias ciudades. Todos los españoles están en Siirt. No es una detención legal, no firman ningún papel, están en una especie de sala de espera y no les han quitado los teléfonos móviles disponibles. Pero no pueden salir. Mientras tanto, el embajador, siguiendo instrucciones del ministro de Exteriores, José Manuel Albares, hace todo tipo de gestiones para resolver la situación.

Finalmente, a las seis de la mañana, les comunican a los 10 retenidos, entre los que estaban los diputados Jon Iñarritu (EH Bildu), Ismael Cortés (Podemos) e Isa Chacón (CUP), además de un senador de ERC, que les ponen en libertad, pero que se tienen que marchar del país. Les meten a todos en un autobús de la policía y les trasladan hasta el aeropuerto de Batman, a aproximadamente una hora. De allí cogen un avión a Estambul, en el que van acompañados en todo momento por un agente de policía.

En Estambul les esperan otros agentes turcos y el agregado de Policía Nacional en el consulado. Finalmente, desde Estambul vuelan a España y algunos de ellos tuvieron que comprar nuevos billetes de avión.

Represión en el Kurdistán

“La presión del Estado contra el HDP ha sido enorme y la retención de la delegación española es un ejemplo y testigo de esa presión”, señalan a elDiario.es fuentes del partido. “No existen condiciones democráticas en el Kurdistán. A pesar de la presión policial y el fraude electoral, hemos tenido éxito en todas las ciudades kurdas como primer partido”, añaden.

Para esquivar una posible ilegalización en los múltiples casos judiciales que acosan al HDP, el partido decidió presentarse al Parlamento bajo la bandera del Partido de la Izquierda Verde. En las presidenciales, para no dividir el voto, la formación apoyó al candidato opositor Kemal Kilicdaroglu. El HDP organiza a menudo este tipo de delegaciones internacionales para denunciar su situación y la represión del Gobierno turco.

“Hemos entrado en las elecciones en unas condiciones bastante difíciles. La mayoría de nuestros alcaldes han sido sistemáticamente detenidos, muchos de nuestros militantes están en la cárcel, copresidentes de nuestro partido también están en prisión”, aseguran desde el partido.

Siirt no es una excepción. Aunque la formación prokurda ganó las elecciones locales de 2019, su alcaldesa fue detenida en 2020 en el marco de una supuesta operación antiterrorista y Erdogan nombró personalmente a un nuevo alcalde afín, como ha hecho en decenas de municipios del Kurdistán.

Protesta formal de España

La embajada de España en Turquía ha enviado a Ankara “una nota verbal de protesta por la retención y expulsión” de los diez españoles, según han informado fuentes diplomáticas a elDiario.es.

“Es inaceptable que nuestras compañeras pasaran la noche en comisaría sin ninguna explicación, bajo amenazas y vetando su entrada a Turquía simplemente por visitar el país y acompañar durante la jornada electoral”, ha denunciado la Secretaría Internacional de Podemos.

Ione Belarra, secretaria general de Podemos y ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030 también se ha referido al asunto. “Mi solidaridad con todas las invitadas a acompañar las elecciones en Turquía, entre ellas un diputado y una representante de Podemos, retenidas sin motivo. Una expresión de la represión, la falta de transparencia y garantías que afecta al país y sobre todo al pueblo kurdo”.